La Escuela de Música de la ULP cerró el año con un show que deslumbró a más de 2500 espectadores

El evento se dividió en dos presentaciones, en las que actuaron 650 alumnos de todas las edades.

La Escuela de Música de la Universidad de La Punta y el Coro ULP cerraron el año con “Gracias a la música”, un espectáculo que reunió este viernes a más de 650 alumnos en el escenario del Cine Teatro San Luis. El evento demostró, a los más de 2500 espectadores, la evolución actoral y artística de los estudiantes. Niños, jóvenes y adultos que eligieron la escuela para formarse y pulir su talento.

“Yo vengo de una familia musical. Mi abuelo era tenor, mi tía abuela violinista y mi papá toca el piano, la guitarra y canta muy bien. La música y la docencia siempre han ocupado un lugar muy importante en mi vida”, comentó la nueva rectora de la ULP, Eugenia Catalfamo. Y agregó: “Para mí escuchar al Coro ULP y ver los artistas en escena fue una experiencia hermosa y ahora también es una responsabilidad muy grande, porque el objetivo está en poder mantener estas políticas universitarias inclusivas para toda la sociedad”.

La primera presentación del show inició a las 16:00 y la segunda a las 20:00. “Gracias a la música” fue el resultado de ensayos que comenzaron en octubre y del trabajo en equipo de docentes, guionistas y técnicos. “El brillo de los coreutas, actores y cantantes lo hicieron único”, explicó la docente de teatro, Katya Guzmán.

Al hablar sobre la trayectoria de la escuela, Susana Torres, secretaria de Extensión de la ULP, destacó: “Es muy significativo poder estar en este teatro, ya que cuando comenzamos en el 2018 éramos una escuela pequeña de talleres. Maduramos, trabajamos y la escuela tuvo un proceso de expansión, con estudiantes que adquirieron un verdadero sentido de pertenencia. En el inicio nos planteamos el sueño de ser un semillero de artistas, hoy, en este teatro, pudimos ver que se concretó”.

Los protagonistas y sus papás

“Ensayamos mucho, primero con guiones y después sin papeles. Yo interpreté primero a una maestra y en otra escena a una mamá. Al principio me dio mucha vergüenza subir al escenario, por la cantidad de gente, pero después lo disfruté y me emocioné al ver a mis papás”, contó Ariana Formento, alumna de 11 años del taller de teatro.

“Toco la batería y la guitarra, mi papá es músico y de ahí viene mi amor por la música. Al principio fue difícil, pero hoy subí al escenario y pude tocar Bitter Sweet Symphony”, dijo emocionada Kelaya Reynoso.

Además de los estudiantes, los que mostraron su orgullo fueron los padres y familiares. Maricel, madre de Kelaya, resaltó el talento de su niña y agradeció contar con una institución que brinda acceso gratuito a la comunidad.

Nota y fotos: Prensa ULP