2018: recesión con inflación
La más grande caída mensual de la economía en más de un lustro, tiene y tendrá impacto en la cotidianeidad de los trabajadores.
La economía argentina se achicó por octavo mes consecutivo. Hay que remontarse a la crisis mundial de 2008-2009, la de Lehman Brothers, para encontrar una contracción mensual similar a la comunicada por el INDEC para el mes de noviembre pasado, la que fue de 7,5%.
La suma de bienes y servicios producidos en el penúltimo mes del año pasado es similar a la que el país tenía en 2011. En 8 años no crecimos nada. Si lo computáramos por personas, nos hemos achicado alrededor de un 8%.
Hasta noviembre, en 2018 nos achicamos como país 2,2%. El 2018 fue un año de recesión con alta inflación, peor que la estanflación, que sería estancamiento con inflación.
Puntualmente, el comercio cayó 17%, la industria un 12,6%, la construcción un 11,4%. Los menciono especialmente, pues estos tres sectores son fuertes dadores de trabajo. Dan el 44,5% del total de los empleos registrados del país. Sin duda esta caída repercutirá en suspensiones o despidos. Los fríos números, las gélidas estadísticas, tienen impacto en la realidad de los trabajadores y caldean los ánimos sociales.
El economista correntino Martín Barrionuevo produjo un gráfico que subtituló “De la sequía del campo a la caída generalizada”; recordándonos las explicaciones oficiales para la crisis con corrida cambiaria del segundo trimestre de 2018. Argentina volvió al FMI: los datos que desde ese retorno se conocen son más que malos.