“La Feria nos ayudó a que nos conozcan”

Mónica Potes y Ricardo Barcos, productores de “Manjares de la Punta” fabrican diferentes tipos de alfajores artesanales con sabores innovadores y venden, principalmente, por pedido. Su participación en la Feria Industrial les permitió vender toda la mercadería y, además, generaron nuevas oportunidades de negocios.

La Feria Industrial convocó, no solo a grandes empresas y marcas de nuestra provincia y la región, sino que además fue una oportunidad para muchos pequeños y medianos productores y/o emprendedores para darse a conocer, para vender lo que realizan y para generar nuevos vínculos.

Uno de estos casos, fue el de los productores de la ciudad de La Punta, Mónica y Ricardo, quienes desde hace un tiempo fabrican alfajores artesanales que ya son reconocidos por sus sabores únicos como el de Fernet, frutos rojos o Baileys.

Sobre sus comienzos, Mónica cuenta que empezó haciendo alfajores de maicena para un negocio que tenía Ricardo, su socio en este emprendimiento. “Cómo todo el mundo hacía alfajorcitos de maicena, quise ver de hacer algo nuevo así que investigué y probé con los alfajores tipo marplatense. Él cerró el negocio, siguió trabajando con los alfajores e incorporamos muchos más sabores, y comenzamos a participar en las ferias”, contó con entusiasmo.

Los alfajores que realizan son muy variados, y en algunos casos, cuidan mucho el secreto de sus ingredientes que los hacen únicos. “Llegamos a hacer nueve variedades” contó Ricardo. Hay de sabor a galletas Oreo, un clásico como el marplatense, el de dulce de leche, el de fruta común que es relleno de membrillo también con baño blanco, el de frutos rojos, el de sabor a Baileys que está relleno con, entre otras cosas, chocolate, dulce de leche y licor Baileys, el de fernet, entre otros.

Participar en las ferias suma

Ambos emprendedores coinciden en que participar en las ferias es importante ya que los ayuda a hacerse conocer y vender sus productos. “Al principio, nosotros intentamos ir a la feria de Potrero, de artesanos y no pudimos vender allí. Entonces, nos juntamos un montón de emprendedores, de artesanos y nos quedamos en la calle, en la esquina. A veces llovía, nos mojábamos un poco o hacía mucho calor, hasta que nos informaron sobre el Programa Góndola San Luis y nos incorporamos”, recordó Mónica.

Además le significa una ayuda importante contar con estas posibilidades ya que “Góndola San Luis” aglutina productores y emprendedores de distintos puntos de la provincia. “Ellos nos dan la oportunidad de ir y vender y que nos conozcan en distintos lugares. Nos cuidan, nos tratan bien, nos invitan a las ferias”, destacó la emprendedora.

Con respecto a la Feria Industrial, para ellos fue una experiencia sumamente satisfactoria, a pesar de que Ricardo al surgir la propuesta de participar se lo cuestionó por lo que implicaba viajar todos los días. Fue Mónica quien lo convenció de ir. “Nos preparamos de entrada, yo decía hacemos 600, 700 alfajores. Va a sobrar para cuatro días de acuerdo a los pensamientos de otras ferias, y mi señora decía, no, tenemos que hacer mil, y terminamos haciendo unos 600”, recordó Ricardo.

Sin embargo la sorpresa fue grande porque esa mercadería se vendió y tuvieron que regresar a San Luis a fabricar más alfajores. “El sábado, tuvimos que venir de allá (Villa Mercedes) cansados, a armar más alfajores para poder tener para el domingo. Y ese último día, terminamos con un solo alfajor de maicena, que también se vendió, fue un éxito rotundo”, destacó con emoción la feliz anécdota.

A estos emprendedores, como tantos otros, la Feria Industrial les facilitó oportunidades que en otro ámbito son más difíciles de encontrar. Hasta les permitió expandir horizontes, como el caso de una clienta que les llevó una caja para probarlos un día, y luego terminó comprando al día siguiente once cajas para llevarlas a Estados Unidos. “Realmente, la Feria nos ayudó a que nos conozcan. Aunque algún día vendamos menos, no importa, nos conocen. Es como tener varios negocios en distintas partes de San Luis, cada vez que vamos a un lado ese es nuestro local portátil vamos a otra feria y tenemos otro local portátil y así nos vamos distribuyendo y nos van conociendo en todos lados y abrimos boca de venta”.

Por último, Mónica contó emocionada lo que fue el último día de ventas en el stand de emprendedores de la Feria Industrial “cuando vimos que los demás vendieron todo igual que nosotros, nos dio gran alegría porque todo esto es mucho trabajo, mucho esfuerzo, muchas horas, días de trabajo, pero no solo para nosotros, sino para todos los que fuimos. Así que un orgullo haber estado en esa feria”.

Nota y fotos: ANSL La Punta.