PLAN DE INCLUSIÓN EDUCATIVA
Elda, Paola y Sandra se animaron a cumplir sus sueños
El Plan de Inclusión Educativa abre puertas, descorre viejos fantasmas acunados por otros tiempos, en los que no se pudo. Hoy, para Elda, Paola y Sandra sí se puede. Ellas, como casi 45 mil sanluiseños se anotaron en el PIE para poder terminar sus estudios, para poder cerrar una etapa, para empezar otra, llena de satisfacciones, de la dulce conquista que se entreteje en el mundo donde los sueños se cumplen.
Miles de historias conviven en las aulas del PIE donde los alumnos asisten a clases en cada rincón de la provincia para concluir sus estudios primarios, secundarios o para alfabetizarse. En Santa Rosa del Conlara las historias de Elda Romero, Paola y Sandra Díaz son contadas en primera persona.
Estas mujeres vuelven a respirar el olor a los libros, a la madera perfumada de sueños que desprenden los lápices que se cuelan en la mañana fresca del otoño de Santa Rosa del Conlara. Por la ventana del aula se perfilan nubes que se deshilachan y juegan con el sol, que por ratos, logra entibiar las manos de los que eligieron darse una nueva oportunidad. “Es una gran emoción después de tantos años volver a estudiar, porque yo hace mucho que dejé la escuela y comenzar de nuevo fue algo muy emocionante”, cuenta Elda.
Materia pendiente, destrabar el pasado, apostar y elegir el acceso al conocimiento, a la educación de calidad, proyectar un futuro mejor, dejar un legado. “Realmente era algo pendiente que quería concluir y aparte tengo ocho hijos y es una manera de darles un ejemplo. Si yo puedo, ellos pueden más que yo”, relata Paola y con la voz y las manos iluminadas de esperanzas dice: “Siento ansiedad, nervios, alegría, es una mezcla de sentimientos”.
Imágenes del tiempo de la niñez, de la adolescencia, pasan como una película por la mente de Sandra. Película que pronto tendrá un final feliz: tendrá su título. “Soy ama de casa, cuido de mis hijos y de mi marido y trabajo en el campo que tenemos nosotros”, dice mientras disfruta del recreo en el patio de su escuela, adentro, en otras aulas, otros compañeros repasan verbos y cuentas.
Elda contó que cuando se enteró de la propuesta lanzada por el gobernador, CPN Claudio Poggi, le pareció “muy buena”, indicó que le interesó y que tuvo el apoyo de toda su familia, su marido e hijos. “Decidí concluir mis estudios porque siempre me gustó estudiar y quería retomarlos. Además, puedo seguir ligada con las cosas cotidianas de todos los días para desenvolverse mejor en la vida”.
El plan de terminalidad educativa se implementa a través de la modalidad de las escuelas públicas digitales. Graciela Altamirano es facilitadora y narró que en esta etapa se encuentran trabajando con los cuadernillos. “Es una nueva experiencia y me ha gustado mucho enseñar a gente mayor, es algo totalmente distinto, es un placer trabajar con ellos en el PIE. Todos tienen mucho entusiasmo por aprender”, finalizó.
Marcela Sequiera también es facilitadora y afirma: “Esta posibilidad que me dio la Universidad de La Punta de trabajar con adultos es una experiencia fabulosa. Es muy reconfortante porque la gente viene porque quiere estudiar. Cada vez que me dicen ‘profe’ venga, a mí me emociona muchísimo, soy muy respetuosos”, relata emocionada mientras en su mente revive las horas de clase junto a sus alumnos. “Ahora estamos con los cuadernillos y también con las computadoras, todo lo que yo pueda enseñarles a mí me reconforta”.
“No pude terminar cuando era niña y ahora que salió el PIE aproveché y me anoté y lo hago con mucho orgullo”, concluye Sandra. Orgullo que transmite su transparente mirada, para esta ama de casa de Santa Rosa del Conlara el mañana está empapado de optimismo.
Notas en el siguiente link: Alumnos del PIE que asisten a clases en Santa Rosa
Textos: Cecilia Sosa.
