CONFERENCIA
Marc Randolph: “Un buen emprendedor debe asumir riesgos, generar ideas y ser optimista”
El cofundador de Netflix, se presentó en Potrero de los Funes para compartir su experiencia en emprendedurismo y explicó cuáles son las claves para convertir una idea en un proyecto de negocio exitoso. Durante la conferencia, realizada en la Caja de los Trebejos, bajo el lema “cualquiera lo puede hacer y en cualquier lugar” El cofundador de Netflix destacó que un buen emprendedor debe asumir riesgos, generar ideas y ser optimista.
La Caja de los Trebejos, en Potrero de los Funes, nuevamente fue escenario de un evento de características internacionales. Este sábado, desde las 10:15, Marc Randolph, cofundador de Netflix y especialista en coaching empresarial disertó durante casi una hora sobre emprendedurismo y respondió preguntas de los asistentes.
A pesar del frío y de la humedad, que de momentos se convertía en llovizna, cientos de personas asistieron al evento organizado por la Universidad de La Punta (ULP) y la Fundación de Investigación Social Argentino Latinoamericana (FISAL). “Incluso con el clima feo igual me pongo contento, porque cuando el día esta feo es un día fantástico para ver Netflix”, comenzó Randolph la conferencia de la que participaron el ministro de Educación, y rector de la ULP, Marcelo Sosa; el ministro de Inclusión Social, Gastón Hissa; representantes de la FISAL, Feliciana Rodríguez Saá y Graciela Corvalán.
En 1997, Randolph junto a Reed Hastings fundaron Netflix, una empresa de alquiler y venta de películas a través de internet y que se enviaban por correo postal. Randolph recordó que poco después de iniciar Netflix el negocio no iba como esperaban, a pesar de los ingresos del momento deberían enfrentar grandes pérdidas económicas a corto plazo y se propusieron vender su empresa a Blockbuster, una importante cadena de locales de alquiler de películas.
Luego de relatar la frustrada reunión con los directivos de Blockbuster, en la que no se concretó la venta, explicó que en ese punto se planteó “ahora vamos a tener que despedazarlos, no nos queda otra opción que seguir adelante”. El expositor continuó detallando que Blockbuster entró en quiebra años después, mientras que Netflix es uno de los sistemas de streaming de películas y series más populares con casi 60 millones de usuarios en todo el mundo.
“¿Que motiva a un emprendedor para seguir trabajando año tras año?, el motivo es que una pequeña empresa con una buena idea y muchísima motivación, puede derrotar a una empresa de 6 mil millones de ganancias anuales y más de 60 mil empleados; y por más que seas una gran empresa nunca están seguros, tienen que innovarse antes que alguien los saque del lugar que ustedes ocupan”, reflexionó.
Randolph expresó que “aunque la mayoría me vincula con Netflix, esa fue la sexta empresa que yo ayudé a establecer y ahora me dedico a trabajar con empresas y emprendedores ayudándolos para que sus ideas se convirtieran en realidad”.
El emprendedor continuó compartiendo lo que aprendió a lo largo de cuatro décadas: “Cualquiera lo puede hacer y en cualquier lugar”. Y agregó: “No es necesario estar en Silicon Valey, pero en un mundo conectado y en particular en una comunidad donde tienen internet gratuito como aquí, pueden estar en un campo de juego nivelado”.
“Tampoco necesitan capacitación especial, no necesitan un título de informática, o en negocios o ser especialmente inteligente”, explicó Randolph que detalló que a pesar de que ha asesorado a emprendedores con dos doctorados, “otro abandonando la universidad en primer año y luego fue bombero y manejo una ambulancia antes de iniciar su empresa y otra fue músico en una banda durante muchos años antes iniciar un servicio de streaming de música”.
Luego de establecer que no hace falta para convertir una idea en un negocio, resaltó que lo que hace falta es tener “tolerancia al riesgo, asumir riesgos es fundamental para cualquier empresa nueva”.
Tras explicar que le gusta salir a trotar, y relatar que, durante la tarde del viernes, se perdió en Potrero de los Funes por tomar un camino que no conocía, reflexionó: “De eso se trata emprender, uno no sabe a dónde va a el sendero cuando empieza, y si tienen miedo de empezar nunca llega a ningún lado”.
El emprendedor explicó que el segundo punto necesario es una idea: “La mayoría de la gente se queda trabada en ‘me encantaría tener una empresa pero no tengo ninguna idea’, las ideas están en todos lados”.
El empresario detalló que “no hace falta que sea una gran idea, ni que sea original, ni compleja”. Para ejemplificar explicó que vender libros no es una idea original “porque la gente viene vendiendo libros desde que se inventaron”, pero cadabra.com comenzó, en 1994, como una librería en línea y tiempo después cambio su nombre a Amazon, siendo actualmente una de las empresas de bienes por internet más grandes de mundo.
“Hay mucha innovación, ya hay autos que se manejan solos, pero no hace falta que sea una idea compleja, los ‘Post It’ son solo un pedazo de papel con un adhesivo, pero ahora viene en 37 tamaños, en casi 50 colores, con casi 17 fragancias y venden mil millones de dólares en ‘Post It’ por año”, continuó dando ejemplos el especialista.
“Tampoco hace falta que sea una buena idea, porque quién determina qué es una buena idea”, inquirió Randolph. Recordó que cuando le contó a su esposa la idea de Netflix, esta le expresó que no era buena idea.
“¿Por qué es tan difícil contar una idea y diferenciar una buena idea de una mala?”, preguntó y citando a William Goldman, un escritor de Hollywood, expresó “nadie sabe nada”, refiriéndose a que “nadie tiene idea de cómo le va a ir a una película, a pesar de que tengamos el mejor director y los mejores actores, hasta que se lanza la película”. “Esto se puede aplicar en cualquier lugar donde la gente tenga nuevas ideas”, puntualizó.
Y desarrolló que según su experiencia “7 de cada 10 inversiones fracasaran, 2 pueden quizás llegar al punto de equilibrio y 1, con suerte, puede ser suficientemente exitosa como para pagar por las otras 9 y dejar rédito extra”. “Pero cuando yo invierto no tengo idea, cuál va a ser exitosa y cual no, ‘porque nadie sabe nada’”, sostuvo.
El empresario consideró que ese “es el punto donde se debe tomar el riesgo y hacer algo; van a aprender más en un día de hacer algo que en un año de pensar e investigar al respecto”. “Tienen que llevarlo a la realidad, mostrar su idea a la gente real que quizás la quiera ver materializada”, detalló.
¿De dónde nacen las buenas ideas?
Tras unir los conceptos de tolerancia al riesgo e idea, Randolph continuó explicando que “la única y mejor forma de buscar ideas es preguntarse qué en el mundo está dañado; buscar un problema y cuando encuentren ese problema sabrán que ahí hay oportunidades”.
“Tienen que pensar en todo lo que no funciona bien y las formas de arreglarlo, tienen que buscar esos problemas, las ideas no salen de la nada”, explicó.
Randolph relató que junto al otro cofundador de Netflix, luego de que los despidieran de su trabajo, comenzaron a formular ideas para su nueva empresa llegando a pensar “en ese proceso alrededor de 150 ideas”: “Ahí aprendimos que la vida media de una idea es de 24 horas, si uno comienza el lunes por la mañana con 16 ideas fantásticas, para el martes la mitad ya murieron; para el miércoles solo quedaran 4, el jueves 2 y el viernes con suerte tendrán 1 idea con cierta promesa”.
Explicó que “entre las ideas que evaluamos y luego descartamos, tuvimos la idea de alquilar películas por correo pero en ese momento no había DVD, las películas venían en grandes casetes que eran pesados y sería muy costoso enviarlos y la descartamos”. “Unos meses después Hastings oyó hablar de una nueva tecnología que estaba siendo probada en San Francisco, llamada DVD, mucho más liviano, plano y nos preguntamos si eso se podía enviar por correo”, agregó.
Tras probar el envío descubrieron que era posible el modelo y retomaron la idea. “A investigar en profundidad sobre el tema y aprender muchísimo; no había nadie a quien preguntarle, porque nadie más lo estaba haciendo, la información estaba incompleta, era contradictora y no concluyente”, recordó.
Detalló que “en Silicon Valey hay un término técnico para estas situaciones, que es ‘¡Hacelo!’”. Tras explicar que comenzaron con las pruebas, contrataron empleados, desarrollaron un sitio web hasta llegar al 14 de abril de 1997, fecha en que fundaron su compañía.
Tras los primero meses de éxitos “alquilábamos y vendíamos DVD por correo, pero vendíamos más que lo que alquilábamos”. Y “sabíamos que era un problema, porque era cuestión de tiempo hasta que Amazon o Walmart comenzaran a vender DVD y cuando esto sucediera se iban a reducir los precios y nos íbamos a quedar sin negocio”.
Puntualizó que “si queríamos tener éxito debíamos concentrarnos en un negocio; ¿cuál? La venta que es un muy buen negocio hoy, pero finalmente va a desaparecer; o el alquiler, que es un negocio que puede llegar a ser decente si hacemos que funcione pero no se ve muy prometedor”. “Para un emprendedor joven es una de las decisiones más difíciles que tiene que tomar, tener que alejarse de un negocio en el que le va bien y apostar todo en las que tiene muy pocas probabilidades de éxito”, sostuvo.
Randolph resaltó que tras tomar la decisión de ir por el camino difícil, comprendieron que “al alejarse del 99% de los ingresos, de algún modo alguno se termina concentrando muchísimo, estábamos muy comprometidos a que esto funcionara”.
Retomando el concepto de la idea, buscando potenciar el alquiler de videos y no la venta, explicó: “Probamos muchas ideas, pero nada funcionó. Pero si aprendimos algo de todas las ideas, en las que pasamos mucho tiempo perfeccionando antes de probarlas, es que los clientes nos sorprendían usando una parte de la prestación que nosotros no imaginábamos”.
¿Cómo saber si una idea es buena idea?
“Todo el tiempo que dedicábamos a mejorar era tiempo desperdiciado, si era una mala idea sin importar cuanto tiempo la perfeccionáramos era una mala idea; pero si era una buena idea, incluso si nos apresurábamos y salía a medio cocinar, era una buena idea que podíamos perfeccionar después”.
En ese período comprendieron que “la clave era no tener un buena idea, era tener muchísimas ideas y tener un sistema como para poder probarlas rápidamente”. En ese sentido Randolph explicó el porqué del éxito de Silicon Valey: “Si uno quiere entender el secreto de cómo crean todas sus innovaciones tan rápidamente, es muy simple: son muy buenos probando muchísimas ideas malas”.
Tras este ejemplo, desarrolló la noción de “startup” que es “un grupo formado para buscar un modelo comercial repetible y escalable, probando tantas cosas como sea posible, busca la idea que a la gente le va a gustar y va a utilizar”. “La clave del éxito está en ¿cuántas ideas uno puede probar, y cuan rápidamente y económicamente?”, desarrolló.
En este punto explicó que la técnica de hacking de validación “es probar la idea sin construir el producto, es fingirlo”. “Es la habilidad de construir algo sin construirlo”, relató.
El especialista describió que el hacking de validación de un producto se puede hacer montando una web donde venda el producto, aún antes de comenzar a fabricarlo, y de esta forma ‘saber si a alguien le interesa’”.
El tercer factor clave: el optimismo
Randolph, hacia el cierre de la disertación, explicó que el tercer concepto clave en un emprendedor es el optimismo, que debe sumarse a la tolerancia al riesgo y las ideas. “Yo siempre estuve orgulloso de mi optimismo, siempre creí que esto iba a suceder”, expresó refiriéndose al crecimiento de Netflix desde una pequeña empresa que recibía solo unas decenas de pedidos de alquiler al día y que hoy cuenta con 60 millones de abonados.
El empresario se autodefinió: “No soy de los que ven el vaso medio lleno, soy de los que ven el vaso rebalsándose”. “Necesitan creer en ustedes mismos, cuando alguien les dice ‘eso no va a funcionar nunca’ es posible que tengan razón, casi tres cuartos de los ‘startup’ fallan, pero no lo piensen de ese modo, un cuarto puede ser exitoso y por qué no, puede ser el suyo el que tenga éxito”, sostuvo.
Consideró que “todos alguna vez han tenido una idea, pero es la persona que hace algo al respecto la que marca la diferencia”. “Cuando tengan una idea no dejen que muera, desarróllenla; les va a dar miedo, pero vale la pena”, instó el empresario.
Luego de la presentación, el público tuvo la posibilidad de realizar preguntas al expositor, que se centraron sobre la actualidad de Netflix, la piratería, internet y las nuevas tecnologías. “La tecnología es una herramienta que podemos utilizar de muchas formas, el hecho de que hay tantos celulares es un gran paso para que la gente se una, todos podemos ver las mismas noticias, compartir opiniones, todos tenemos la capacidad, si lo deseamos, de conectarnos unos con otros”, respondió.
“El hecho de que internet aquí me permita vender, o colaborar, con alguien en la otra punta del mundo trae un mercado global; he visto comunidades maravillosas que hace tan solo 10 años estaban aisladas, distanciadas del mundo, del mercado y ahora se han incorporado”, sostuvo.
Respecto a la disponibilidad de conectarse a internet y la situación de la provincia destaco: “Sin duda sería un error no reconocer la visión de esta comunidad, donde todos tienen acceso a internet en forma gratuita. Imagino que eso dará sus frutos en el futuro”.
Consultado sobre la piratería de contenidos, Randolph consideró que “siempre va a haber quienes ven contenido en forma ilegal y es parte de lo que sucede; pero la mayoría de las personas son honestas y ‘cómodas’, y prefieren ver los contenidos con un solo click en vez de estar media hora bajando, o haciendo un ripping o transcripción de una película para ahorrarse los dos dólares que sale la película”. Y amplió: “Netflix nunca dijo que fuese la forma más barata de ver entretenimiento en internet, nunca dijeron que fuera la forma más fácil, lo que propuso Netflix es un lugar donde venir y encontrar algo que realmente quieras ver, y me parece una forma muy efectiva de competir contra cualquiera, porque tiene contenido propio que no está disponible en otros lugares”.
Video: Marc Randolph, cofundador de Netflix
Nota: Emanuel Lorenzoni.
Foto: Cristian Bastias.
Video: Gabriel Pascuali.
Corrección: Mariano Pennisi.
Contenidista: Emanuel Lorenzoni.