Culminó la 34° edición del festival folclórico más célebre de la provincia de San Luis

Por primera vez en su historia, el popular evento cuyano se desarrolló durante las primeras noches de otoño. Las vicisitudes del clima así lo plantearon, tras la obligada interrupción en enero por el fuerte temporal que azotó a Villa Mercedes. Paulatinamente la ciudad se fue recuperando hasta lograr la normalidad, pero para la comunidad faltaba un cierre simbólico de ese proceso de sanación y fue la realización de la Fiesta Nacional de la Calle Angosta.

Durante cuatro días, el predio ubicado en el barrio Estación fue el punto de encuentro de centenares de mercedinos y también de turistas que, al caer el sol, se congregaron en el anfiteatro, en los patios de comidas y hasta en la misma calle de una vereda sola, que se pobló de puestos para ofrecer al visitante desde choripanes hasta sofisticadas artesanías.

Y así llegó el domingo con su última velada, que en el escenario “Alfonso y Zavala” tuvo como protagonistas a Piki Silvera, Zandra Risatti, el dúo “Los Huayras”, la academia “Destino Danza”, “Los de Salta”, “Canto Criollo”, “Los Zafreros” y la academia “Raíces Argentinas”.

Ovacionados fueron los integrantes de la icónica formación “Las 100 Guitarras Mercedinas”, que tras su presentación recibieron un reconocimiento por parte de la intendencia y la comisión organizadora. La grilla continuó con “Guaderios Folk”, la academia “Santos Vega”, “5 al Trío” y Pilin Massei y Pelusa Tacunau.

El gran cierre de la última noche, ya siendo madrugada del lunes, lo dio Soledad Pastorutti, quien visitara por primera vez Villa Mercedes a fines de los ’90, poco después de sacudir al mundo del folclore por haber sido la revelación en el festival de Cosquín. Desde entonces fue visitante asidua de la provincia y en más de una ocasión su show hizo levantar al público de sus butacas. Este domingo no fue la excepción, incluso después de mucho tiempo volvió a revolear su poncho al interpretar “A don Ata”, la chacarera de Morelli y Quiroga que la catapultó a la fama.

Con ganas de más se marchó el público; ocurre cuando se la pasa bien. Y lo mismo ocurrió con los feriantes y demás emprendedores, que como punto en común sostuvieron que el balance fue muy bueno y que el círculo económico dio resultado una vez más.