DÍA DEL ESCRITOR
Viviana Bonfiglioli, escritora, poeta y silenciosa incurable
En el Día del Escritor, por el natalicio de Leopoldo Lugones, encontramos una manera de hacer un reconocimiento a todos aquellos artistas de la palabra a través de Viviana Bonfiglioli. Ella coordina un taller literario al que asisten personas de todas las edades. En ese espacio “hay catarsis bellas donde sale lo que nos hace humanos”, dice la escritora. Además, Bonfiglioli ha realizado numerosas publicaciones y ganado concursos literarios. Días atrás, el Programa San Luis Libro presentó “Cuyo en las letras” donde la autora ganó en el género ficción con el cuento “La Ventana”.
Viviana Bonfiglioli dirige un taller literario denominado “Silenciosos Incurables”, con modalidades presenciales u online. La escritora afirma que cada uno “es bienvenido (a este espacio de creación) solo porque llegó. Es bienvenido a esta reunión a la canasta donde todos suman un plato al banquete de palabras”. La directora del taller afirma que cuando llega un candidato al taller lo recibe con felicidad y hay preguntas que internamente se hace pero no formula como ¿Qué traerás bajo tu silencio, tu compostura, tus ademanes educados y mesurados? ¿De qué lugar de la vida llegas con tus redes llenas?.
Durante una entrevista, recorre diferentes conceptos sobre el arte de la escritura, la pasión que despierta en cada uno y los caminos para explorarla y desarrollarla.
¿Cómo fue su inicio en la escritura?
Mi camino de escritora se abrió posiblemente con el primer concurso que uno gana o donde ve algún texto publicado y de esto debe hacer ya casi 15 años o más, ahí se inicia mi tarea como escritora. Como coordinadora de talleres comencé a partir de una beca en el año 2002, era un taller que iba a durar un año y acá estamos todavía.
Tengo entendido que la primera elección de estudio fue en el campo de las ciencias exactas. ¿Cómo fue pasar de los números, de los cálculos, a esa pasión que estaba escondida?
En general esto del arte se enhebra bien con las ciencias exactas porque en el caos que uno tiene que descifrar del mundo, la matemática te provee algunas herramientas de orden y uno después sigue elaborando, creando y a veces uno recurre a cierto orden matemático en el arte.
Sthepen King en su libro “Mientras escribo” sostiene que no cree que el escritor se haga ni por circunstancias ni por voluntad. ¿Qué opinión le merece esta creencia, que escribir es algo innato, con lo que uno nace y en algún momento de su vida uno lo desarrolla, comparte este pensamiento o cree que se pueden pulir algunas cuestiones?
Yo lo comparto, algo debe venir en uno como un interés, una pasión, como el placer de jugar a algo y después supongo yo que uno tiene que ir adquiriendo técnica, práctica, seguir ejercitándose como toda profesión.
Todos estamos llenos de historias. ¿La escritura sería el mejor canal para sacar todo eso afuera?
Me parece que hay una traducción directa del mundo interno a la palabra. Sin embargo, la palabra tampoco es tan completa, a veces hay cosas que uno se da cuenta que han quedado por fuera del texto, por una incapacidad propia o porque el lenguaje también tiene sus límites. Por eso tal vez yo recurro al dibujo o a la pintura (el taller tiene una revista mensual con prosas y poesías acompañadas por pinturas y dibujos acordes a las temáticas en que giran los textos) me parece que completan ese caos que uno tiene adentro o eso que tiene que decir.
El taller se dicta en Ituzaingó 478 los miércoles de 18:00 a 20:00, viernes de 20:30 a 22:30, sábados de 18:00 a 21:00 y se sumó un nuevo grupo los martes de 22:00 a 24:00. Las inscripciones o consultas pueden realizarse a través del 2664 340397 o por mail a [email protected]. “Silenciosos Incurables” es un taller literario que aborda la escritura desde la invención, el recuerdo, el arte de construir una historia, un decir, reza la descripción del espacio en su página de Facebook. Sobre este espacio que Viviana se encarga de coordinar, la escritora asegura: “Escribir es conquistar la libertad. Todos tenemos historias que podrían ser objeto de una elaboración artística”.
¿Qué recomienda a la hora que alguien quiere comenzar a escribir, contar sus historias o aquello que siente?
Llevar una libretita en el bolsillo o en la cartera es muy útil, porque una vez por día a todos se nos ocurre algo. Mirando el mundo tendemos a ver una frase, una oración que surge no sabemos muy bien de donde como si uno pudiera ‘leer’ lo que está pasando en el mundo y tiene un texto ahí para uno, ir guardando, esto va generando una costumbre en el posible escritor. Y por supuesto leer, leer es el abono más importante para un escritor.
¿El periodista gráfico es como un escritor escondido o que debe hacer periodismo para vivir o puede animarse a sacarse ese chip de la noticia para comenzar a escribir?
Tengo y he tenido periodistas gráficos en el taller y son absolutamente brillantes, con un talento terrible que por el formato en el que trabajan por ahí no lo pueden demostrar y bueno publican por fuera del trabajo, realmente he conocido gente brillante que viene del oficio del periodismo.
¿Y aquel que no está tan cercano a la lectura por una cuestión de que no fue mucho a la escuela o debió dejarla, igual puede animarse y acercarse al taller para pulirse?
En el taller tengo gente que no leyó y que dice que no va a leer por una cuestión de que no le gustan los libros, sin embargo también tienen algo para contar y lo cuentan de una manera clara, prístina, literaria, eso a mí me genera un misterio interno porque digo ‘¿de dónde se nutrieron?, ¿cómo pudieron?’. He tenido gente con un mundo interno realmente muy rico y logran escribir bellezas.
¿Los dos consejos serían animarse y acercarse al taller?
En el taller uno encuentra un discurso muy sincero que eso no sé en qué otros ámbitos se puede encontrar, muy sincero, muy desnudo de adornos. La gente, por las condiciones que se generan se muestra como es y al escuchar al otro que a veces manifiesta un dolor, una angustia, un sentir, uno empieza a revisar qué cosas le están pasando y no las ha contado. Hubo catarsis bellas donde uno llora, el otro se ríe, pero es un ambiente donde sale lo que nos hace humanos.
Nota y contenidista: Cecilia Sosa.
Fotos: Facebook del Taller Literario Silenciosos Incurables.
Corrección: Mariano Pennisi.