FIESTA PATRONAL
Renca, un lugar en donde la fe y el emprendedurismo se dan la mano
Elida Palacios Sosa guarda fieles recuerdos de las celebraciones de antaño en honor al Cristo y dice que siempre se caracterizaron por ser muy convocantes. Noemí Pérez cuenta que hace algunos años empezó a vender durante los días de la festividad sus pastelitos de queso, una elaboración que convirtió en su sello.
La casa de Elida Margarita Palacios Sosa está ubicada justo frente a la plaza principal de Renca, que media con el Santuario. El jueves 18, todo era parsimonia en esa plaza iluminada por el sol del mediodía. Pero tanto Margarita como la vecina que la ayuda con los quehaceres de la casa y la acompaña cotidianamente, Noemí Edith Pérez, saben que en algunos días más, el pueblo se llenará de feligreses y visitantes que profesan su fe en el Cristo, pedirán bendiciones e irán a agradecer por las gracias concedidas.
Si bien nació en inmediaciones del dique San Felipe, Edith hace seis años que vive en Renca. Ella es emprendedora y aprovecha los días de la festividad para vender pan casero, tortas con chicharrones y pastelitos de dulce de membrillo, batata y queso. Estos últimos, tan singulares, son los que le han permitido cosechar muchos y fieles clientes que se acercan a su domicilio, a unas cuadras de la iglesia, para degustarlos. “Son iguales a los pastelitos dulces, solo cambia el relleno, que es de queso. También están bañados en almíbar. Hay un tambo muy cerquita y de ahí es el queso que utilizo, que es duro. Yo misma preparo la masa. Y los hago fritos, con una mezcla de grasa de cerdo y aceite, para que no queden tan pesados”, reveló.
En verdad, Edith hace sus amasijos todos los fines de semana, cuando dispone de más tiempo. Pero como muchos vecinos que elaboran productos, hacen alguna artesanía o tienen un emprendimiento, la festividad se convierte en una excelente oportunidad para vender más y ganar unos pesos, dada la gran cantidad de visitantes.
Si bien Edith razona que la situación económica por la que atraviesa el país puede tal vez impactar un poco en la cantidad de personas que asistan a las fiestas patronales este año, dice que todos los vecinos esperan esta fecha con mucha ansiedad y expectativa. “Los fieles van a venir igual. Nosotros creemos en el Señor de Renca, siempre vamos a misa, siempre estamos con Él y gracias a Él estamos acá”, dijo la emprendedora, que confiesa que le ha hecho pedidos especiales al Santo Cristo y que le ha cumplido.
Margarita tiene 84 años y conserva una memoria prodigiosa, que le permite tener aún recuerdos nítidos de las fiestas patronales que se han celebrado décadas atrás. Incluso hasta 2017 fue parte de la comisión organizadora de la festividad. “Hace 66 años que vivo en Renca, soy cordobesa. Soy más puntana que cordobesa. A la fiesta de Renca la conocí en el ‘57. Había unas carpitas de lona, no había agua, tampoco había corriente, pero la fiesta era muy, muy linda”, aseguró Margarita, quien da fe de que siempre se trató de un evento muy convocante y que llegaban visitantes de distintos puntos en colectivos.
“El Santo de Renca es muy milagroso. Tengo mucha fe, muy mucha fe. Ya estamos cerquita de la fiesta y espero que esté lindo este año, que estén lindos los días, que acompañen para que la gente que viene de afuera no sufra frío ni nada”, anheló.