Mensaje al pueblo de San Luis
Discurso completo del gobernador
El primer mandatario habló ante la Legislatura provincial luego de su asunción. Prometió austeridad, eficiencia en las acciones del Estado y una apertura a la inversión privada para poder recuperar la economía y mejorar la vida de todos los sanluiseños. Lamentó también la falta de una transición, ya que toma las riendas de la provincia sin conocer la realidad y los números que deja la gestión saliente.
Como gobernador de la provincia de San Luis vengo a exponer ante esta Honorable Asamblea Legislativa los principales lineamientos y objetivos a desarrollar durante mi mandato 2023 – 2027.
Nuestra representatividad institucional tiene su fuente de origen en el voto de cada sanluiseño. Las contiendas que hemos atravesado desde cada espacio político partidario formaron parte de un proceso electoral que ya ha finalizado.
Habiendo terminado las elecciones, no podemos confundirnos, sino que debemos tener bien claro que nuestro pueblo es uno solo. Nuestros comprovincianos, por supuesto con diferentes ideologías y miradas de la realidad, como sociedad, representan un solo pueblo, y hoy nos piden, nos exigen, nos demandan que nos aboquemos a solucionarles sus problemas, a mejorarles su calidad de vida; y que, en nuestras acciones y discursos comiencen a prevalecer los puentes y coincidencias por encima de las grietas y diferencias.
Deseo saludar desde este honorable recinto al señor presidente de la Nación, Javier Milei, y a la señora vicepresidente, Victoria Villarroel, quienes por estas horas están asumiendo la responsabilidad de dirigir los destinos de la Patria.
Como Gobernador de San Luis quiero desearles el mayor de los éxitos en el mandato constitucional que hoy comienzan. El éxito del nuevo gobierno nacional redundará en mayor y mejor bienestar para todos los argentinos, y por ende para los sanluiseños. Sepa señor presidente Milei, mandatario electo por la voluntad popular, que encontrará en mi persona y en el pueblo de San Luis a ciudadanos argentinos dispuestos a ayudar a transitar estos tiempos difíciles que nos tocan vivir.
Hoy, 10 de diciembre, somos protagonistas de un hecho histórico. Por primera vez en nuestro devenir como Nación construimos cuarenta años ininterrumpidos de vida democrática. En un país donde las sucesivas coyunturas nos hacen sentir que siempre está todo a punto de desmoronarse, donde el sentimiento colectivo pareciera convencerse de que no existe un mañana
La contracara a este sentir de tristeza, frustración, desánimo radica en que somos muchos hombres y mujeres en la Argentina y en San Luis, pertenecientes a distintos sectores de la vida económica, social, política, cultural, que no estamos dispuestos a resignarnos, sino todo lo contrario, que estamos dispuestos a poner todo lo que sea necesario para revertir esta situación, que estamos dispuestos a generar las oportunidades que venzan al sentimiento agobiante de la desesperanza, que estamos dispuestos a trabajar arduamente para que la esperanza le gane al desánimo y recuperemos el futuro. Y esta sana y comprometida actitud de muchos sanluiseños me confirma mi optimismo sobre un mejor futuro.
Remarcaré dos lineamientos básicos de nuestra futura gestión: primero, motorizar el cambio que votaron mayoritariamente los sanluiseños. Esto incluye formas, métodos, actitudes que nunca más se quieren en San Luis. En segundo lugar, describir cuál es el principal objetivo de nuestro Gobierno en este periodo de cuatro años, que esencialmente apunta a que “nuestros chicos crezcan y se desarrollen sanos”.
El mandato de la democracia recuperada en los ‘80 hoy se renueva con nuevos desafíos. El concepto del Nunca Más de aquella década, que seguiremos defendiendo, hoy deviene en proclamas de nuestro pueblo que emergen fruto de las inequidades y demandas sociales insatisfechas.
Los sanluiseños con su voto eligieron un CAMBIO, y entre otros aspectos el CAMBIO significa decir Nunca Más a muchas cosas que violentan o alteran la convivencia democrática y la calidad de vida.
El cambio es decirle Nunca Más al “miedo” como método de dominación y control social por parte del Estado. Les garantizo a los empleados públicos, a beneficiarios de planes sociales, a proveedores del Estado, y a todos los sanluiseños el ejercicio en libertad de sus derechos ciudadanos consagrados en nuestra Constitución. Nunca Más el miedo a perder el trabajo por nuestra forma de pensar. Nunca Más el miedo de un sanluiseño a perder su trabajo por un “Me Gusta” en una red social. Nunca Más usar a las necesidades de los sanluiseños para un beneficio electoral o personal. Nunca Más un funcionario público obligando a concurrir a un acto partidario electoral, ni a empleados públicos o beneficiarios de planes sociales. Nunca Más usar el apriete. Si un funcionario comete esa tropelía, quedará automáticamente fuera de mi Gobierno.
Nunca Más a la extorsión económica y judicial como mecanismo de censura a la libertad de expresión. Nunca Más un funcionario público usando la pauta publicitaria del Estado como mordaza disciplinadora contra un periodista o medio de comunicación. Queridos periodistas de San Luis, son libres.
Nunca Más la política partidaria electoral dentro de nuestras fuerzas de seguridad, dentro de las comisarías. Ningún policía tiene porqué acatar una orden inmoral de un funcionario público, destinada a perseguir a un opositor. Nunca Más un comisario político en una dependencia policial. Nunca Más la política partidaria electoral interfiriendo en el espacio de aprendizaje de nuestros chicos, en la escuela. Nunca Más un funcionario público difundiendo proclamas o consignas partidarias electorales, tratando de encorsetar la masa de pensamiento crítico que debe circular libremente en una comunidad educativa. Nunca Más la política partidaria electoral en la salud pública, en nuestros hospitales. Es inmoral usar el sistema público de salud para doblegar convicciones ciudadanas. Nunca Más meter la política electoral en nuestras comisarías, en nuestras escuelas, en nuestros hospitales, ni en las diferentes oficinas de la administración pública.
Nunca Más el acomodo por encima del mérito. El Estado no es una guarida de amigos. Vamos a recuperar el mérito, el mérito nace de la cultura del esfuerzo, no más amiguismo, ni acomodos.
Nunca Más funcionarios públicos disociados y alejados de la realidad de la sociedad, sin cercanía, sin empatía con el ciudadano, sin idoneidad. Eso se terminó.
Nunca Más funcionarios públicos que trabajan tres horas por día, los vaguitos no podrán ser funcionarios públicos.
Nunca Más a los aprovechados del Estado, nunca más funcionarios y punteros ñoquis pagados con los impuestos de toda una sociedad. Funcionarios que además se resisten a irse del Estado cuando ya su etapa de gobierno terminó, la sociedad eligió cambiar. En esto no hay opción, se van a tener que ir.
Nunca Más la impunidad, somos todos hijos de la misma ley y de la misma Constitución, se terminó la doble vara ante la ley. Nunca Más la corrupción circulando sin sanción. Nunca Más un pequeño grupo de funcionarios enriquecidos y en paralelo un pueblo pobre.
Mi compromiso ante el pueblo de San Luis hoy, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, es que estos Nunca Más que mencioné sean verdaderamente Nunca Más.
Ahora el Nunca Mas también se extiende a comprender el clamor de un nuevo cambio de época. Y asumir nuevos desafíos desde lo institucional y desde la austeridad del Estado.
Nadie se puede hacer el distraído, tenemos el desafío de recuperar la confianza ciudadana en la política, en las instituciones y en el sistema republicano de gobierno que elegimos vivir como provincia y como Nación. El ánimo de lo que fue la primavera democrática parece haberse transformado en un sombrío invierno que tenemos la obligación de revertir. En el último semestre de este año se conocieron varios estudios científicos basados en trabajos de campo sobre la temática de satisfacción democrática. Y en todos ellos se observan niveles alarmantes de insatisfacción con el sistema democrático.
Existe la creencia fundada que la clase política tiene privilegios que no gozan el resto de los ciudadanos. El sistema actual corta los flujos naturales de la renovación y de la participación popular, el sentimiento mayoritario de que “siempre gobiernan los mismos” se agudiza en épocas de crisis, como la que estamos atravesando, y aparece el clamor popular del “que se vayan todos”.
La conmemoración de los 40 años de democracia nos tiene que servir de reflexión y de acción, y yo le solicito a esta Asamblea Legislativa que comencemos rápidamente a debatir y consensuar reformas institucionales y constitucionales que eliminen los privilegios de la política y que sumen institucionalidad y austeridad en el Estado.
La primera medida que tomé fue reducir en un 40% la planta de funcionarios públicos del Poder Ejecutivo Provincial. Esto significa 600 funcionarios menos. Esto significa en carne y hueso con ese ahorro, la posibilidad de construir 300 viviendas más por año, solo con ese ahorro.
Pero también, en ese marco le propongo a esta Asamblea Legislativa algunos disparadores que sirvan como punta de lanza para la discusión y el debate, a saber:
Estudiemos y analicemos la necesidad de convertir nuestra Legislatura, hoy compuesta por dos cámaras, una cámara de diputados y una cámara de senadores, en un sistema unicameral. Hoy 16 de las 24 provincias que conforman nuestra Nación poseen sistema unicameral, si dos de cada tres provincias adoptaron ese sistema, debemos estudiar su efectividad, razonabilidad y aplicarlo a nuestro orden constitucional. Esto devendría en menores gastos, con mejor eficiencia legislativa.
Revisemos y modifiquemos el sistema de periodicidad de los mandatos. Nuestro marco constitucional establece que un gobernador, un intendente, duran cuatro años en el cargo, pudiendo ser reelegidos por un solo período consecutivo. Ahora, luego de ser reelegido, puede transitar el intervalo de un período, y luego puede volver a presentarse a elecciones para la misma función ejecutiva. Entonces se repiten casos de estar ocho años en el gobierno, que otro gobierne los cuatro años siguientes y luego el primero vuelva ocho años más, y así sucesivamente. Ahora por qué no Impulsar una reforma constitucional que establezca que ningún ciudadano pueda ejercer como gobernador o intendente el mismo cargo por más de dos periodos. Ocho años como máximo y no pueda regresar al cargo ejercido. Eso permite renovar la política, oxigenarla y renovar las fuerzas para trabajar por el bien común. También se debería aplicar a los legisladores provinciales.
Y esta reforma también debería incluir algún requisito relacionado con la consanguinidad. Porque renovar la política no es tampoco que cuando uno termina el mandato, quien lo suceda sea el esposo o esposa, el hijo o la hija. No debe ser así. Si no realizamos modificaciones normativas para que no sigan siempre los mismos… van a seguir siempre los mismos.
Son reformas que van en línea con la alternancia en el poder y con facilitar que figuras nuevas lleguen con renovadas ganas de trabajar por el bien común, ya que cuando se está muchos años en el poder, los gobernantes se terminan alejando de la gente que representan, y si estás lejos cómo vas a conocer sus problemas; y por ende si no conoces sus problemas cuándo se van a solucionar… nunca
Podemos también modificar las llamadas elecciones provinciales de medio término. Estamos votando cada dos años, esto conlleva a que año por medio, todas las fuerzas políticas destinemos una porción importante de nuestras energías y recursos para las elecciones, relegando muchas veces las necesidades de la gente, además de complicarle la vida con una votación cada dos años.
La política es irremplazable, pero debe ser austera. Los invito a que realicemos acciones que, sin lesionar la calidad institucional, respondan a la demanda ciudadana de bajar gastos innecesarios. Tomemos el modelo de otras provincias argentinas, en donde los legisladores provinciales inician y concluyen su mandato en la misma oportunidad en que lo hace el Poder Ejecutivo. Y se vota cada cuatro años. Votan los cargos provinciales, tanto legislativos como ejecutivos, todos juntos cada cuatro años, eso genera una economía de esfuerzos electorales y monetarios que redundan en beneficio de los ciudadanos.
Modifiquemos nuestro sistema electoral. No son compatibles con los tiempos que corren las boletas sábanas. Ni la Ley de Lemas. Recuerden los cuartos oscuros del pasado 11 de junio. Toneladas de papel apiladas en cientos de mesas tornaban una odisea para el elector poder encontrar la boleta deseada. Hay caminos para cambiar, la boleta única papel o el voto electrónico, cambios que permitan a todos los espacios políticos competir en igualdad de condiciones, con más transparencia y austeridad
Desde el punto de vista de la cercanía de los gobernantes con los ciudadanos, también creo muy importante una reforma constitucional que deba prever la figura de capitales alternas. A la ciudad de San Luis, hoy única sede constitucional del Gobierno, debe sumarse la posibilidad de establecer a Villa Mercedes y otras localidades del interior como capitales alternas del Poder Ejecutivo. Esto federaliza la gestión. Si todo el gabinete se traslada con cierta periodicidad a trabajar a diferentes localidades del interior, optimizamos la cercanía y la solución de los problemas. En mi caso particular, cuando fui gobernador, en los hechos lo hice y lo volveré a hacer en este nuevo periodo. Todos los jueves visitaba Villa Mercedes y volveré a visitar Villa Mercedes todos los jueves. Y todos los viernes, como ya lo hice, en un colectivo con el gabinete me van a encontrar recorriendo el interior. Ahora si le damos rango constitucional a la figura de las Capitales Alternas, ya no será voluntario para el gobernante, sino que será una obligación constitucional hacerlo. La cercanía, acorta las distancias, facilita poder dar soluciones más rápidas y poder interpretar los proyectos y sueños de cada ciudad o región de nuestra provincia.
Invito también al Poder Judicial a que trabaje en un proceso de revisión. Debe también acompañar este proceso de CAMBIO. La justicia, cuando no llega en tiempo y forma, no es justa. Lo vemos a diario, por ejemplo en hechos de inseguridad. El Poder Judicial debe revisar, corregir y trabajar para mejorar el servicio de justicia. Debe también garantizar la idoneidad de sus funcionarios y magistrados. Nunca Más funcionarios ingresando a ese poder del Estado sin demostrar las condiciones de idoneidad que requiere el cargo, porque lo termina pagando dos veces el ciudadano… dos veces…. una cuando le paga el sueldo al funcionario o magistrado con sus impuestos, y dos, lo paga también por el costo de la falta de justicia por no tener idoneidad quien la imparte.
Estos son solo algunos temas, que implicarán reformas legislativas y constitucionales que impulsaremos y consensuaremos a partir del próximo año.
Hay un viejo proverbio español que dice “no hay peor sordo que el que no quiere oír”. La gente se expresó en las urnas y se expresa en las calles. Nos piden CAMBIOS, que recuperemos la institucionalidad, que seamos austeros, que seamos eficientes en los servicios públicos y en el gasto público. Escuchemos el mensaje que nos dieron los sanluiseños y actuemos en consecuencia.
En segundo lugar, me referiré a nuestro principal motivo de gobierno, el cual será que “nuestros chicos crezcan y se desarrollen sanos”.
Las estadísticas oficiales nos marcan que estamos ante una tragedia social sin antecedentes en la historia reciente de nuestra provincia. Según el INDEC, el 47,3% de los hogares sanluiseños se encuentran bajo la línea de la pobreza. Según el INDEC, estamos en el podio de las tres provincias más pobres del país. Las mismas estadísticas que hace una década atrás indicaban que teníamos un tercio de pobreza en relación a la media nacional, hoy señalan que superamos en más de siete puntos a ese promedio nacional. Desgarrador indicador, que no es una simple cifra, sino que tiene rostros, tiene caras, de madres, de niños.
Y si analizamos el panorama en nuestros menores de 18 años, el horizonte es aún más dramático. Casi siete de cada diez niños, niñas y adolescentes viven en esos hogares pobres. Esto significa, que viven en hogares cuyos ingresos totales no superan el valor de la canasta básica, que ellos y sus padres tienen dificultades para enfrentar los gastos de alimentación, salud, vestimenta, educación y transporte, entre otros… además de la pobreza cultural, educacional, de futuro, de resignar sueños. Siete de cada 10 niños esta noche cena precariamente, su madre ni cena para cederle lo poco que tiene a su hijo como lo haríamos cualquier madre o padre, y los chicos van mañana a la escuela y se duermen en las primeras horas de la jornada porque tienen hambre. Recién cuando toman la copa de leche reaccionan, y quizás esa copa de leche sea la única comida del día.
Hace 10 años, cuando tuve el honor de gobernar San Luis, esta situación no existía, porque no convivíamos con un tejido social y familiar roto y degradado. Hoy es una realidad. Y hay que reconocerlo y encarar el tema.
El cambio que votaron los sanluiseños nos impone la obligación ética, moral y republicana de asegurar que nuestros hijos crezcan y se desarrollen sanos, será el objetivo principal de estos cuatro años. Mi norte estará allí, ése es el objetivo.
Y para ello los chicos deben crecer en un entorno saludable, con sus padres con un buen trabajo, con acceso al servicio de salud pública, poder jugar en la calle o en la canchita del barrio sin miedo a que te roben, acceder a una educación de calidad, acceder a una vivienda digna, evitar que caigan en la droga, sacarlos de la calle.
Y si aseguramos esos derechos para los más pequeños, estaremos asegurando esos mismos derechos para sus padres, para sus abuelos y para toda la sociedad. Estaremos asegurando el presente y el futuro de San Luis. Si eso no pasa, si dejamos todo como está, no hay esperanza de que lleguemos a estar mejor.
Entonces vamos con todo a cuidar de la primera infancia, la niñez, la adolescencia y en definitiva cuidar de la familia sanluiseña, y esto supone un abordaje integral.
Primera Infancia: Vamos a desarrollar a lo largo y lo ancho de toda la provincia las políticas públicas necesarias que nos permitan asegurar el cuidado de nuestros niños desde el momento de su concepción y durante los 1.000 primeros días de vida.
Vamos a habilitar jardines maternales que nos permitan cobijar a nuestros hijos desde los 45 días de vida hasta los tres años de edad. Poder dejar a un pequeño desde sus primeros meses de vida al cuidado de profesionales, en un ambiente saludable y con la certeza de que recibe los nutrientes que necesita para desarrollarse, permitirá a sus madres poder continuar con su necesaria vida laboral o académica, con la tranquilidad de que su bebé ha quedado en buenas manos durante unas horas al día. Vamos a comenzar esta política de jardines maternales a partir de las zonas más vulnerables.
Educación: Vamos a fortalecer el Nivel Inicial educativo, multiplicando la oferta de salas de tres años. Construiremos y adaptaremos todas las salas de tres años que sean necesarias, para así poder garantizar el derecho a la educación desde los tres años, comenzando primero por los barrios más vulnerables.
Vamos a fortalecer la educación primaria de nuestros chicos, la educación secundaria, y la formación de nuestros docentes.
La educación es la herramienta más poderosa que tenemos para comenzar a cambiar esta realidad, el instrumento de movilidad social más efectivo que tenemos para cambiarle la vida a los sanluiseños. Será la madre de las políticas públicas de nuestro gobierno. Vamos a ordenar el sistema educativo. Hoy es un desorden total. Ordenar ya será un 50% de la solución.
No podemos proyectar un futuro si seguimos mirando para otro lado cuando las estadísticas indican que sólo el 50% de los chicos de 10 años comprenden lo que leen, o que uno de cada diez sanluiseños termina el secundario en el tiempo proyectado. Vamos a desarrollar un ambicioso proyecto de alfabetización inicial, que año tras año mejore esos indicadores.
Y personalmente visitaré como mínimo una escuela por día durante los cuatro años de mi gobernación. Para ver con mis propios ojos la evolución de todas estas políticas.
Salud: Necesitamos recuperar el sistema de salud, poniéndolo al servicio del ciudadano. Vamos a cuidar toda la infraestructura hecha, pero la vamos a poner en funcionamiento, al servicio de los vecinos. De nada sirve construir un gran edificio si en su interior no hay un eficiente servicio de salud. De nada sirve tener una Ferrari último modelo como el Ramón Carrillo y que funcione como un viejo auto usado. Vamos a hacer andar la Ferrari como una Ferrari. Con un criterio de hospital público, no privado. Y vamos a ordenar el sistema de salud. Porque es un total desorden. Tenemos un gran Hospital Central totalmente disociado con los hospitales del interior y los centros de salud barriales. No funciona eso, si todo es un único sistema de salud, obviamente quien se perjudica es el ciudadano.
Debemos recuperar el sistema de atención primaria de la salud, o mejor dicho y como me han escuchado decirlo tantas veces, quizá de un modo mucho menos técnico y más campechano, el 90% de los problemas de salud de nuestros chicos, de los sanluiseños, se deben prevenir y curar o atajar en el barrio. En los CAPS del barrio, en el hospital del barrio o del pueblo, y lo que no pueda atenderse en ese nivel se derivará al Ramón Carrillo, donde lo deberán estar esperando al paciente porque ya tiene que tener el turno sacado desde el centro de salud de su barrio, y lo atenderán sin tanta burocracia. Lo atenderán con la sensibilidad que requiere un ciudadano que no va al hospital a una fiesta, va porque está enfermo, va con la angustia de un hijo enfermo. Quiero remarcar que el Ramón Carrillo tiene que atender a todos, tenga obra social o no la tenga, luego el Estado se encarga de cobrarle a la obra social lo que corresponda. Pero la regla general es que será un hospital público, no privado.
Seguridad: Llego a esta Asamblea Legislativa con el mandato de nuestro pueblo de cambiar una realidad que nos duele. Hoy los delincuentes han ganado las calles y nos alteraron la paz social, la paz familiar. Más aún, la falta de políticas públicas de seguridad ciudadana permitió que la sangre de nuestros hijos pueda escurrirse impunemente por un par de zapatillas, por una bicicleta, por un celular, o por una mochila. O que una pequeña desaparezca delante de los ojos de todos, sin que nadie la vea, sin que nadie pueda darnos una respuesta.
Vamos a recuperar la tranquilidad de la calle para que nuestros chicos puedan ir y volver caminando a la escuela o al club o a la plaza o a una reunión de amigos. La calle será para los que trabajan, para los que estudian, para los que deciden vivir en paz. La calle es nuestro lugar de encuentro como sociedad. Nunca más la calle en manos de los delincuentes y vendedores de drogas. Vamos a recuperar la tranquilidad que caracterizó a San Luis, vamos a recuperar la calle para los que decidimos vivir dentro de la ley.
Con la ley y la Constitución en la mano, vamos a combatir a la delincuencia y a los vendedores de drogas. Lo haremos dotando de tecnología adecuada, profesionalizando, capacitando y respaldando a nuestros agentes de seguridad; y coordinando las acciones con las policías de provincias vecinas y las fuerzas federales. Es la única provincia donde Gendarmería Nacional tiene vedado el ingreso. Vamos a permitir que Gendarmería ingrese a la provincia para que nos ayude a luchar contra la delincuencia y el narcotráfico.
Vivienda: Vuelve el acceso a la vivienda en San Luis. El Papa Francisco supo decir que “Familia y casa van juntos. Es muy difícil llevar adelante una familia sin una casa propia”. Nuestra decisión es cuidar de las familias sanluiseñas, familia y casa propia van de la mano. El Estado deberá recuperar el rol perdido de facilitar el acceso a la vivienda propia y digna, y hacerlo de una manera transparente. Realizaremos en los próximos meses un gran Censo Habitacional para saber dónde estamos parados, y definiremos diferentes líneas de acción para facilitar el acceso a la vivienda digna. Promoveremos un “Compre Local” en los materiales e insumos, trabajadores de San Luis, empresas de San Luis y generaremos además de cumplir con el sueño de la vivienda propia, un circuito virtuoso en nuestra economía y en el trabajo local. Además, desarrollaremos un gran programa de regularización dominial y de escrituración de viviendas, con el cual facilitaremos a miles de familias ordenar sus títulos de propiedad, tener la escritura de su casa, dando seguridad jurídica y seguridad a nuestros hijos y nietos.
Deporte/Cultura: Tenemos que sacar a los chicos de la calle. Nuestros chicos deben estar en la escuela, haciendo deporte o haciendo actividades culturales y recreándose sanamente. Vamos a trabajar en las redes de contención que necesitan nuestros chicos. Nuevamente el deporte será una política de Estado, es una herramienta que nos permite el aprendizaje de hábitos saludables de vida, de los valores de la amistad y la solidaridad. También promoveremos las actividades culturales en nuestros chicos, que generan la misma sinergia positiva que la que produce el deporte.
Adicciones: Vamos a tomar cartas en el asunto. Es un tema que se esconde debajo de la alfombra y que tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años: vamos a trabajar fuerte en la prevención y en la asistencia a las adicciones. En los próximos días conformaremos el Consejo Provincial de Prevención y Asistencia a las Adicciones, donde el Estado participará e invitará a los cultos, a las ONG que abordan estas temáticas, al voluntariado, para abordar este flagelo que enferma a nuestros chicos y destruye a las familias.
Discapacidad: Otro tema que pondremos en la agenda pública. Le daremos un rango muy relevante en nuestro gobierno al abordaje de las personas con discapacidad. Son sanluiseños que merecen tener todos los derechos y estar totalmente incluidos. Existirá una Secretaría de Estado (con rango de Ministerio) de Personas con Discapacidades que se dedicará exclusivamente a esta temática. Será el primer caso del país de existencia de una Secretaría de Estado, lo cual muestra la importancia que le daremos.
Todo esto contribuirá al objetivo principal de nuestro gobierno, que es que nuestros chicos crezcan y se desarrollen sanos. Con apoyo en la primera infancia, con una escolarización temprana, con una fuerte política de alfabetización inicial, con un secundario preparado para la salida laboral o el estudio superior, con acceso a la salud, cuidándolo de las drogas, evitando que le roben a él o a sus padres, facilitando a su familia el acceso a la vivienda. Así vamos a lograr que nuestros chicos se desarrollen sanos, y por supuesto, generando trabajo para sus padres. Y en esto tenemos que reflexionar el rol que cumple el sector privado de San Luis.
El sector privado y el trabajo
El nuevo generador de trabajo en San Luis debe ser el sector privado. Deberemos generar las condiciones necesarias para que el sector privado crezca y genere nuevos y mejores puestos de trabajo. Debemos volver a apoyar a los emprendedores. Y esto no es un River-Boca, un sector público vs sector privado. No. San Luis debe tener un sector público tan grande como se necesite para prestar sus servicios con eficiencia y calidad; y un sector privado tan grande como se pueda, para generar nuevos y mejores puestos de trabajo. Actualmente, los indicadores relacionados con el sector privado no son alentadores. Las estadísticas nacionales señalan que la pérdida de empleos formales en San Luis está muy por encima de la media nacional. En los últimos 8 años, el tamaño del Estado provincial se triplicó, y el sector privado se achicó. Lo que tenemos que entender es que si se nos sigue cayendo el sector privado, que es el que paga los impuestos, se terminará precarizando el sector público. Por eso debe crecer el sector privado en San Luis. Y en San Luis tenemos todo para aprovechar las oportunidades que estamos desaprovechando.
Nuestra vocación es trabajar a la par de los empresarios y emprendedores de las industrias, del turismo, del campo, de la agroindustria, de las energías renovables, de las industrias del conocimiento, juntar los diferentes eslabones de la cadena de valor, agregar valor en la provincia. El objetivo final será generar nuevos y mejores puestos de trabajo.
El próximo sábado 16 de diciembre a las 10:00 pondremos en marcha el Consejo Productivo Provincial. Conformaremos mesas sectoriales público-privadas, y rearmaremos el mapa productivo de la provincia distribuido en diferentes regiones geográficas con afinidad productiva. Y comenzaremos a trabajar para solucionar los problemas y trabajar para el crecimiento de cada sector, en cada rincón de la provincia.
Estado y sector privado, juntos, para generar puestos de trabajo genuinos, sostenibles en el tiempo y bien remunerados.
Un párrafo de la transición
Después de haber pasado seis meses del acto electoral que me consagró como nuevo gobernador de la provincia de San Luis quiero presentar ante esta honorable Asamblea Legislativa toda la información oficial recibida durante la transición de gobierno, respecto del estado actual de la administración.
(El gobernador muestra una hoja en blanco) Esta fue la transición. Cero.
Lamentablemente me hubiera gustado tener una transición ordenada y coordinada. Lo intenté, no pude. Y esta falta de transición no me perjudica a mí, sino a todos los sanluiseños. Yo desconozco si mañana los hospitales abren sus puertas con o sin medicamentos en stock, desconozco cuáles escuelas hay que arreglar urgente para poder comenzar las clases el año que viene, desconozco si los patrulleros tienen el seguro al día o se les venció hoy, etc, etc. Cuando uno habla de transición, de eso hablamos.
Partiendo de la base de que nuestra provincia tiene el peor indicador de transparencia presupuestaria nacional, no tenemos certezas sobre en qué escenario estamos parados. No conocemos los números, no hay información oficial y del manejo de los recursos públicos, los datos objetivos matan al relato
Según los datos oficiales de las últimas cuentas de inversión de la provincia (balances de los últimos años) y de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales del Ministerio de Economía de la Nación, la provincia está en déficit y probablemente estemos parados hoy sobre una tragedia financiera sin precedentes para los sanluiseños. El mismo ministro de Hacienda saliente, en un medio de comunicación informó ayer que la provincia tiene un déficit para diciembre de 37.500 millones de pesos, es decir los gastos del mes diciembre superan a los ingresos en 37.500 millones de pesos, según el ministro. Ni hablar si proyectamos ese rojo para todo el año 2024.
No es mi objetivo hablar sobre el estado de la administración, por el simple hecho de que no conozco cuál es el estado. Nos vamos a tomar tres o cuatro días para ver dónde estamos parados, e informaré al pueblo de la provincia de San Luis un primer reporte sobre el estado financiero en el que recibimos la provincia. En estos 3 o 4 días realizaré la transición con los mismos empleados públicos, quienes me ayudarán a conocer el estado de situación de la administración. Haremos la transición con ellos. Y según me anticiparon, tienen muchísimas cosas para contarme.
Las finanzas sanas de la provincia siempre fueron nuestra mayor fortaleza, ya que nos daban independencia económica, soberanía política y nos permitían desarrollar la justicia social. Tengo fundados elementos para creer que nuestras finanzas provinciales pasaron de ser nuestra mayor fortaleza como provincia a ser nuestra mayor debilidad.
Lo que sí puedo decirles, y se los garantizo cualquiera sea la magnitud de la crisis financiera, es que nada ni nadie me va a detener en materializar el cambio que los sanluiseños eligieron para su futuro.
Atributos
Para finalizar quiero hacer una pequeña mención a los atributos que me acompañan en esta asunción. La banda y el bastón. El Gobernador saliente no usó nunca estos atributos ya que los consideraba un privilegio en relación a los demás ciudadanos de San Luis.
Soy respetuoso de su decisión personal de no usar estos atributos.
La tradición desde el nacimiento de nuestra provincia como estado reconocido, en los albores del siglo XIX hasta el diciembre del 2015, los gobernadores siempre han utilizado sus atributos. El mismo pueblo le otorga estos atributos.
Yo voy a retomar esa tradición, no los considero un privilegio, entonces cuando un ciudadano me vea en un acto público o en la calle con los atributos, rápidamente me podrá reconocer e interpelar sobre aquellas cosas que estamos haciendo mal. Yo quiero que me ubiquen fácilmente, para saludarme o para reclamarme o criticarme.
No considero el uso de la banda y del bastón un privilegio. Privilegio es que el Estado pague un avión privado para cada vuelo del Gobernador, privilegio es que el Gobernador disponga de millones de pesos para gastos reservados que no requieren rendición. Nunca más estos inmorales privilegios en cabeza del Gobernador de San Luis cuando 7 de cada 10 chicos viven bajo la línea de la pobreza.
Agradecimientos
No puedo dejar de agradecer a todos los hombres y mujeres que me acompañaron en esta noble causa desde hace ocho años. Éramos un puñadito de hombres y mujeres. Éramos 11. Un equipo de fútbol sin suplentes. Gracias a los que se fueron sumando con los años. Todo nos costó mucho esfuerzo, era jugar el partido siempre con la cancha inclinada (nosotros teníamos que meter el gol en la parte alta de la cancha), pasamos alegrías, tristezas, triunfos y derrotas, pero siempre con la cabeza bien alta, con la constancia, la perseverancia y con las convicciones intactas de que estábamos en el camino correcto. Y llegamos…
Le digo al pueblo de San Luis, mirándolos a los ojos, a todos, a los que me votaron y a los que no me votaron, porque voy a gobernar para todos, les digo que esa misma perseverancia, constancia y convicción voy a poner todos los días para que los sanluiseños sean cada día un poco más felices.
Gracias a mi familia, a mi esposa Sandra, a mis dos hijos, Federico y Victoria, por el aguante, por bancarme y por bancarse tantas cosas, sin ustedes yo no hubiera podido. Gracias a mi hermano Quique, aquí presente, a mi hermano Jorge que me banco físicamente hasta donde pudo, hasta hace dos años, y hoy me banca y me ilumina desde el cielo, gracias a mis padres por el ejemplo y el jugo de familia que siempre nos inculcaron.
Gracias al pueblo de San Luis, soy un agradecido al pueblo de San Luis, un pueblo tan noble…. a todos ustedes les digo que tengo unas ganas bárbaras de gobernar la provincia, que me preparé para este desafío, que no soy un improvisado, que soy un ser humano que tendré aciertos y errores, pero siempre les hablaré con la VERDAD. Y que tengo una enorme esperanza y optimismo de que juntos vamos a recuperar los sueños que postergamos.
La esperanza le va a ganar a la resignación, Tenemos una provincia hermosa, tenemos todo para crecer, metámosle pata.
Que el Cristo de la Quebrada y el Señor de Renca iluminen a San Luis.