CUENCA DEL MORRO
Cambio de uso del suelo, la clave de una problemática que el Gobierno busca reparar
La modificación de la configuración natural de los terrenos, llevada a cabo en la zona de la Cuenca del Morro a través de la remoción de la vegetación natural, se presenta como un punto sustancial en el nacimiento de los ríos nuevos. El Plan de Estabilización Hídrica presentado por el gobernador de la Provincia, Alberto Rodríguez Saá, busca recomponer esta situación a partir de tres acciones concretas: recategorización de bosques nativos, aplicación de la Ley de Suelos y forestación.
La emergencia sobre la Cuenca del Morro y sus zonas de influencia declarada por el primer mandatario provincial marca una política de Estado a favor del cuidado y la preservación del ecosistema. En este contexto, el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, junto a la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), San Luis Agua y otras entidades, trabaja en la implementación de un Plan de Estabilización Hídrica, que busca reparar el daño causado desde hace muchos años y disminuir el riesgo de cara al futuro.
Principalmente, el cambio en el uso del suelo -pero también su manejo incorrecto-, la deforestación de los bosques nativos y eliminación de pasturas naturales, la no rotación de los cultivos ni implementación de los de cobertura, sumado al notable aumento en el nivel de las precipitaciones (producto del cambio climático), se presentan como algunos de los factores causantes de una problemática que el Estado provincial busca solucionar.
“Si no tomamos medidas ahora, las acciones en el futuro serán más costosas. La realidad en la zona de la Cuenca cambió. Hablamos de una problemática compleja y si no se acciona con medidas concretas hoy, se volverá inmanejable en algún momento y mucha más gente se verá afectada”, afirmaron técnicos especialistas de la cartera medioambiental.
Bajo estas premisas, el Gobierno de la provincia lleva adelante un Plan de Acción que propone abordar la compleja situación desde sus diferentes aristas. En este contexto, la recategorización de los bosques nativos se presenta como medida sustancial para su protección. “Es el momento de subir la categoría para evitar la deforestación y aprovechar la evapotranspiración; esto permite que colabore en la eliminación del exceso hídrico y siga brindando sus servicios ambientales”, manifestaron desde Medio Ambiente.
Otra de las acciones a tener en cuenta es la forestación. En esta dirección, se propone que los productores de la zona afectada planten más de seis millones de árboles en los próximos cinco años. “Van a tener que forestar también aquellos productores que no desmontaron, porque esta acción no implica reemplazar lo que se desmontó antes. La contingencia actual muestra que es fundamental la plantación de este número de árboles, que deben ser pensados como una herramienta más para solucionar la problemática”, informaron los especialistas.
Finalmente, en lo que respecta a los planes de manejo de suelo, se aplicará una metodología similar a lo que fue el manejo del maní. “Hay planes específicos que los ingenieros deben presentar al Ministerio, nosotros los vamos a evaluar de acuerdo a la pendiente del terreno y si esas prácticas son adecuadas para lograr el equilibrio hídrico, se aprobarán; caso contrario, se le devolverá al productor para que haga las modificaciones pertinentes”, indicaron.
Además, el Plan de Estabilización propone capacitar a los ingenieros agrónomos a través de un convenio con el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Afines de la provincia de San Luis, en planes de manejo y un seguimiento continuo de la aplicación de los mismos y su impacto en el balance hídrico.
Nota y foto: Prensa Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción.
Corrección: Mariano Pennisi.
Contenidista: Pablo Lucero.