DEPORTE EXTREMO: PARAPENTE
“No hay nada más dominante que volar al lado de los cóndores”
El piloto de parapente, Diego Nicola, dialogó con ANSL acerca de la actividad que lleva 20 años de práctica en la provincia. “Buscamos tener fecha para el pre Mundial 2016 en Carpintería”, dijo quien, en esta nota, dio un panorama del deporte “más cercano a volar como las aves”.
Diego Nicola es uno de los pilotos más antiguos de parapente en la provincia, lleva 20 años de vuelo y puede decirse que es uno de los pioneros de la actividad.
“El parapente está siempre ligado a lugares de vuelo. En la provincia hay dos lugares muy marcados que son la zona de Merlo – Carpintería y la otra que está en San Luis que abarca el corredor entre Potrero de los Funes y la ciudad de La Punta”, explicó el piloto.
El origen de este deporte extremo, nacido a fines del siglo XX por la inventiva de los montañeros que querían bajar volando mediante un paracaídas desde las cimas que habían ascendido. El nombre de parapente deriva de la contracción de paracaídas de pendiente.
Nicola continúa con su exposición diciendo: “La Asociación de Pilotos de Vuelo Libre de San Luis tiene su sede, con aterrizaje y despegue, en La Punta. La otra institución que nuclea a los pilotos es la Asociación Parapente Carpintería, no hay federación en la provincia porque los clubes están regulados por la Federación Argentina de Vuelo Libre quien organiza los eventos relacionados con la actividad”.
El equipo de vuelo es totalmente flexible, no hay partes rígidas que compongan el ala, por lo tanto puede ser transportado en el baúl de un auto o en la mochila. Llega a pesar entre 25 o 30 kg. “Es el único deporte aéreo con estas características por eso lo podría practicar cualquiera y no es costoso porque si bien la inversión inicial puede ser alta, un equipo de vuelo te permitirá hacerlo durante 10 años”, consideró Nicola.
En este punto, acerca de su práctica y difusión surge la controversia de quienes acceden al deporte sin la preparación previa y que luego son noticia. Diego Nicolas, en este sentido, es terminante: “El parapente no es para autodidactas. Hay que hacer sí o sí un curso con instructores homologados. El deporte en sí, es bastante autoregulado por los propios pilotos que llaman la atención o excluyen a quienes ponen en riesgo la práctica con el consiguiente desprestigio para la actividad por su mal desempeño”.
San Luis tiene al campeón argentino de parapente, Marcelo “Hacha” Alaniz, de la ciudad de Merlo y al subcampeón, el villamercedino Pablo Zeballos. Ambos compitieron en el último Mundial, el pasado abril en Baixo Guandu, Brasil. Al respecto, se está trabajando para la realización del pre Mundial 2016 en el “Mirador de los Cóndores” en Carpintería.
“La fecha sería en noviembre y si todo funciona bien, iremos tras el Mundial 2017 o 2018, eso significaría tener a los 120 mejores pilotos del mundo representando a 56 países. Luego la zona pasa a ser reconocida oficialmente como lugar de vuelo, convirtiéndose en un ícono turístico. Eso significa pilotos que vienen a volar con sus familias, turistas que se acercan a ver el deporte y un importante movimiento para la provincia”, vaticinó Nicola.
“El parapente es el deporte más cercano a volar como las aves. No hay nada más subyugante que volar en la misma térmica que los cóndores”, pregonó Nicola y agregó: “Hay que acercarse a ver despegar o aterrizar un parapente; ahí a muchas personas les ‘pica el bicho’ de volar. Luego, hablar con un instructor y decidir tomar clases de parapente. Es un error muy común hacer al revés: comprarse un equipo primero antes de comenzar la instrucción”.
Finalmente, Nicola se refirió a los pasos que se deberán hacer hasta convertirse en un piloto de parapente: “Pasarán varios años para dejar de ser alumno, mientras tanto se harán vuelos junto al instructor, luego pasará a ser un alumno avanzado, siempre volando en compañía de instructores y pilotos de experiencia hasta llegar al vuelo ‘bautismo’ donde en el despegue, trayecto y aterrizaje estará en contacto radial con quienes supervisarán el vuelo. Deberá aprender a manejar el altivario (que marca el ascenso o descenso del vuelo) y el GPS (que marca la velocidad del ala en vuelo), sumar kilómetros de vuelo, saber ir a favor, en contra o de costado al viento. Dominar las térmicas o volar laderas. Eso hará que, con el tiempo y muchos vuelos encima, pase de ser alumno avanzado a piloto pero lo importante es que siempre se vuela acompañado”, concluyó.
Nota y contenidista: Adolfo González.
Fotos y video: Gentileza Diego Nicola.
Corrección: Mariano Pennisi.