JÓVENES TALENTOS
Eber Garro sueña con ser futbolista y contador
Tiene 20 años y es una de las apariciones del fútbol puntano. Vive en el Eva Perón.
Eber Garro tiene 20 años y es una de las joyitas de Juventud. Juega de central, pero en los dos últimos partidos el DT lo necesitó de lateral, y el pibe cumplió con creces. Cursa el tercer año de la carrera de contador público en la Universidad Católica de Cuyo. Sueña con ser jugador profesional y con recibirse.
Vive en el Eva Perón. Creció entre pelotas de fútbol. De chico se prendía en los picaditos del barrio con los amigos. Si bien es cierto que en la familia nadie jugó profesionalmente, son todos futboleros. Papá Juan Carlos trabaja en una fábrica y también corta el pelo. Mamá Alodia es ama de casa. Tiene dos hermanos: Yoel y David, este último hermano del corazón. Todos son sus fans. Lo apoyan y están pendientes en cada detalle.
Eber hace magia para que el tiempo le alcance para llegar con todo. A la mañana entrena. A la tarde cursa. A la noche estudia. Y en el poco tiempo libre disfruta de la familia y los amigos.
Es muy familiero. Se le infla el pecho cuando habla de los viejos. “Me pone feliz que ellos estén contentos por todo lo bueno que me está pasando. Sueño con vivir del fútbol y recibirme de contador. Es el mayor premio que les puedo dar a mis padres, que se esfuerzan tanto para que a mí y a mis hermanos no nos falte nada”, dijo Eber.
Se inició en Unión San Luis, después pasó por CAI San Luis. Tuvo un paso fugaz por Independiente Rivadavia y, en 2012, recaló en Juventud. Tenía edad de Sub 15. A partir de ahí se enamoró de los colores. Del club. De la gente. Y ahora es un hincha más.
Jugó Federal “C” para CAI San Luis. Y lleva dos partidos de Federal “A” con Juventud. Puede quedar en la historia grande de la institución del “Bajo”, porque el “Juve” está a cuatro partidos del ascenso al Nacional “B”.
Mide 1,81 metros. Es un jugador que tiene velocidad para salir a cruzar a los laterales. Cuando juega de marcador de punta es muy audaz. Marca bien y posee visión para proyectarse. Es fuerte. Es dueño de una gran entrega. No se da nunca por vencido. Sabe del esfuerzo de los viejos y por eso traduce eso en la cancha y en el estudio. Nadie le regaló nada. Todo le costó y le cuesta mucho. La intensidad no la negocia.
Hay una frase de cabecera que lo acompaña: “La humildad y el sacrificio son el mejor camino hacia el éxito”. No tiene cábalas. “Mi vieja es de las cábalas”, dice.
Su camino recién empieza. Está dando los primeros pasos. En la cancha tiene que rendir exámenes todos los fines de semana, vaya si sabe de eso, si tiene la experiencia de su día a día en la Universidad. No se la cree. Los micrófonos no lo aturden ni las luces lo encandilan. Es frontal. Cuando toma la pelota le gusta ir de excursión a campo rival. Es obediente. Escucha a los más grandes. En Juventud juega como si jugara en el barrio con los amigos. Así vive y disfruta el fútbol. Tiene todo para llegar. Posee un gran potencial.
Eber Garro, el pibe del “Eva Perón” que sueña con ser contador y vivir del fútbol.
Nota y foto: Daniel Valdés.