FE, PASIÓN Y DEVOCIÓN
Finalizan las festividades de Renca y Villa de la Quebrada
Con la realización de las tradicionales misas dominicales y de las procesiones, llegarán a su fin las festividades religiosas de Nuestro Señor de Renca y del Cristo de la Quebrada, luego de tres jornadas signadas por la fe, la pasión y la devoción de cientos de fieles, no sólo de los creyentes de San Luis, sino también de provincias vecinas que llegaron para sumarse a los festejos. De ambas actividades participará el gobernador de la Provincia, CPN Claudio Poggi.
La actividad comenzará a las 10:30 con la misa y una procesión hacia el Santuario Milagroso del Señor de Renca para cerrar las festividades en la localidad, mientras que en Villa de la Quebrada se realizará la tradicional Solemne Procesión a las 16:00 que saldrá desde la Parroquia y recorrerá las calles portando la imagen del Cristo Milagroso. Allí también se celebrará la Santa Misa para despedir y bendecir a los peregrinos que asistieron durante las tres jornadas.
Las misas en Villa de la Quebrada serán a las 07:00, 09:00, 11:00, 19:00 y 21:00. A las 12:00 habrá bautismos y se harán además la renovación de las promesas bautismales. A las 16:00 tendrá lugar la procesión presidida por el obispo de la diócesis de San Luis, monseñor Pedro Martínez al igual que en Renca.
Las misas comenzarán desde temprano, los promesantes y fieles allí tienen la oportunidad de comulgar hasta que los repiques de campanas y salvas de bombas anuncian la concentración de peregrinos en el atrio del santuario y en las calles adyacentes, para seguir con mayor recogimiento la misa cantada, y después acompañar a la imagen del Milagroso Señor en la procesión alrededor de la plaza.
Desde 1753 existe allí la devoción al Señor de los Milagros que anualmente concentra la atención de los fieles de la región cuyana y aún de Chile, al celebrar el 3 de mayo la fiesta que le ha dado un lugar prominente en el calendario folclórico nacional.
En Villa de la Quebrada ya se viven los momentos culmines de la celebración. La capilla ubicada sobre la calle Juan Tomás Alcaraz, nombrada en honor al hachero que encontró el Santo Cristo, albergó miles de fieles que asistieron a las numerosas actividades que se desarrollaron durante los días festivos. Misas, procesiones guiadas al Vía Crucis, realizado sobre las sierras con figuras de mármol de Carrara y en tamaño real, y bautismos, fueron parte de la ceremonia que los días 1°, 2 y 3 de mayo se realiza en Villa de la Quebrada.
Según datos policiales hasta la noche del viernes más de 133 mil personas llegaron por los distintos medios hasta la Villa y ya en la tarde del sábado la cifra se elevó a 146 mil. Este domingo, seguramente los números seguirán creciendo al igual que el fervor que le ponen los feligreses para honrar a los santos patronales de Renca y Villa de la Quebrada.
Más de un siglo
Ha pasado más de un siglo de la presencia del crucifijo milagroso en Villa de la Quebrada, dispensando gracias y favores a quienes recurren en sus necesidades materiales y espirituales.
Este Cristo crucificado se constituyó en el eje devocional lugareño, que pronto extendió fama de milagrosa bondad y misericordia ya no sólo entre los habitantes de la zona, sino que de otros lugares de la provincia, trascendiendo a través de los años a toda la región cuyana. Después, muchas placas y exvotos de provincias vecinas, de la de Buenos Aires y hasta del Uruguay y Brasil testimonian promesas cumplidas.
En ocasión de los festejos patronales, la villa de apenas 500 pobladores se transforma en un gigantesco polo religioso que alberga millares de promesantes. En estas últimas décadas se acrecienta anualmente los multitudinarios pobladores ocasionales en esos tres días (1,2 y 3 de mayo) como desde el comienzo de la novena. También son millares los peregrinos que van a pie, de todas las edades y condiciones sociales.
El Cristo de la Quebrada
La historia del “Señor de la Quebrada” puede leerse en el sitio web del santuario. Allí el presbítero Miguel Ángel Fuentes explica que es una imagen muy pequeña, tal vez una de las más pequeñas de las que se veneran en nuestra patria. Un hachero ciego descubrió la imagen en el corazón de un algarrobo, escondido allí tal vez para salvarlo de los indios; otros dicen que no era ciego, ni era hachero, pero que sí lo encontró milagrosamente.
El hachero, Juan Tomás Alcaráz, la encontró en la primera mitad del siglo pasado. Es un Cristo en cruz, no agonizante, sino muerto. Está clavado en una cruz de madera cuyo stipes (madero vertical) mide unos 27 centímetros, y unos 20 centímetros el patibulum (madero horizontal). La cruz es de color verdoso y las tres puntas superiores terminan en forma redondeada, pintadas de dorado. Es también de madera su base irregular y la leyenda “INRI”. Tiene también 3 aspas doradas que salen de los ángulos de la cruz -la cuarta se debe haber perdido-, que simbolizan el resplandor de la cruz.
Nota: Fernando Romero – Jorge Scivetti.
Fuente: Obispado de San Luis / AICA / Santuario Cristo de la Quebrada.
Fotos: Marcelo Lacerda