LAS JUVENTUDES EDUCAN
“Creemos que el conocimiento se construye”
Carina Muñoz es la joven líder que encabeza un taller de apoyo escolar para niños y niñas del nivel primario. Lo dicta en los barrios Cáceres y Jardín San Luis junto a cinco integrantes del Programa, que corresponde a la Secretaría de las Juventudes. Además de ayudarlos en la realización de las tareas escolares, coordinan actividades lúdicas y educativas.
A Carina la acompañan las jóvenes líderes que integran el proyecto. Ellas son Paula Piquillem, Adriana Baudry, María Fernanda Villalba, Karen Ledesma y Ana Daniela Morales.
Sobre la filosofía de trabajo que las motiva, la profesora en Ciencias de la Educación resumió: “Creemos que el conocimiento se construye y que la educación no es simplemente estar en la bibliografía y en la carpeta, sino que es un espacio de contención”.
En el barrio Cáceres dictan el taller en el espacio que la vecina Rosa Gutiérrez les presta en su merendero. Las clases, a las que van un promedio de 19 chicos y chicas, son los lunes, miércoles y viernes, mientras que en el caso del barrio Jardín San Luis son 17 estudiantes los que asisten todos los lunes y miércoles al aula destinada en el CAV de la zona.
Las clases, que finalizaron a mediados de diciembre y retomarán en febrero, tienen la modalidad de taller porque las jóvenes capacitadoras plantean una forma de asimilación de los contenidos más flexible, lúdica y personalizada. La asistencia depende de la necesidad: reforzar contenidos, preparar una materia que se hayan llevado o propiciar un espacio donde puedan aprender sobre aquellos contenidos que les llaman la atención pero que, por cuestiones de tiempo, no llegan a ver en la escuela.
“Acompañamos la labor docente, que tiene un arduo trabajo con respecto a los intereses de los chicos y las chicas y que por la cantidad de alumnos no pueden atender por completo. Entonces, lo que hacemos acá es, de manera personalizada, dar respuesta a esas cuestiones y a las dificultades de aprendizaje que se les presenten”, desarrolló.
La iniciativa nació como un deseo de Carina de devolverle algo a la sociedad que, según sus palabras, tanto le dio. Como la posibilidad de estudiar en una universidad pública y gratuita, y en su comunidad más pequeña, para los vecinos y vecinas del barrio Jardín San Luis que la vieron crecer y convertirse en una profesional.
“Pensaba en que era una posibilidad de ayudar a una familia que a veces no tiene para pagar una maestra particular y a quienes quiero y me rodean en el barrio”, contó la profesora. Y finalizó: “Presenté el proyecto en la Secretaría de las Juventudes y ellos tenían la misma idea y así fue que pudimos generar esto tan lindo que retomaremos en febrero puntualizando en aquellos que deben materias”.
Nota y fotos: Prensa Secretaría de las Juventudes.