GASTRONOMÍA TRADICIONAL Y DESTREZAS CRIOLLAS
Juan Jorba prepara el 11º Festival de Jineteada y Folclore
Será el 20 de enero, a partir de las 17:00. Habrá más de quince tropillas invitadas y premios en efectivo.
Jineteada y folclore será la propuesta de Juan Jorba para el próximos sábado 20. La convocante celebración comenzará a las 17:00, en el campo de doma en honor a Mercedes Moreira y Cinesio Sosa. Al inicio hará su ingreso la imagen de Nuestra Señora del Valle, patrona de estas tierras cuyo origen se remonta a la donación de una familia oriunda de Río IV, Córdoba, en los albores del siglo XX.
Luego se realizarán pialadas con más 30 grupos y jineteadas con más de 15 tropillas invitadas. También, se habilitarán espacios para los artesanos, mientras la música estará a cargo de los grupos ‘Decires Cuyanos’ y ‘Qué Plan’. El valor de la entrada es de $3000.
Un poco de historia
A más de 110 kilómetros de la capital puntana, Juan Jorba, el “Portal de la Costa de los Comechingones”, atesora algunos signos y reliquias arquitectónicas que todavía narran su pasado. Tiene una estación, un galpón de ferrocarril, estafeta postal y un almacén de ramos generales que lograron resistir no sólo al paso del tiempo, sino también a las erosiones en esta zona, ubicada en la Cuenca del Morro, donde habitan más de cincuenta familias que viven de las actividades agrícolas y ganaderas, principalmente vinculadas a la soja, el maíz, el girasol y la producción porcina.
En los comienzos, incluso antes de que se extendieran las vías el tren y el progreso en la antigua población que duplicaba a la actual, este territorio era un fértil bosque de caldén, donde además había incontables vizcacheras y vegetales como el chamico y un sinfín de rosales, según detalla el historiador Jesús Liberato Tobares en su libro ‘Toponimia Sanluiseña’.
Hoy, el horizonte es diferente. En la intersección de ruta provincial Nº1 y la nacional Nº8, Juan Jorba aspira a convertirse en una zona estratégica por el potencial logístico. Aun así, no ha perdido su atracción por la yerra, alrededor del asado y las guitarras entre corrales, o el encanto de sus bailes populares, tal como sucedió en 2018, cuando 5.000 personas festejaron el 90° aniversario de su refundación.