EN EL DÍA DE LA PATRIA
Tras 107 años de esfuerzos, la biblioteca popular de Concarán inauguró su edificio
Fundada el 25 de mayo de 1916, la emblemática institución “Dora Ochoa de Masramón” pudo concretar este sueño, gracias al aporte de los diferentes organismos gubernamentales y con las colaboraciones de la comunidad.
De manera oficial, este proyecto comenzó a gestarse a fines del siglo XIX hasta fundarse el 25 de mayo de 1916, con el nombre de biblioteca popular “Bernardino Rivadavia”. Luego, para el centenario, pasó a llamarse “Dora Ochoa de Masramón”, en homenaje a la maestra, escritora e investigadora nacida en la localidad que integró la comisión al igual que el reconocido escritor y docente, Polo Godoy Rojo.
“Por primera vez, en nuestros 107 años de historia, contamos con un edificio propio. Antes la biblioteca funcionaba en casas prestadas y en el salón municipal. Era un sueño largamente esperado, estamos muy felices porque es un espacio muy grande y tenemos más de 15.000 libros inventariados con obras para todos los gustos. A principios de junio abriremos porque tenemos que terminar de trasladar y ordenar los libros”, explicó Leticia Codazzi, presidenta de la comisión desde 2011. Al acto, realizado el pasado jueves a la siesta, asistió también el responsable de Patrimonio Histórico y Cultural, Gerardo Masman, quien representa a la provincia ante la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).
Esta concreción se hizo posible a través del apoyo de la CONABIP y del Gobierno de San Luis, por medio de la Secretaría de Cultura. También, la inauguración despertó expectativas y proyectos en la localidad. En ese sentido, alumnos de diferentes instituciones y grados formaron un pasamanos para trasladar los libros de un edificio hacia otro. Además, la construcción contó con la participación de los vecinos quienes aportaron materiales y mano de obra para la centenaria institución, ahora ubicada en calle San Martín, entre gobernador Elías Adre y Sarmiento.
“Los niños y niñas de jardín estuvieron muy entusiasmados por el pasamanos, era como si descubrieran nuevos tesoros”, destacó Codazzi. Así, el nuevo edificio se erige no sólo como un faro de sabiduría e imaginación, sino también como un puente entre generaciones y desafíos compartidos.
Nota: Prensa Secretaría de Cultura.
Fotos: Cultura/ Biblioteca “Dora Ochoa de Masramón”.