CAMINO MINERO DEL ORO Y LA LAJA
Historia minera y belleza natural en una travesía para repetir
De la experiencia turístico-minera que se realizó el pasado fin de semana participaron más de 90 personas entre productores, agencias de viaje y turistas. Tuvo como objetivo demostrarles a los pobladores de la zona que la riqueza histórica y la belleza incomparable de la provincia pueden utilizarse para generar emprendimientos productivos y nuevos puestos de trabajo. El circuito, de 177 kilómetros incluyó una cantera de piedra laja, minas de oro, el cerro Sololosta y los valles de La Arenilla.
San Luis presenta una variedad de paisajes que atraen y enamoran, algunos son más accesibles que otros y están más explotados turísticamente, pero todos ofrecen un importante potencial productivo. Pensando en esos lugares, que muchos desconocen porque ingresar a ellos se complica por diversos motivos, y en aquellos que los habitan, el Ministerio de Industria, Comercio, Minería y Transporte, en el marco del Plan Maestro de Minería 2014 – 2020, diseñó los caminos mineros.
“Pensamos los caminos como una oportunidad para que los pobladores de la zona, sean productores y artesanos mineros o no, puedan otorgar valor a su trabajo generando emprendimientos productivos y puestos de trabajo. Quien los recorre necesita proveerse de alimentos, bebidas, resguardo y hasta de un guía o baqueano, la idea es que esos servicios sean brindados por ellos”, indicó el titular de la cartera, Federico Trombotto.
De la experiencia participaron, además del ministro, el director provincial de Minería, Juan Fernández; el asesor de la Fundación Emprender en la ejecución del Plan Maestro, Alejandro Cañada; la coordinadora del Plan de Formalización, Promoción y Asistencia Técnica a la Pequeña Empresa Minera, Eugenia Vergés; productores y artesanos mineros, turistas, agencias de viajes e integrantes del Club Toyota Alianz.
El circuito, de 177 kilómetros, comenzó en la cantera de piedra laja La Florida, previo recorrido por el camino que bordea el embalse del mismo nombre. En el yacimiento, ubicado en el paraje Balde de la Isla se extrae piedra laja y pizarras negras y verdes. La explotación se desarrolla en una faja de 50 kilómetros de largo por 2 kilómetros de ancho: “Esta cantera es un claro protagonista del posicionamiento de San Luis a nivel internacional, ya que de aquí se extrae el 60% de la producción provincial”, les dijo el integrante de la Fundación, Andrés Arellano, a los asistentes.
Luego, la caravana integrada por 20 camionetas siguió viaje hasta el paraje Santo Domingo donde se encuentra un complejo de minas de oro y las ruinas de un antiguo campamento minero.
En el ingreso al lugar esperaba el propietario de cinco de los siete denuncios mineros que integran el complejo, Próspero Valdeón. Con una vitalidad sorprendente para sus 80 años, el hombre explicó que heredó las minas de su abuelo Valentín quien las denunció en el año 1903: “Siempre han formado parte de mi familia, he pagado religiosamente todos los años el canon correspondiente y sueño con que ahora formen parte de un emprendimiento turístico”, expresó.
La excursión incluyó treakking por las sierras y una visita guiada por el interior de una de las minas: “Parte de mi adolescencia transcurrió en este lugar ayudando a mi padre en la explotación, era un trabajo duro que nos exigía la molienda de una tonelada de cuarzo para extraer aproximadamente ocho gramos de oro”, manifestó Fernández quien auspició de guía.
Su padre, Juan Antonio Fernández, montó una planta de molienda en una de las minas propiedad de Valdeón, y con capital propio la explotó desde el 1973 hasta 1975, año en que una crecida del arroyo Santo Domingo arrasó con todo. Luego del hecho, las minas del complejo no volvieron a ser explotadas.
Promediando la siesta, los integrantes de la travesía arribaron a la base del imponente cerro Sololosta para apreciar el yacimiento de pinturas rupestres y compartir un almuerzo de camaradería elaborado por habitantes de la zona. El cerro, se eleva a 1795 metros sobre el nivel del mar y forma parte de un conjunto de domos volcánicos que se extienden desde El Morro hasta La Carolina.
La travesía casi llegaba a su final, pero el cronograma previsto aún deparaba una sorpresa: el retorno por La Arenilla. Con el sol recostándose en el oeste, las camionetas atravesaron ríos y pequeños valles dejando a su paso caseríos de piedra y extensas pircas. La experiencia finalizó así, con sonrisas en el rostro de los participantes y deseos de repetir la experiencia.
Nota y fotos: Mariela Arrieta – Prensa Ministerio de Industria, Comercio, Minería y Transporte.
Más fotos: www.facebook.com/agenciasanluis
Corrección: Mariano Pennisi.
Contenidista: Rosana Freite.