JUEGOS BINACIONALES
“La actitud y el espíritu de nuestros deportistas marcaron la diferencia”
Arribaron a suelo puntano los deportistas que posicionaron en lo más alto a la provincia. Las estrellas de un enorme nivel ya están en casa y vivieron el cálido recibimiento del pueblo que los vio nacer y coronar de gloria la historia de un país entero.
Fiama Carrillo tiene 17 años y es nadadora profesional, el deporte que enciende su alma le regaló otra alegría para su colección. “Estoy muy contenta la verdad, son muchas cosas las que conforman este desenlace. La actitud y el espíritu de nuestros deportistas marcaron la diferencia. Además, el apoyo del grupo es tan importante como la disciplina”, indicó.
Contra cualquier obstáculo ellos pusieron el mayor esfuerzo, las vivencias dejarán una huella en la carrera de estos deportistas que cruzaron todo límite geográfico y competitivo. No es casualidad que San Luis lidere un medallero que pone al deporte provincial en la mira internacional y cabe preguntarse si este hito representado en una bandera volverá a revolucionar con una montaña de triunfos la escena de los Binacionales.
Santiago Milograna y Juan Amaya son aficionados del handball, ambos proporcionaron una evaluación importante sobre el significado que tuvo para ellos el acontecimiento. “Estamos muy felices por cada logro deportivo y de ver que la gente nos recibió así, es impresionante. Algo histórico, nunca nos había pasado y jamás imaginamos tener este hermoso recibimiento”, señalaron.
Las relaciones entre políticas de Estado, deportistas y familias busca perpetuarse, desde que esta trilogía alimenta cada joven sueño puntano la cosecha de los triunfos no se detiene. “Le debemos esto a la influencia del gobierno en el deporte, al entrenador y a cada uno de nosotros que se perfeccionó para obtener mejores resultados. Es un logro del equipo, pero más aún de los que juegan, compiten y se esfuerzan para que hoy vivamos esto”, expresaron los jugadores agradecidos de manifestar al menos un puñado de las sensaciones que atraviesan.
Los finales felices sí existen, la celebración culminó con una trascendencia épica del público. Las y los protagonistas iluminaron como un sol las calles repletas de miradas que aplaudían al son de las bocinas, banderas y silbidos. En el viaje de vuelta no hubo nervios ni ansiedad, ahora la excedida emoción emerge de los corazones albicelestes como nunca antes.
Nota, fotos y video: ANSL.