Los tributos muestran decisiones gubernamentales
Más presión tributaria de un Estado que se achica ajustando y recauda más por IVA que por Ganancias.
Los estados funcionan por el cobro de tributos a sus ciudadanos. Pero no todos tienen la misma estructura impositiva, ni el mismo nivel de peso sobre lo producido. A este último se le llama presión tributaria y surge de dividir el PBI (la suma anual de todos los servicios brindados y bienes producidos en un país), por el total de lo recaudado en tributos.
Un cuadro elaborado por la consultora MacroView S.A. en base a información del Ministerio de Hacienda de la Nación, nos muestra como se ha ido incrementando la cantidad que el Estado recauda en relación a lo que se produce. Entre 1995-1998 recaudaba un 16,4% del total producido, en 2003 había subido a 19,2%, en 2015 llegó a 25,8% y se espera que el 2019 (según lo presupuestado por el Gobierno nacional) sea del 26,2%. Es decir que de cada $100 que se generen en Argentina, el Estado Nacional cobrará $26,20. Más de 1 peso cada 4.
Si comparamos las columnas 2015 con 2019, vemos una mayor presión sobre los ciudadanos en general en la fila IVA. El Impuesto al Valor Agregado se cobra sobre el consumo. Cada vez que se va al supermercado, uno de cada 5 pesos de lo que se paga en la caja es este impuesto. Este año el Gobierno planea recaudar casi un punto más del PBI que en 2015.
La segunda fila del cuadro, Ganancia, es un impuesto que se cobra según los ingresos de los argentinos, a mayor ingreso mayor porcentaje de pago, es progresivo. Quienes más tienen pagan más. Además tiene un piso, los que tienen bajos ingresos no pagan. Pues bien en este impuesto, la actual presidencia, estima recaudar 1,1 puntos menos del PBI que en 2015. Pasa de 6,4 a 5,3.
Uno de los graves conflictos que tuvo la ex presidenta, Cristina Fernández, fue el que se denominó “del campo”. Fue por la imposición de retenciones (un tributo que se aplica a las exportaciones, reteniendo el Estado parte de lo que ingresa sobre el precio de lo vendido al exterior). El actual oficialismo nacional criticó fuertemente esta decisión y fue un eje de su campaña electoral que finalmente lo llevó a la presidencia.
La presión tributaria sobre los sectores que exportan crece de 1,9 a 3,3 puntos del PBI entre 2015 y 2019. Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace.
En estos tiempos se intenta instalar la idea que el costo laboral es el causante de la desocupación. Es interesante ver que en 2015 los ingresos tributarios, por seguridad social, representaban 7 puntos de PBI y que en 2019 será de 6,1, habiendo sido 6,2 en 2018 (tercera fila del gráfico). Realidad: en 2015 había más presión tributaria por Seguridad Social que en 2018 y sin embargo la desocupación era menor.
El impuesto al cheque que iba a ser coyuntural se mantuvo en tiempo y peso. Los impuestos a los combustibles bajan en peso, mientras los consumidores pagamos más por litro. El resto casi estable.
Tenemos un Estado que cada vez cobra más sobre el total de lo que producimos, pero que se achica, se ajusta. Cobra más, para pagar los intereses de lo que adeuda, mientras los capitales se siguen fugando.