DÍA INTERNACIONAL DE LA LUCHA CONTRA EL BULLYING
La música como vía de escape a situaciones de violencia y acoso
Melina Zalazar es una joven cantautora de 17 años que también integra la fundación ASAE y se desempeña como presidenta del Centro de Estudiantes del Instituto Stoikheia de San Luis. A lo largo de su trayectoria escolar sufrió numerosos episodios de bullying, pero encontró en la guitarra y el micrófono una forma de canalizar su angustia y transformarlo en arte.
Este lunes, en el Día Internacional de la Lucha contra el Bullying, la Alianza Sanluiseña Antibullying Escolar (ASAE) organizó una jornada reflexiva en el microcine de la Estación de Interconexión Regional de Ómnibus (EDIRO). Una de las actividades contempladas fue el recuento de experiencias personales de estudiantes que sufrieron episodios de violencia o acoso, narrado por ellos mismos. Cada alumno que tomó el escenario relató con suma valentía los detalles que les tocó atravesar y cómo hicieron para salir adelante, incentivando a todos aquellos que experimentan algo similar a que compartan sus historias, para poder recibir la ayuda necesaria.
Entre los alumnos que pasaron al frente estuvo Melina Zalazar, una joven que tuvo que tolerar situaciones de bullying durante su etapa en la escuela primaria y en la secundaria, pero que actualmente ha encontrado en la música una forma de utilizar esos sentimientos feos en piezas artísticas. “Desde los seis años que me gusta mucho la música. Yo fui víctima de bullying y creo que encontré a partir de ese dolor o angustia que sufrí en el colegio, una forma de canalizarlo en la música y también en el accionar, para ayudar a otros”, explicó.
En la actualidad, Melina es presidenta del Centro de Estudiantes del Instituto Stoikheia, escuela en la que transita sus últimos años de la secundaria, e integra la fundación ASAE, participando de charlas, capacitaciones y jornadas de prevención y concientización del bullying en diversas instituciones sociales de la provincia. Además, se lanzó como cantautora oficial bajo el nombre artístico ‘Meli Zala’. “Tengo una canción que pude cantar hoy en el evento y se llama ‘A los 12’. Es un tema que narra lo que yo pasé a esa edad y justamente de lo que es el bullying, de volver a tu casa y no saber qué hacer”, señaló.
Para Melina, los episodios de violencia comenzaron en 5° grado, a través de agresiones verbales. Los ataques persistieron y tomaron forma de violencia emocional, hasta que finalmente escaló al punto de las amenazas físicas, provocando que tuviese que cambiar de escuela para resguardar su integridad. Tras un paso por la escuela de Bellas Artes, intentó regresar a su antiguo colegio pero volvió a ser víctima de episodios de acoso, en este caso a través de un compañero que le mandaba pornografía contra su voluntad.
“Siento que yo era bastante consciente de lo que pasaba, solamente que no encontraba ayuda. Hablé con directivos, el gabinete de pedagogía, el de psicología y hasta con el Centro de Estudiantes, pero en ese momento no hicieron nada”. Al no recibir respuesta de su entorno inmediato, Melina terminó de estallar un día y golpeó a su acosador con su carpeta. Es un acto que la joven no justifica, pero también entiende que es resultado de la falta de contención que tuvo en su momento, motivo por el cual ella ha hecho una misión personal el acompañamiento a otros chicos y chicas que atraviesen situaciones semejantes.
“Hace poco hubo un caso de un chico trans que también tiene un pequeño grado de autismo. Él sufría constante bullying en su escuela y, por suerte, pudo alertar a compañeros a través de pensamientos e ideas. Estuvimos trabajando con él y ahora está mucho más estable, pudo canalizar mucho mejor sus emociones para no terminar reaccionando con otros compañeros que quizá no tenían nada que ver, y ahora se lleva mucho mejor con todos”, destacó Melina.
Para finalizar, la joven dejó un mensaje a cualquier persona que pudiese estar experimentando bullying y no se anime a exteriorizarlo: “Siempre hay una persona dispuesta a ayudar, solo es cuestión de encontrarla. Hay que hablar y, cuando no alcance con hablar, hay que gritar y patalear, pero nunca quedarse callado. No están solos”, enfatizó. Además, pidió que las instituciones educativas actúen con mayor compromiso y empatía en la detección y erradicación de la violencia y el acoso en esos entornos.