POLÍTICA HABITACIONAL
“Me emocioné y le agradecí primero a Dios porque pude tocar las paredes que van a ser nuestras”
Ésa fue la reacción que tuvo Ángela Molina, una de las preadjudicatarias, cuando por fin pudo recorrer su futuro hogar. Tal y como señaló el gobernador Claudio Poggi, formará parte de las más de 300 familias villamercedinas que pasarán la navidad de 2025 en sus casas propias.
La emoción todavía sobrevuela por Villa Mercedes luego de que a fines de la semana pasada 300 familias, acompañadas por el gobernador Claudio Poggi, inspeccionaran sus futuras viviendas. El reflejo de la alegría, el sueño y la perseverancia lo demostró Ángela Molina, una preadjudicataria de los planes ‘Progreso’ y ‘Sueños’, cuando por primera vez cruzó el umbral de lo que será su nuevo hogar.
Después de más de una década de espera, el proyecto de vivienda que parecía haberse desvanecido finalmente cobra vida y la beneficiaria no oculta su gratitud hacia la gestión del Gobernador por haber retomado la obra que quedó pendiente tantos años.
“Estoy emocionada, agradecida. Realmente parecía un sueño que había quedado en el olvido”, expresó conmovida Ángela, quien se enteró de que la construcción de su casa había avanzado hasta casi llegar al techo. “Es un gran regalo, una bendición”, añadió, destacando el rápido accionar de Poggi desde su asunción.
La espera no fue fácil. Ángela, como muchos otros, vio como las ilusiones junto a las obras se detenían cuando el primer mandato del actual Gobernador llegó a su fin en 2015, dejándolos en medio de la incertidumbre. “Nos dejaron en el olvido, pero él volvió y ahora está cumpliendo lo que había prometido”, contó Ángela, quien ha soñado durante años con el momento de tener su propio techo.
Cuando finalmente cruzó la puerta de lo que pronto será su hogar, la emoción fue abrumadora. “Me emocioné y agradecí primero a Dios. Toqué las paredes porque ya van a ser nuestras”, dijo la preadjudicataria, reconociendo lo difícil que es, en las condiciones actuales, acceder a una vivienda por medios propios. “Hoy en día es imposible tener una casa así. Estamos muy agradecidos”.
Viuda desde hace muchos años, Ángela vive actualmente con su hija y su yerno y hasta ahora han estado alquilando. “Ha sido muy difícil. Pero hoy, saber que lo que vamos a pagar será para algo nuestro, es indescriptible. Tener un techo propio es todo en la vida”, reflexionó, con lágrimas en los ojos.
El futuro ya comienza a dibujarse en su mente: “Soy amante de las plantas. Ya estoy pensando en poner césped, plantas frutales y flores en el jardín”. Para Ángela, la casa no será solo un refugio, sino un lugar donde sus sueños crecerán como lo hicieron allá por 2011.
Al conocer a sus futuros vecinos, Molina encontró una comunidad dispuesta a colaborar y unirse para construir un futuro mejor: “Son gente divina, todos pensamos igual. Lo primero será cerrar el terreno y empezar a hacer todo lo necesario para tener nuestro espacio”.
Con una sonrisa que no puede ocultar, concluyó: “Este día va a ser inolvidable para nosotros y cuando finalmente nos mudemos, será aún más especial. Gracias, señor Gobernador, por darnos esta alegría”.
Para Ángela, el camino hacia su nuevo hogar ha sido largo, pero la emoción de tocar las paredes de su propia casa le ha dado un nuevo significado a la espera. Hoy, por fin, comienza a construir un futuro sólido, uno donde cada esfuerzo será para su familia y donde el sueño de tener un techo propio se ha hecho realidad.