CULTURA
Música y poemas en la terminal para festejar el Día Mundial del Arte
La iniciativa impulsada por el Ministerio de Turismo y Las Culturas permitió que artistas y escritores lleven sus obras a la calle. Además, el Subprograma San Luis Libro regaló ejemplares al público.
“Trabajar, porque las musas aman a los que encuentran trabajando”, sentencia Sara Goldstein de Tapiola, cuando se le pregunta qué hace cuando no le llega la inspiración.
El festejo por el Día del Arte es la ocasión ideal para reflexionar sobre la conciencia creativa, aunque sea en medio de la Terminal de Ómnibus con el ruido de los comercios o entre el vaivén de pasajeros durante la mañana del viernes.
Sara nació en Buenos Aires pero vive en San Luis desde 1965. Su obra, fundamentalmente poética, ha merecido premios provinciales y nacionales.
En el prólogo de “La luna en el espejo” (poemas para niños), la autora explica: “El poema ha sido una parte importante de mi vida y por momentos la vida misma… aprendí a crecer e inventé a modo de juego mis primeros versos. Las rondas infantiles, el tango y las canciones que me cantaba mi madre para tejerme el sueño fueron mis primeros maestros y los guías de mis imágenes. Mis días transcurren ahora en la soleada tierra puntana, entre la amistad de sus gentes y los días serenos bajo un cielo maravilloso que tiene el color de las glicinas. Lo que me rodea me inspira”.
Para ella, encontrarse con otro poeta como Gustavo Romero Borri es celebración.
“Este es mi último hijo del espíritu”, dice Sara, en silla de ruedas, mientras sostiene entre sus dedos añosos el poemario “Canto de amor para la última rosa”. “En parte es un recorrido de mis emociones, de cómo veo la vida. Los poemas son un poco el retrato de uno mismo”, aclara. De fondo, el maestro Sergio Muriel, en piano, y Fabio González, en saxo, deslizan tangos, tonadas, baladas con colorido swing.
Cada tanto, Muriel acerca el oído o la barba gris al teclado. Marca el compás con unas alpargatas marrones. La sencillez y calidez que lo caracterizan en el silencio adquiere más hondura sobre el pentagrama. Es un estudioso. Vivió en Europa y dice que no puede describir su estilo pero que trata de ponerle su estilo a cada canción.
Fabio se corre un poco del improvisado escenario. Con los cachetes inflados, desde una considerable altura, más su instrumento plateado, imanta al público fugaz.
González confiesa que hace cuatro meses que se dedica exclusivamente a la música. Luego agradecerá porque en este encuentro fue la primera vez que interpretó “Por una cabeza” junto a Muriel. Su tenor es cálido y, a veces, espectral.
En la voz de Sara también hay texturas. Sobre el papel aparecen el paisaje, la infancia, San Luis. “Es una temática tal vez no muy expansiva pero que trata de ser profunda”, continúa.
“El arte para mí es la más elevada forma de comunicación que pueda tener un ser humano y está al alcance de más personas que las demás disciplinas. Cualquiera puede enrolarse en las filas del arte, no es necesario tal vez más que una gran sensibilidad y conocimientos algo más que elementales de cultura”, señala Sara.
“El arte me ha dado amistades y en segundo lugar permite llenar mi soledad con algo que amo, y me permite ser creativa y estar viva”, expresa emocionada.
Por el festejo, San Luis Libro regaló ejemplares para el público. Sara recibió un ejemplar del poeta César Rosales donde analiza los orígenes mágicos de la poesía.
El poema romántico dedicado a su esposo, titulado “Amante”, tiene un final hechizante: “Tal vez por un instante/ florecerán las chipas de un tiempo luminoso/ y volvamos a amarnos/ junto a las velas encendidas/ que esparcen delicados colores en la tarde./ Pero si no regresas/ me acercaré a la furia del huracán/ tremendo, intenso,/ dolorosamente vivo/ tal como mi esperanza”.
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Nota: Matías Gómez.
Fotos: Malvina Urquiza.
Video: Juan Moyano.
Edición: Martín Micali.
Corrección: Berenice Tello.