Entrega de regalos a niños internados
La Fundación Betania acompañó a Papá Noel al Hospital
El 24 a la noche, víspera de Navidad, todos los niños esperan a Papá Noel, la ilusión de poder verlo, de recibir sus regalos, de abrazarlo. No todos están despiertos para verlo llegar, aunque algunos aseguran haberlo escuchado o ver su paso en el cielo. Pero esta Navidad, para los chicos internados en el Hospital San Luis, ese deseo fue realidad.
La Fundación Betania acompañó en su recorrido a este gordito, barbudo y regalón, que llevó a cada niño un presente especial. “Somos unos de los tantos ayudantes que tiene Papá Noel o el Niñito Dios para los católicos, por lo que recibimos el encargo de juntar las cartitas que los chicos, que ya llevaban algunos días internados, habían escrito pidiendo su regalito, por lo que cada uno pudo recibir algo de lo que habían pedido”, explicó la presidenta de la Fundación y una de las principales ayudantes de Papá Noel, Beatriz Saad.
El grupo de Betania, encabezado por su presidenta, estuvo integrado además por los alumnos de la Universidad Católica de Cuyo, de entre 23 y 25 años, que trabajan en cada una de las actividades que lleva adelante la Fundación durante todo el año.
“Fue muy emocionante para todos visitar a los chicos esta noche tan especial. La encargada de la sala de juegos de Pediatría, Cristina, fue nuestra guía. Cuando Papá Noel llegaba haciendo sonar sus campanitas los chicos estaban atentos y expectantes y cuando finalmente lo veían, desbordaban de alegría”, relató Beatriz.
El Banco Hipotecario colaboró con la donación de dulces que fueron distribuidos entre los familiares de los internados, doctores y enfermeras.
El trabajo de Betania
La Fundación Betania trabaja desde 1986 ayudando a los más necesitados. En ese comienzo lo hizo con asesoría legal, de la mano de las abogadas Beatriz Saad y Mari Cortés, buscando un mejor presente y futuro para chicos en riesgo. Luego de una disolución, en 2005, las necesidades de una mamá, vecina del barrio Rawson, las volvió a unir. Allí el grupo se bautizó Betania, en honor al nombre del pueblo donde Jesús se reunía con sus amigos.
Desde entonces, con la Escuela N° 27 Saturnino González Camarero del barrio Rawson como base, y en compañía de sus docentes, la Fundación, junto a los chicos de la Universidad Católica de Cuyo trabaja en el proyecto “Educar para pensar”. La propuesta brinda a los chicos ayuda escolar, pero también contención. No sólo enseña a prestar más atención en el aula y sortear las dificultades, sino también se ha logrado que incorporen hábitos más saludables de higiene e incluso que los padres se acerquen a la escuela, interesándose por su escolaridad.
“Educar es el amor en acción”, resume Beatriz haciendo suyas las palabras de San Agustín.
Para lograr estas nobles metas, la Fundación, con sede en Ayacucho 972, realiza todo el año actividades a beneficio.
En un trabajo conjunto con la Universidad Católica de Cuyo, brindan apoyo escolar todos los sábados a alumnos de la escuela Saturnino Camarero del barrio Rawson.
“El proyecto surge al advertir la necesidad de la labor que las maestras hacen en las aulas, habida cuenta de la cantidad de niños que tienen y las diferentes problemáticas de aprendizaje que con un número de alumnos tan numerosos por aula no pueden atender puntualmente”, explicó Beatriz Saad, docente de la Facultad de Medicina y de la Facultad de Derechos y Ciencias Sociales de la UCC e integrante de la Fundación.
El proyecto tiene como nombre “Educar para Pensar”, que consiste “en realizar tareas de apoyo escolar, sobre todo fortalecer lo que es la lecto – escritura”. Los niños, alrededor de 80, son seleccionados por la escuela “porque tienen problemática de aprendizaje diversa”.
Con ese grupo, estudiantes de la UCCuyo brindan apoyo escolar. “Lo acompañamos con un desayuno o un almuerzo más nutritivo, porque a veces los problemas de aprendizaje obedecen a carencias alimentarias” agregó Saad.
“Cada año advertimos que hemos disminuido los índices de repitencia y eso alienta porque el niño al no repetir sigue yendo a la escuela y evitamos la deserción” se alegró la docente.
Para llevar adelante el proyecto, la coordinadora indicó que reciben apoyos voluntarios e individuales porque “en realidad no hace falta tanta plata; es más una cuestión de recursos más humanos que materiales”.
“Lo que necesitamos es leche, chocolate, pan, para las tortitas para los útiles escolares” añadió.
Para contactarse con la Fundación Betania: la sede está en Ayacucho 972 (casi llegando a San Martín). El teéfono es 2664 – 576876 y el correo electrónico: [email protected]. También se puede colaborar a través de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UCCuyo.
Nota: Paula Kraliczek, Prensa-Ministerio de Medio Ambiente.