Con su tercera edición, el Congreso Provincial de Derechos Humanos para Jóvenes se consolidó como espacio de reflexión e intercambio

Participaron más de 400 estudiantes de escuelas secundarias. En esta oportunidad se abordaron los derechos de los consumidores y las políticas públicas. El equipo organizador anticipó que en agosto se realizará el cuatro encuentro.

El primer destino fue la Casa del Poeta, en Merlo, en marzo de este año. El segundo, la Casa de la Cultura en Villa Mercedes, en abril. Y este miércoles 27 de mayo, el Congreso Provincial de Derechos Humanos para Jóvenes se desarrolló en la sala “Hugo del Carril”, en el Centro Cultural Puente Blanco de San Luis.

Este encuentro que tiene carácter itinerante y que prevé recorrer toda la provincia, estuvo destinado a promos y prepromos de escuelas secundarias del departamento Pueyrredón, que mostraron gran aceptación con la propuesta, ya que la sala estuvo llena.

En la organización de esta actividad trabajaron los ministerios de Gobierno, Justicia y Culto y de Educación, además de la Secretaría de las Juventudes, el Consejo Estudiantil Provincial (COEP), y la Secretaría de Cultura, que brindó el espacio.

Hubo tres paneles: Derechos Humanos, Política y Estado (a cargo del abogado y concejal por la ciudad de San Luis, Alejandro Cordido, y Malena Cristino, presidenta del centro de estudiantes del Centro Educativo “Maestras Lucio Lucero” y directora del COEP); Derechos de los consumidores jóvenes (tema abordado por los abogados Alberto Montiel Díaz y Ana Paula Mir, con amplia experiencia desde su trabajo en el ámbito público) y Juventudes y Políticas Públicas (con la palabra de la senadora nacional por San Luis, Eugenia Catalfamo, y el actual secretario provincial de las Juventudes, Emiliano Blanco).

Hablar de derechos humanos siempre es importante, no solo para las juventudes, sino para la ciudadanía en general, afirmó el jefe del programa Derechos y Garantías Constitucionales del Ministerio de Gobierno, Justicia y Culto, Mariano Barrera. “Puntualmente, respecto a este congreso, el objetivo es que las juventudes reflexionen sobre los derechos que tienen, que muchas veces no ejercen por no conocerlos. De ahí parte nuestra necesidad, y hay una reciprocidad, ya que las y los chicos muestran interés en participar, en interactuar con los disertantes e interiorizarse en lo que les compete”, dijo Barrera.

Por su parte, el director provincial de Derechos Humanos, Diego Ochoa, consideró que todos los ejes propuestos se traducen en políticas públicas, y que en ello radica el valor de poder hablar y discutir sobre ello. “Es muy necesario dialogar, no solo con la sociedad en general, sino con nuestras juventudes en particular, sobre cuáles son sus expectativas, necesidades y derechos que tenemos que proteger y fortalecer en el presente y en el futuro”, dijo.

“Este año se cumplen 40 años ininterrumpidos de democracia, y es importante hablar de ello, del porqué de esta conmemoración y qué pasó antes de 1983. También del rol de las juventudes durante la última dictadura. Socialmente hablando, las juventudes siempre están al pie del cañón. Un gran ejemplo son los centros de estudiantes, que son organizaciones que tienen una esencia democrática y participativa y cambian las realidades de San Luis y el país”, refirió la disertante más joven, Malena Cristino.

Tatiana Bonilla es de la prepromo de la Escuela “Mauricio Pastor Daract” de San Luis y dio su opinión sobre el encuentro: “Me pareció muy buena la idea de hacer este congreso para poder hablar sobre nuestros derechos. Con mis compañeros somos muy unidos, así que nos pareció una linda oportunidad para participar juntos. Soy de la orientación Técnico en Administración de Empresas, así que en lo particular me interesó mucho lo de derechos de los consumidores, me sirve mucho”.

Mateo Arias, de la promo “Keufarios”, asistió junto a su preceptora Marisa y unos 30 compañeros de la Escuela “Bartolomé Mitre” de San Luis Capital y comentó que el eje que le pareció más interesante fue el primero, en el que se habló de la última dictadura militar. “Es importante que conozcamos nuestra historia y nuestros derechos. También poder ejercer la libertad de expresión, poder plantear en el congreso lo que uno piensa o las necesidades que tenemos”, dijo Mateo.