PINTURA
La arquitecta que pintó una cárcel de luz
Alba Myriam Tobares, hija del historiador Jesús Liberato, hizo visibles poemas de Gustavo Romero Borri. Su muestra, que llena de cálida efervescencia, estará en el Hito del Bicentenario hasta principios de diciembre.
Se nota que Alba Myriam (53) es hija del historiador Jesús Liberato Tobares porque se emociona cada vez que habla de San Luis, en sus múltiples gamas.
Aunque afuera del Hito diluvie, como el día que presentó la muestra, su sonrisa de satisfacción brilla, cuando recuerda cómo surgió “Pinceladas para la poesía de Gustavo Romero Borri”.
“Soy fanática de lo puntano. Elegí a Gustavo porque es un contemporáneo. Creo que eso le podría dar más libertad en cuanto a estética y porque el título de su libro (“Cárcel de luz”) me pareció absolutamente inspirador”, sonrió mientras unos estudiantes de Venado Tuerto, Santa Fe, miraban la exhibición compuesta por 32 cuadros y 3 esculturas.
“Disfruté pintar cada uno de los cuadros. Tomaba las poesías, las leía muchas veces, y a partir de las imágenes y la paleta cromática, que me dictaba lo que me pasaba esa poesía, fue lo que volqué. Por eso si lo pintara hoy sería absolutamente diferente”, sostuvo la pintora que además es arquitecta, profesora de Artística y Matemática, y practica danzas folclóricas.
“El lugar es pequeño pero al ser vidriado me permite las dos caras, un recorrido por afuera con el paisaje”, indicó. Por unos minutos las gotas de lluvia abandonaban el vidrio del Hito y para dar paso a la ciudad más gris que de costumbre durante el jueves en cuestión. “Es la primera vez que expongo sola, antes había expuesto con colegas en el Colegio de Arquitectos. Era una asignatura pendiente”, continuó.
En 2013, Myriam se recibió de pintora en la Escuela Secundaria de Arte Nº 2 “Nicolás Antonio de San Luis” (ex Bellas Artes) y actualmente está por completar la Tecnicatura de Escultura. “Ahí crecí muchísimo y me animé a probar diferentes técnicas y materiales”, comentó.
“Siempre habrá una espesura/ y un animal insomne metiéndose en la noche/ para calmar su fiebre en las aguas estancadas/ donde una vez bebió la luz del tiempo”, dice un poema de Gustavo Romero Borri que la pintora transformó en un galope surrealista entre un caballo naranja y otro violeta. Esa imagen ha sido una de las más elogiadas en la muestra. También un ave fénix, que parece haberse pintado solo de tanto fuego, se roba varias miradas.
Aparte de pinceladas, la serie también contiene técnicas con espátulas y textura. Mientras que, por ejemplo, la obra tallada “Pulso ancestral” remite inmediatamente al origen, acerca dos metales con recubrimiento negro que bailan escuálidamente.
“Desde chica mi papá me llevaba a las peñas literarias. Y escuchaba, por ejemplo, a María Delia Gatica de Montiveros recitar sus poemas y otros ‘poetazos’ de la provincia. Era chiquita, cerraba los ojos y veía, imágenes, sentía hasta el olor de las naranjas de Luján que describe María Delia”, narró Tobares.
El ruido de la lluvia que se reanudaba casi silenció su voz. “El arte es una búsqueda que nunca termina”, arrojó.
“Desde chica me hipnotizaba ver arte, la carrera que elegí (Arquitectura) también está vinculada al arte. Y ahora lo disfruto, prefiero estar trabajando en eso que en alguna otra cosa”, dice. “Tengo bosquejada una próxima serie, que no está vinculada a la poesía, y elegí la geometrización”, adelantó.
Para esta exposición Myriam le dedicó un cuadro a su hijo de 20 años y otro a su padre, el historiador, que ilustra la tapa de su último libro titulado “Rastreando el rumbo”.
“Me aburriría mucho si tuviera que hacer lo mismo, para mí la búsqueda es lo que me motiva. Uno siempre está creando, hasta cuando se acuesta para ir a dormir”, subrayó la pintora que para el año entrante recreará una galería de arte y una peña literaria en San Martín junto a otros pintores y a Liberato.
Paseando por lo figurativo y la abstracción, aunque sabe de proporciones, Myriam prefiere que surjan intuitivamente en sus cuadros. Son cromáticas lecturas. Su muestra acentúa el color. “Lo que he usado casi con violencia”, confesó entre risas.
Las obras pueden ser visitadas en el Hito del Bicentenario, de martes a domingo, de 10:00 a 18:30.
Nota y foto: Matías Gómez.
Corrección: Mariano Pennisi.
Contenidista: Cecilia sosa.