La llegada de familias sirias a la provincia, un hecho con repercusiones positivas
A 4 días del arribo de 3 familias sirias a San Luis, la noticia continúa ocupando lugares destacados en importantes publicaciones nacionales. En esta oportunidad, y a página completa, Ámbito Financiero se hizo eco de la noticia.
A continuación, la nota del periodista Mauro Federico, enviado especial a San Luis:
Tres familias de Alepo huyeron del horror en busca de esperanza
Fueron recibidas por el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá. San Luis se consolida como “Estado llamante” del corredor humanitario.
Con los ojos brillantes por la emoción y el cansancio, Mikl observa todo lo que lo rodea y su imaginación no puede contener la esperanza de una vida sin los estruendos de las bombas despertando a su ciudad, Alepo, en el corazón convulsionado de Siria. El niño, de apenas 10 años, acaba de aterrizar junto con su familia y otras dos provenientes de la zona más caliente del conflicto armado que ya se ha cobrado la vida de más de 321.000 seres humanos, luego de un vuelo de más de 40 horas de duración. Forman parte del segundo contingente que llegó a la Argentina a partir de un acuerdo suscripto por la provincia de San Luis para formar parte del corredor humanitario que alberga a los refugiados que escapan del horror de la guerra.
Acompañados por Anna, una española que trabaja en la embajada argentina en Damasco y ofició de traductora y orientadora, los 11 ciudadanos sirios arribaron el domingo por la noche al Aeropuerto de Ezeiza y fueron recibidos por el gobernador puntano, Alberto Rodríguez Saá, para luego ser trasladados en un vuelo privado directamente hasta la ciudad de San Luis. Allí se dirigieron a las residencias estudiantiles de la Universidad de La Punta, donde vivirán durante los próximos meses mientras completen su adaptación, que incluye actividades sociales, laborales, culturales y recreativas. “Lo primero es superar la barrera idiomática, para lo cual se les enseña a hablar en castellano”, comentó la coordinadora del Comité de Refugiados, Liliana Scheines, quien participa activamente de la iniciativa por la cual la provincia se ha transformado en “Estado llamante” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“A diferencia de los inmigrantes que llegaron a nuestra tierra a fines del siglo XIX y principios del XX en busca de mejores oportunidades dentro de un contexto mundial donde había países predispuestos a recibirlos, los refugiados son parias de la humanidad, a quienes nadie reclama y a quienes se teme y se rechaza”, explicó a Ámbito Financiero el gobernador Rodríguez Saá. “Por eso para nosotros es muy emocionante poder tenderles una mano en medio de tanta desesperanza”, agregó el mandatario provincial que participó activamente de la ceremonia de recepción. “Sólo ver las caritas de esos niños acostumbrados al dolor y el sufrimiento de una sociedad que hace siete años vive inmersa en una guerra descarnada que se cobra a diario la vida de inocentes, es conmovedor”, detalló Scheines.
Arte para sublimar el horror
El sol le daba un brillo de festividad a la tarde puntana, que resaltaba los colores pastel con los que el municipio de Estancia Grande pintó el edificio donde funciona la jefatura comunal. Hasta allí llegaron en la tarde del lunes Lana y Majb, la primera pareja de refugiados que arribó a San Luis a principios de año, y los integrantes de las tres nuevas familias que se les unieron: María (34 años) y George (45), con sus hijos Fadi (7), Mikl (10) y Jouni (16); Maya (32) y Joseph (36), junto a los pequeños Abelardo (6 meses) y Housip (8); y finalmente, Georgina (33) y Antoine (37), con el pequeño Joudy (10). Todos participaron de una actividad organizada por el artista plástico local Mario Lange, quien integró a los niños a un taller de pintura y escultura inspirado en motivos autóctonos.
“Queremos mostrarle a todo el mundo que los jóvenes sirios no somos terroristas, ni hay motivos para temernos, somos gente sensible que tenemos mucho para dar”, relató Jouni, el adolescente del grupo a quien nadie podría confundir ni por casualidad con un integrante del Estado Islámico ni de ninguna otra organización fundamentalista. “En Alepo dejamos nuestros afectos, nuestros amigos, nuestra casa, pero ya no había demasiado allí por lo que tener esperanzas, todo era muerte y destrucción, no podíamos pensar en el futuro”, le contó a este cronista el matrimonio de pioneros que llegó a San Luis en enero de este año y ya están bastante adaptados a la vida provinciana.
Para Scheines, la vivencia que pudo compartir con los refugiados fue verdaderamente esclarecedora y le permitió entender que el dolor provocado por la guerra es devastador y deja huellas en los más vulnerables, que son las mujeres, los niños y los ancianos. “Las historias de estas familias no son distintas a las de miles de otras que esperan una oportunidad para construir un futuro para sus hijos, algo que en países como Siria actualmente es imposible por esta guerra que se ha venido prolongando a lo largo de siete años”, concluyó la funcionaria que acompaña la gestión de Rodríguez Saá coordinando el comité provincial de refugiados.