COLUMNA DE OPINIÓN
“Alberto es un visionario, un gran defensor de los derechos humanos”
Creación del área Diversidad de Género, acceso a la obra social de Estado, proyectos de educación, acceso al Plan de Inclusión Social, y la creación de un registro de las personas que integran la comunidad, son algunos de los logros de la comunidad LGBTQ en la provincia, todos impulsados por Alberto Rodríguez Saá.
Por Gema Rosales
Jefa del Área Diversidad de Género.
Durante el primer año de la gestión de Alberto en su cargo como gobernador, uno de los mayores logros para la comunidad LGBTQ fue la creación del Área de Diversidad de Género.
Que el gobernador haya dicho que este trabajo es una política de Estado, es un paso gigante porque nunca un gobernador en el resto del país salió a hablar de diversidad política ni a respaldar la lucha de los sectores más vulnerables. Éste es un respaldo enorme y digno de mostrar en otras partes del país. Con la Ley de Identidad de Género, cambió un 20% la situación de vida de las personas trans, está hecha para garantizar los derechos de todas las personas trans en cuanto a: reinserción laboral, a transitar libremente su vida, el acceso a la salud por sobre todas las cosas (artículo 11 de la Ley), acceso a las cirugías. Tenemos un índice altísimo de mortalidad en las personas del colectivo, por lo que la ley no se estaría completando, o aplicando.
En esta provincia y gracias a la gestión del gobernador, la diversidad sexual es una política de Estado de la Provincia: tenemos inserción laboral, educación, el acceso a la salud, que es un paso importantísimo, este paso ha sido mucho más abarcativo de lo que dice la Ley de Identidad de Género. Ésta, en su artículo 11, habla del acceso a las cirugías, pero no contempla los personas que ya tienen las siliconas inyectadas, que corren alto riesgo y éste es uno de los factores que produce la mayor mortalidad. El Estado provincial va a garantizar sobre todo que las personas trans que ya tienen aceite de silicona puedan acceder a un equipo médico y puedan llevar a cabo una solución real a este problema, paso importante para todas las compañeras.
En la actualidad, en la Secretaría estamos trabajando en los proyectos de Ley antidiscriminación provincial, educación sexual provincial, y estamos trabajando en el relevamiento para tener un dato preciso de la comunidad LGBTQ. Ninguna provincia tiene estas estadísticas reales para manejar un número preciso. Si bien las personas trans son los más visibles, tanto hombres como mujeres, los gays y lesbianas siempre son menores cantidades porque tienen otro perfil muchas veces oculto.
La realidad de las otras provincias es muy diferente a la nuestra. Cuando participé de la Jornada de Derechos Humanos yo conté como experiencia, que las chicas se pudieron inscribir en una vivienda, pueden acceder al Plan de Inclusión, que es algo muy valioso que creó el gobernador en su momento, y que todavía sigue vigente, y se pueden capacitar y ubicarse en la repartición pública y privada. Yo creo que éste fue un paso importante para la comunidad.
También quiero contar que en el plenario de derechos humanos eran 22 provincias donde tenían que estar sus representantes, que fueran de diversidad de género o diversidad sexual; la única provincia que llevaba una persona trans era San Luis (yo) y de Salta mi compañera Mary Robles, dos o tres chicos gays, pero el resto era gente heterosexual, que están nombradas. Nosotras las personas trans estamos cansadas de que un señor de barba y bigote nos diga cómo pensar. No podemos dejar que un señor y una señora decidan, queremos que sepan la situación real del colectivo LGBT. La Secretaría de la Mujer es algo impresionante a nivel país, y que se esté trabajando en políticas reales que se llevan a cabo; es importante que los lugares sean ocupados. Todavía no ha pasado que una compañera esté en un cargo político en el país y la provincia de San Luis va al frente porque sí tiene una, que soy yo. Estuve en la Intendencia, se me dio un primer contrato con la promesa de que se iba a crear la Secretaría de Diversidad, y nunca se creó. Me fui porque mi lucha era garantizar el derecho para mí y todas mis compañeras.
La Ley de Identidad de Género no se la debemos a un cierto sector político, como quieren hacer creer por ahí; se la debemos a las organizaciones civiles, que son las que hicieron la lucha.
En los próximos tres años de gestión hay mucho por hacer, sobre todo sensibilizar y capacitar a la administración pública. El doctor Alberto es un gran defensor de los derechos humanos, un visionario.