VILLA MERCEDES
Una chica poseída puso miedo en una noche de emergencia
Como sacada de una película de terror podría calificarse la escena que vivieron tres integrantes del Servicio de Emergencias Médico Provincial (SEMPRO) de la ciudad de Villa Mercedes. El llamado de emergencia en medio de la noche los alarmó, ya que no sería una noche cualquiera. El hecho los puso frente a una paciente especial, protagonista de un final paranormal.
En realidad nada en la madrugada del martes fue normal. Cuando llegaron a la casa donde se solicitó la ayuda, se encontraron a una joven que por los dichos de las personas que la acompañaban presentaba “un brote psicótico”. Entonces la ambulancia, que como en todos los casos trabaja con tres personas a bordo (chofer, enfermero y médico), la trasladó hasta la guardia del Policlínico. Fue allí donde el estado de la chica se volvió incontrolable.
Sus movimientos corporales y su voz cambiaron; como si de repente se tratara de esas películas que muestran los casos de posesiones diabólicas. El chofer, la enfermera y el médico que la dejaron allí contaron que la voz de la chica se volvió grave, como la de un varón, y empezó a insultar. Su fuerza, que caracterizaron como “impresionante”, se transformó y “revoleó” a varios que intentaron sujetarla. La calma llegó cuando pudieron sedarla.
Pero ese no fue el final de servicio para los socorristas. Los tres salieron de la sala de urgencias sensibles, asustados y sorprendidos, pero con la obligación de volver a la base para continuar la guardia en una noche que nunca olvidarán. Pero cuando ya estaban listos para irse comenzaron a escuchar ruidos en la parte trasera del móvil y sospecharon que alguien se había metido para robarles el equipamiento. Bajaron y cuando abrieron las puertas se encontraron con la segunda parte de la historia: todo estaba dado vuelta. Fue inevitable no relacionar la situación con el hecho que minutos antes habían vivido y el terror los invadió.
“La camilla estaba desencastrada de su traba de seguridad, todo revuelto y algunos elementos amontonados en un sector, algo imposible”, según relató un profesional del SEMPRO.
Los tres protagonistas del servicio, en una noche de terror, quedaron en shock y no quisieron subir de nuevo al vehículo. Fue tanta la conmoción que llamaron a dos sacerdotes, Gustavo Méndez y Estanislao Malek, para que bendijeran la ambulancia y llevaron un poco de tranquilidad.
La chica que describieron como “menudita” y “delgadita”, de unos 18 o 19 años, no sería oriunda de esa ciudad y al parecer, antes de presentar ese extraño comportamiento, había estado jugando al juego de la copa.
Fotos: Gentileza SEMPRO.