Reflexiones y desafíos pendientes de nuestra independencia nacional

Los docentes e historiadores Juan Marcelo Calabria, Roberto Colimodio y Berta Lucero Albarez compartieron miradas sobre el proceso que transformó al país. Tres opiniones que estudian y difunden los errores del pasado para aprender y construir igualdad.

“Después de más de 200 años de la Declaración de la Independencia, surge la necesidad de hacernos la pregunta de si hemos sido capaces de consolidar el país que nuestros padres fundadores imaginaron para la posteridad. Sin duda, 200 años de historia es un plazo muy corto para una nación, pero suficientes para estudiar nuestro pasado, analizar el presente y sobre todo para repensar y planificar los próximos 200 años, con una visión estratégica de país y región”, indicaron los historiadores Juan Marcelo Calabria y Roberto Colimodio autores de “San Martín más allá del bronce” y miembros de la Academia Sanmartiniana.

“El 9 de julio de 1816 imprimió una huella en el corazón de todos y todas las argentinas, marcó el inicio de un camino que hoy estamos transitando obligándonos a romper las cadenas de la injusticia, de la ambición desmedida y luchando por forjar un país más justo, más fuerte en sus ideales, conservando sus tradiciones, costumbres, y solo así seremos una nación libre e independiente, como aquellas personas la soñaron”, consideró la profesora de historia, Berta Lucero Albarez.

“Sabemos que no es fácil solo hay que trabajar con el mismo valor, el mismo ímpetu en cada lugar donde nos toque desempeñar, seamos los mensajeros de esperanza para que tengamos el país que queremos y merecemos”, destacó.

El 9 de julio de 1816, los representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, declararon la Independencia, en el Congreso de Tucumán. Este hecho histórico determinó la ruptura definitiva con la corona española y completó el proceso revolucionario que había comenzado el 25 de mayo de 1810.

“Así como el 25 de mayo no hubiese sido posible sin la acción de los “Hombres de Mayo”: Saavedra, Paso, los hermanos Rodríguez Peña, Vieytes, Beruti, French, entre muchos otros, y fundamentalmente Mariano Moreno, Juan José Castelli y Manuel Belgrano; sin lugar a dudas podemos asegurar que el Congreso de Tucumán y la Declaración de la Independencia fue obra de la perseverancia, insistencia, trabajo, esfuerzo, ideas y convicciones de nuestros padres fundadores: Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González y su amigo y hermano de causa el Libertador de América José Francisco de San Martín y Matorras; modelos de líderes autóctonos que debemos poner en valor y dar a conocer en toda su dimensión, especialmente, entre las nuevas generaciones, pues sus aristas y facetas son muchos más amplias y ricas que el “Creador de la Bandera” y el “General del Ejército Libertador de Los Andes”, son eso y mucho más”, consideraron Calabria y Colimodio.

“Es por ello que es preciso recorrer sus vidas y obras, y a partir de allí difundir, recordar y poner en práctica sus enseñanzas, principios y valores; dejando de lado nuestras diferencias, retomando el camino del diálogo y el esfuerzo conjunto y, fundamentalmente, anteponiendo el interés general y el bien común por sobre las rencillas particulares, divisiones internas e intereses mezquinos, pues como decía San Martín: ‘Pensemos en grande y si la perdemos que sea con honor’, pero siempre con la visión de una patria próspera, equitativa, soberana, justa y libre para todos los que habitamos este hermoso suelo argentino como dignos herederos de su legado”, remarcaron.

Nota y foto: Prensa Secretaría de Cultura.