Murió Roberto Cabañas, ex jugador de Boca y de la selección de Paraguay
Tenía 55 años. Falleció en la casa de su hermano por un paro cardiorespiratorio, según confirmaron desde su entorno. Había vestido la camiseta “Xeneize” en dos etapas entre 1992 y 1995.
Roberto Cabañas murió en la madrugada de este lunes en Asunción, Paraguay, a los 55 años de edad “por un paro cardiorespiratorio, alrededor de la una de la mañana”, según le confirmaron a Télam familiares del delantero nacido en la localidad de Pilar. El paraguayo jugó en Boca en dos etapas entre 1992 y 1995, además de formar parte de los equipos de Cerro Porteño y Libertad de su país. Así lo consignó el diario La Nación en su sitio web.
Patricia Ramírez Cabañas, sobrina del jugador, contó “con tristeza” el final “del querido y admirado Roberto Cabañas, que murió en el domicilio de su hermano (Valerio)”.
Cabañas también se desempeñó en Brest, Lyon (ambos de Francia), New York Cosmos (Estados Unidos), América de Cali, Deportivo Independiente de Medellín (Colombia) y Barcelona (Ecuador). También integró la selección de Paraguay, con la que obtuvo la Copa América en 1979 y con la que disputó el Mundial México ’86.
Su paso por Boca
En Boca, donde se coronó en el torneo Apertura 1992 y dio la vuelta olímpica de rodillas, siempre fue muy recordado por su estilo “picante” y su guapeza en la cancha, sobre todo en los duelos ante River. “Boca tuvo miles de jugadores de calidad, pero no creo que un futbolista sienta como yo sentí esa camiseta”, contó Cabañas en el libro de entrevista “Desde el alma”, de Marina Zucchi.
“Yo dejaba el alma, un profesional cien por ciento. No dejaba un balón perdido. ¿Eso es agresivo? Bueno, era agresivo porque en ningún libro de reglamento de la FIFA dice que solamente los defensores tienen que pegarles a los delanteros”, enfatizó el delantero paraguayo, que marcó 16 goles en 61 partidos en Boca. “Que me lleguen a catalogar como quieran, pero yo cumplí con eso que cantan de que la camiseta se tiene que transpirar. Puedo haber sido mal jugador o no, pero honesto como nadie con esa camiseta”, remarcó.
Cabañas, quien en aquella época se ufanaba de hacer mil abdominales por día, se autodefinía como “pillo”, “provocador” y señalaba que “poner nervioso al rival para sacar ventaja” era una de sus características.
“Era tramposo, no quería perder. De chico a mis padres no les gustaba que jugara porque siempre estaba golpeado. Al otro día no podía ir al colegio porque tenía el tobillo hinchado o porque me fracturé dos veces el brazo izquierdo. Me amenazaban con que no iba a jugar más al fútbol y con que me iban a internar en un colegio. No pudieron conmigo”, afirmó el paraguayo.
Sobre sus duelos ante River, recordó: “Jamás me voy a arrepentir de haber dicho que ellos eran gallinas y nosotros, hombres”. Y completó: “Hasta que me muera voy a ser de Boca”. Así fue.
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Fuente: DyN y Télam.
Fotos: Web.
Video: Youtube.
Corrección: Alejandro Andrada.