Emprender y cuidar el ambiente: el cactus como alimento, combustible y forraje

El proyecto de Mercedes “Cacho” Lebri fue una de las cinco propuestas seleccionadas por la Secretaría de Ambiente con el objetivo de impulsar y acompañar los emprendimientos que contribuyen desde iniciativas individuales y/o comunitarias al cuidado del entorno natural puntano, entregando aportes no reembolsables de hasta $1.000.000. Bajo el nombre de “La Marina”, a través de la producción del cactus opuntia, también conocido como penca o nopal, desarrollar su uso como alimento, combustible en forma de brinquetas y forraje.

“Esta planta es originaria de América y crece en forma silvestre en zonas áridas, no depende del agua para sobrevivir y las características del suelo y clima de San Luis es apropiado para su desarrollo”, contó “Cacho” Lebri quien destacó que el cambio climático y la creciente amenaza de las sequías son razones importantes para promover su cultivo en muchas áreas.

Las afirmaciones de Lebri tienen sustento en la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) que declaró al nopal como “el alimento del futuro”. Su gran resistencia la convierte en un alimento útil de último recurso y parte integral de los sistemas agrícolas y ganaderos sostenibles.

“Se hacen mermeladas, conservas, salsas, paté, jugos frescos y en polvo, bebidas alcohólicas, néctares y jarabes por ejemplo; como forraje se emplea para alimentar ganado caprino, bovino, ovino y porcino, así como aves de corral y conejos, debido a que constituye una fuente alternativa muy útil en tiempos de sequía y a que aporta energía digestible, agua y vitaminas”, detalló este emprendedor que produce algunos derivados del “árbol de la tuna” al tiempo que desarrolló en forma experimental un bizcocho para la ingesta animal.

La opuntia se presenta además como una forma amigable con el planeta de producir energía renovable. “La producción de biomasa para energía renovable con la penca consiste en moler todos los desechos orgánicos de poda, troncos, se hace una pasta con el mucílago y toda la fibra y eso se amalgama, se moldea, se estaciona luego se usa como combustible para generar energía calórica”, describió “Cacho” Lebri que utilizará el dinero para comprar algunas herramientas y elementos necesarios para llevar adelante su iniciativa.

“Estamos muy expectantes por darle forma y continuidad a este proyecto que puede generar trabajo, ofrecer una alternativa de alimentación y la gran atracción hacia el turismo que genera los productos autóctonos en una provincia que invirtió fuerte en infraestructura y que puede vivir tranquilamente de él. Cualquiera de los ejes en que se basa mi propuesta apunta a lo sustentable y sostenible”, cerró “Cacho” Lebri.

Nota, fotos y video: ANSL.