LA PREVIA DE LA SUPER ESPECIAL
San Luis, crisol de razas y vidriera del rally mundial
Europeos, sudamericanos, asiáticos, árabes, argentinos y puntanos, en el parque cerrado, compartieron recinto antes de comenzar la jornada del Rally de la Argentina 2015 en suelo sanluiseño. Todos los participantes de la fiesta del WRC hermanados por las mismas pasiones: velocidad y derrapes.
El lobby del Casino Flamingo se convirtió por unas horas, en el “cuartel general” del Rally Mundial. San Luis fue el punto de partida de esta competencia internacional donde pilotos de todo el mundo, junto a los nacionales del Rally Argentino y quienes corrían por el CODASUR compartían el lugar de la merienda. Cada uno con sus propias metas y objetivos, pero la pasión por los derrapes los unían, como en una logia.
“La Troupe” francesa del Citroën Team, prefería el sol de la tarde merlina en las afueras del recinto reservado para los pilotos.
Al puntano Miguel Baldoni, lo esperaba su familia, antes de ingresar al comedor del hotel y concentrarse en mantener la punta del Campeonato Argentino de Rally.
La llegada de David Nalbaldian a la zona de parque cerrado, generó la avalancha de flashes y pedidos de autógrafos por parte del público que rodeó el lugar.
“Me conformo con terminar”, dijo al pasar, para contentar a los periodistas que requerían algún concepto suyo. Luego de ingerir una variedad de frutas, bromeó con Baldoni acerca de su rol paterno (estaba Miguel con su beba en brazos) para después meterse en la competencia.
“¿Viste lo que le pasó a Fuchs?, dijo el de Unquillo, ya compenetrado en cosas de la carrera y reafirmando lo que este cronista percibió del lugar: allí todos eran pilotos de carreras, las preocupaciones eran las mismas para todos. Clima de hermandad.
El finés del Volskwagen Motorsport, Jari-Matti Latvala, repasaba las anotaciones que su navegante había hecho, luego de degustar café, jugo de naranjas y medialunas, que alcanzamos a divisar. “Con el estómago lleno se piensa mejor y se agarra coraje”, eso dijo Ulises en “La Ilíada” antes de entrar en combate. Parece que el compañero de equipo del campeón mundial, Ogier, leyó aquél clásico, igual que nosotros.
Al noruego Andreas Mikkelsen, del segundo equipo Volkswagen, nada lo distraía. Escuchó atentamente los comentarios de su copiloto, Ola Floene y, agua mineral mediante, revisaba en su notebook, las imágenes recogidas de los caminos por recorrer.
El otro piloto sanluiseño, mezclado con las estrellas del WRC fue “Friddy” Bassi, quien tuvo tiempo hacer una mirada reflexiva sobre lo que siginifica para la Provincia esta inserción en el máximo nivel del rally, diciendo: “Es un momento histórico para San Luis, no solo tener a las máximas figuras del WRC sino que se largue una fecha aquí, siendo Merlo el punto neurálgico. Es muy lindo compartirlo con nuestra gente”, subrayó.
Gustavo Becara, navegante de Augusto D’Agostini (Baractec), mermelada en mano, confesó: “A todos los que nos gusta esto, estar con los mejores el mundo, compartiendo una mesa, estando con ellos, te llena de satisfacción y de orgullo. Cada uno está en su carrera, pero acá (señalando el lugar de merienda) somos todos pilotos compartiendo la misma pasión”, expresó quien competirá por la RC2 del Maxi Rally Argentino.
El uruguayo Antonio Piñeiro (CODASUR) junto a su navegante, terminaba su cóctel de frutas y consideró: “Esto es un reglón de nuestras vidas y sería tocar el cielo con las manos tener algo así en nuestro país. Cuando uno mira toda la movida que hay aquí, piensa en el esfuerzo que hizo su Gobierno en tener este evento, y deben valorarlo” y concluyó diciendo: “ Creo que para San Luis hay un antes y después de esto, nosotros en Uruguay estamos muy lejos de organizar algo semejante, a pesar de los esfuerzos, por eso digo que deben aprovecharlo y potenciarlo más todavía”.
Visiones distintas, expectativas diferentes, misma pasión que aglutina a cualquier amante del derrape: levantar polvareda yendo “fierro a fondo”.
Nota y fotos: Adolfo González.