SEMANA MUNDIAL
Lactancia materna: clave para un desarrollo sostenible
Del 1º al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia y en San Luis habrá actividades de promoción: reparto de material gráfico el miércoles 3 en la Plaza Pringles y un encuentro con madres el viernes 5 en la Maternidad “Teresita Baigorria”, ambas pautadas a las 11:00.
Auspiciado por la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA), que es una alianza mundial de redes y organizaciones que protegen, promueven y apoyan la lactancia materna y que tiene status consultivo con UNICEF y con el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC), se celebra la Semana Mundial de la Lactancia, del 1º al 7 de agosto.
En San Luis, la actividad, coordinada por el Ministerio de Salud, tendrá como epicentro la Maternidad “Teresita Baigorria”, siendo el lema para este 2016: “Lactancia materna: clave para un desarrollo sostenible”.
El miércoles 3 de agosto se procederá a la entrega de material de difusión (señaladores) promoviendo la lactancia en la Plaza Pringles de la ciudad capital y se prevé un encuentro en la Maternidad, el viernes 5 a las 11:00, donde participarán las madres cuyos hijos están internados en la Terapia Neonatal y Sala de Internación Conjunta, a fin de favorecer y estimular la lactancia materna.
Podrá verse el material gráfico de distribución gratuita, haciendo click aquí
señaladores-lactancia-materna-3-CURVAS-para-web.pdf
La leche materna es el único alimento que el niño/a necesita para los primeros seis meses de vida. Otro tipo de alimentos o bebidas, inclusive el agua, aumentaría el riesgo de que tenga diarrea u otra enfermedad, es la “primera inmunización” del bebé, no existen fórmulas alternativas para su protección.
En 1979, ante la disminución de las tasas de lactancia materna a nivel mundial, UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) organizaron una reunión sobre la alimentación del lactante y niño pequeño. El resultado fue la recomendación de un Código Internacional para controlar las prácticas de comercialización de fórmulas infantiles y otros productos utilizados como sucedáneos de la leche materna, es decir, como sustitutos parciales o totales de la leche materna.
En mayo de 1981, la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) aprobó el Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna, 24 países adoptaron el código en su totalidad o parcialmente y otros 27 países incorporaron a su legislación nacional muchas de las normas allí estipuladas.
La Conferencia Internacional de Nutrición del 1992 en Roma definió que una de las principales estrategias para disminuir el hambre y la desnutrición es a través del fomento de la lactancia materna, concluyendo que una de las acciones para aumentar los índices de la lactancia materna en el mundo es la implementación del monitoreo del Código Internacional. Dicho Código, 25 años después, sigue siendo “la piedra angular” para las autoridades de salud pública en regular algunas normas básicas como:
No anunciar sucedáneos de leche materna, biberones, ni tetinas
No obsequiar muestras gratuitas a las madres
No realizar promociones en los sistemas de salud, que incluye no ofrecer suministros de fórmula gratis o a bajo costo
No permitir que se entreguen donaciones o muestras gratuitas a las/los trabajadoras/os de la salud
No utilizar fotografías de bebés, ni palabras que idealicen la alimentación artificial en las etiquetas de los productos; la información provista a las/los trabajadoras/es de la salud debe ser científica y objetiva
La información sobre alimentación artificial, incluyendo la que aparece en las etiquetas, deberá explicar los beneficios y superioridad de la lactancia materna y alertar sobre los peligros relacionados con la alimentación artificial
El Ministerio de Salud alienta y estimula la lactancia materna todos los días y no se remite a una semana determinada cada año, puesto que es un momento único, tanto para la madre como para el niño, para comenzar esa relación que los unirá toda la vida
Por eso lo importante de dar el pecho no es solamente contar las horas y los minutos o calcular los mililitros de leche, sino el lazo de unión que se establece entre mamá y bebé, lazo tan importante que los sigue uniendo luego del nacimiento de este último. La sociedad debería encontrar formas para apoyar a las madres a que esta práctica llegue a ser universal.
Nota y foto: Adolfo González – Prensa Ministerio de Salud.