CICLISMO INTERNACIONAL
Alberto Contador, un lujo propio de San Luis
El Giro de Italia 2015 ya es historia y será recordado largamente como uno de los más exigentes que se hayan disputado, pero también porque su vencedor fue el español Alberto Contador, uno de los ciclistas más grandes de todos los tiempos que, afortunadamente, San Luis se permitió hospedar en dos ocasiones.
A veces es difícil valorar las gestas deportivas cuando están frescas y, por eso, es obligatorio resaltar algunas cuestiones en torno a Contador, un atleta excepcional que, por ejemplo, se alzó con la carrera italiana casi sin auxilio de sus gregarios (corredores especializados en socorrer al jefe de filas), lejos del nivel de su capitán.
Para quienes aún no están muy al tanto de lo difícil del ciclismo, hay que recordar que el Giro de Italia (junto al Tour de Francia y la Vuelta a España) es una competencia de tres semanas, en las que los protagonistas se enfrentan a todo tipo de adversidades como caídas, exigentes subidas, peligrosos descensos, lluvias, fríos y calores extremos y el desgaste propio de todos esos factores conjugados durante 21 etapas.
Pues bien, Contador ya acumula siete carreras del género en su currículum y todavía le queda un año y medio por delante (anunció su retiro para finales de 2016) en el que podrá aumentar la cantidad de trofeos, siempre haciendo gala de su talento para escalar y una inteligencia táctica pocas veces vista.
En el caso de la recién finalizada edición del Giro, el líder del Tinkoff Saxo fue campeón sin ganar una sola fracción, pero estuvo siempre cerca y controlando las acciones a su antojo. Por caso, clasificó nueves veces en el top 10, alcanzó cuatro podios y vistió de rosa en 15 de los 21 días de actividad.
Para completar el apartado estadístico hay que destacar que Contador se impuso en tres de las cinco grandes en las que participó desde su regreso por suspensión y, además, ocupó lo más alto del podio en siete de las últimas nueve, igualando la línea de grandes estrellas como Miguel Indurain y Fausto Coppi, y quedando a tiro de Jacques Anquetil (8), Bernard Hinault (10) y Eddy Merckx (11).
Además, es notoria su efectividad, puesto que resignó todo el calendario comprendido entre enero y mayo (Tour de San Luis inclusive) para llegar fresco a Italia y, posteriormente al Tour de Francia, obteniendo el primero de los dos objetivos.
Pese a ello, sería injusto centrarse solo en las estadísticas, que no reflejan el dominio psicológico y estratégico del corredor de Pinto. Es que, aislado siempre por el poderoso Astana, se las ingenió para resistir sin ayuda, rematando a sus oponentes en momentos puntuales, a saber:
*Se dislocó un hombro y magnificó su lesión, haciendo creer al resto que era frágil, situación que aprovechó para quitarse presión y sorprender a Fabio Aru.
*Brindó un recital de escalada en el mítico Mortirolo, una de las montañas más duras de Europa, a la que llegó retrasado porque Astana y Katusha lo atacaron durante un percance mecánico. El líder los alcanzó y superó, para salvarse de lo que pudo ser una catástrofe.
*Tomó revancha del mencionado e indecoroso intento de sus contrincantes, quienes quisieron sacar ventaja tras un pinchazo, lanzándose con rabia en el Monte Ologno cuando Astana tenía a sus capitanes rezagados por una caída.
*Limitó las pérdidas de tiempo a la etapa 20, la única en la que mostró debilidad, rodando con tranquilidad y sin ayuda, debido a que su hegemonía previa le daba un amplio margen de error.
Dichos problemas hubieran terminado con los sueños de casi cualquier otro favorito, pero no con los del madrileño, un hombre habituado a pelear contra la adversidad desde pequeño, cuando sufrió un cavernoma cerebral, que puso su vida en entredicho nuevamente y en competencia, en 2004. O más cercano en el tiempo, cuando se consagró campeón de la Vuelta a España 2014 aún convaleciente de una fractura de tibia.
Probablemente el mejor ciclista de la última década, capaz de vencer cualquier prueba por etapas aún siendo la rueda más marcada y lidiando con la presión que eso conlleva, Contador ya tiene un hueco reservado en el Olimpo del deporte pedal, y es por eso que el público puntano puede estar orgulloso de haber disfrutado en el pasado (y por qué no en el futuro) de la presencia de semejante ícono en sus rutas.
Para algún desprevenido, es conveniente recordar que el virtuoso ciclista visitó este lado del Atlántico solo para ser de la partida en San Luis, honor que ni siquiera el Tour de California (World Tour) tuvo. El “Pistolero” fue 2° en 2012 y 4° en 2013, y aunque los resultados del primero fueron anulados por una polémica sanción, todavía está vigente el recuerdo de su estilizada figura bailando sobre los pedales para cruzar la línea de meta primero, en Merlo y Potrero de los Funes.
Tal vez tome algunos años caer en la cuenta de la envergadura de este pedalista, más para los sanluiseños, habituados a recibir a las estrellas del ciclismo cada enero, pero algún día, cuando se analice el historial de la Mejor Carrera de América, saltará a luz que el español estuvo presente, no una sino dos veces, atrayendo las miradas del mundo sobre la pujante provincia cuyana, que se dio el lujo de albergar a un corredor que ya es parte de los anales del deporte mundial.
Nota: Martín Palermo.
Foto: Giro de Italia.
Corrección: Mariano Pennisi.
Contenidista: Adolfo González.