Agradecer y cumplir promesas: la devoción de miles de feligreses en su visita al Cristo de la Quebrada

Tras dos años de pandemia, los fieles, llegados desde distintos puntos de la Argentina, marcharon solemnemente, algunos descalzos o de rodillas, por cada una de las estaciones del calvario de la Villa de la Quebrada para expresarle su adoración al Santo Cristo de la Quebrada.

Tiempo de agradecer, cumplir promesas y, sobre todo, de reencontrarse con su deidad. La devoción sobrepasa los límites geográficos y provoca que se transiten miles de kilómetros para rendir adoración al Cristo de la Quebrada.

Así fue el caso de Domingo Quiroga, un devoto proveniente de Junín, Mendoza, quien llegó por el amor a un ser muy especial: su nieto. “Le deje al Santo el babero de mi nieto, que hace dos años nació, para que lo proteja y esté sano siempre”, señaló “Mingo” –como le dicen sus seres queridos-, quien también reflexionó que “el Cristo es una esperanza de que todo va a estar mejor, que la pandemia algún día tiene que terminar y no tiene que fallecer más gente”.

Cumplir promesas, ya sea por trabajo, salud o sueños cumplidos, es uno de las mayores tradiciones de quienes asisten cada primera semana de mayo a la Villa de la Quebrada. “Hace 20 años que venimos por una promesa, y por el resto de nuestra vida la tenemos que cumplir”, señaló Elisa, una vecina de Mendoza, quien subía de la mano de su esposo.

El Cristo de la Quebrada también conforta el alma de los creyentes. Así lo afirmaron Vivian y Noemí, de San Rafael. Hace poco tiempo pasaron el fallecimiento del esposo de Noemí. “Hoy es un día difícil en lo personal, pero es muy reconfortante para seguir, porque el Cristo significa ese momento de amor, familia y paz”, señaló.

“Siempre que le pedimos nos ayuda, y por eso hace más de 35 años que venimos”, dijo Cristina Quiroga, acompañada de Ricardo Sánchez. Ambos de Maipú, provincia de Mendoza, señalaron su agradecimiento también el Ejecutivo puntano: “Quiero felicitar al Gobierno de San Luis por la organización, el operativo policial y el suministro de agua”.

Nota, fotos y video: ANSL.