CULTURA
Este lunes se festeja el Día Mundial del Teatro
Tres artistas locales compartieron sus vivencias y sueños en esta fecha especial, establecida por la UNESCO, a través del Instituto Internacional del Teatro. Además, destacaron la sinergia y el florecimiento de la escena puntana.
Sinergia teatral y alegrías compartidas
“El teatro llegó en mi más tierna infancia, porque tuve la fortuna de asistir a las escuelas de estética en la provincia de Buenos Aires, donde había un taller de expresión corporal. Esa fue como una puerta de entrada al teatro. Después, durante la secundaria, formé parte del elenco estable de la Escuela ‘Mariano Moreno’, donde presentábamos todos los años alguna obra. Esos fueron mis comienzos, de manera intuitiva, lúcida, si se quiere”, contó la dramaturga, productora, investigadora teatral y licenciada en Letras, Yamila Grandi.
“Luego, me empecé a formar en teatro, mientras estudiaba Letras, en la Universidad de Buenos Aires. Y con esta formación descubrí muchísimos mundos, diferentes escuelas y enfoques tanto desde el trabajo en escena como desde las perspectivas teóricas”, indicó.
“Hoy por hoy, además de ser un espacio de placer, alegría y juego para compartir, el teatro es mi oficio para ganarme la vida y alimentar a mis hijas con alegría, y eso es un regalo”, expresó Grandi que vive hace nueve años en San Luis.
“En cuanto a la escena puntana, veo un florecimiento tanto en las producciones como en la circulación teatral, se empieza a mover una sinergia muy interesante y entiendo que eso tiene que ver con el impulso que le da el Instituto Nacional de Teatro”, destacó.
“Y me hace muy feliz ser parte de estas movidas que se empiezan a cruzar, veo avances en el estudio del teatro puntano, desde los proyectos de investigación de la Universidad Nacional de San Luis. Se están empezando a ver los frutos de años de trabajo”, consideró la artista que integró el jurado de la Fiesta Provincial del Teatro, edición 2022.
Del banco a la fascinación por los títeres
“A los 18, 19 años, era bancario, oficinista, trabajé en atención al cliente en pleno corralito en el microcentro porteño y después encontré el teatro”, recordó Leonardo Olivieri, director del grupo “Umami Teatro”.
“En realidad, pensaba que mi carrera iba por el lado de las Letras, siempre me gustó escribir. Me había anotado en Filosofía en la UBA y comencé con un taller de teatro que fue decir ´bueno voy a probar qué pasa por este lado´ y ahí me encontré con el cuerpo expresándose, algo que yo no tenía en mi vida, porque era muy mental”, reveló.
“Después conocí a la escuela de titiriteros de Avellaneda y ahí encontré a muchas personas de diferentes generaciones que vivían del teatro. También, me acerqué a este oficio desde una fantasía que tenía de chico que era viajar y ser nómade, de alguna manera. Eso me impulsó. Así que en el año 2003 hice mi primer espectáculo y al año siguiente renuncié al banco, salí a viajar y desde ahí no solté el oficio nunca más. Me cambió la vida por completo”, destacó Olivieri.
“Vivir del arte no es sencillo, pero da mucha satisfacción encontrarse con el público, planificar, producir algo nuevo y darse cuenta que funciona, así que es una elección de la que no me voy a arrepentir nunca”, aseguró el creativo de 41 años.
“En 2018, cuando nos mudamos a El Trapiche, nos dimos cuenta que había muy pocos grupos que se dedicaban al elenco de títeres. Ahora por suerte estamos viendo que hay funciones, y eso nos pone contentos, pero creemos que el teatro independiente está sufriendo en todo el país. Aunque con los programas nacionales también podemos encontrarnos con el público en los diferentes espacios. Respecto a la escena local vemos que está conformada por gente muy talentosa, profesionales que ponen todo para que el teatro crezca”, subrayó Olivieri.
La magia de los escenario
“El teatro se fue apoderando de mí lentamente, cautivada desde la butaca por su magia y valentía. En mis años de estudiante hice el primer taller junto a Guillermo Marone y, ya recibida en Comunicación, comencé a trabajar en el centro cultural de la universidad, que dirigía Marcelo Di Gennaro, donde compartí cientos de anécdotas, entrevistas, jornadas, y me fui conectando más y más con el mundo teatrero. Aun así, la idea de subir a escena era impensada, hasta que, un buen día, conocí a Marcela Aravena, y junto a ella, y gracias a ella, no solo me animé, si no que me apasioné por la actuación, dando mis primeros pasos antes de que naciera el grupo ‘Le Maquinal’”, compartió la actriz puntana, Melisa Furlong.
“En San Luis, no habría teatro de no ser por la movida independiente y la gestión de los centros culturales. Partiendo de esa base, y de la accesibilidad al conocimiento que hay en casi todo el mundo, creo que es crucial poner foco en la formación profesional, como ya se ha hecho en otras provincias, en las carreras y planes de estudio universitarios, donde se profundicen los conocimientos en teatro, no solo de actuación, también de dramaturgia, dirección, producción, diseño, vestuario, iluminación, maquillaje, musicalización, y todo aquello que requiere de profesionalismo para lograr una buena puesta”, propuso Furlong.
Desde 1962, por iniciativa de la UNESCO, se declaró el 27 de marzo como el Día Internacional de las artes escénicas, fecha tradicional que da comienzo a la temporada de tablas en París.
Nota: Prensa Secretaría de Cultura.
Fotos: Gentileza Instituto Nacional del Teatro, sede San Luis.