Como si fuera ayer

Desde que nació lo cubrieron con celeste y blanco. Joaquín, tenía dos años cuando el “paso a paso” de Mostaza Merlo era la frase preferida, hasta para comer, en la casa. “Racing ya salió campeón, Racing ya salió campeón”. Aquel festejo de diciembre en 2001 nubló nuestros ojos otra vez anoche.   

Joaquín Gómez a los 2 años junto a su hermano Matías, de remera gris, en la Plaza Pringles

Pasaron 13 años, algunas cosas cambiaron, la pasión no.  De nuevo en la Plaza Pringles gritamos un campeonato. Él no recuerda mucho su primera vuelta olímpica, sólo sabe, por la foto, que el flash del diario lo puso en las históricas páginas. Por aquel entonces mi viejo lo sostenía sobre el capot de un auto. Ayer, tuvimos que pararlo arriba de algo que soporte sus quince años para evitar abolladuras.

La bandera es la misma. Estaba nuevita cuando los hinchas coreaban las burlas del “Chanchi” Estévez al “Chapulín” Cardetti, ex delantero de River Plate.

Trece años después, Joaquín y Matías festejaron el 17 campeonato de Racing

De ahí, los colores flamearon cuando viajamos para ver a la “Acade”. A veces, la bandera también volvió enroscada en el baúl. Ayer, con la lluvia que nos pegaba detrás de la camioneta mientras íbamos cantando hasta la plaza, esa bandera se agitó inmensa. Joaquín me la prestó, pero sólo un rato, quizás temía que el viento se llevara lo que más nos une. Quizás soñaba despierto revoleando los colores gastados por el fútbol. Mi hermano reía igual que a los dos años.

Con el título 17 me tomé revancha. En 2001 durante el festejo estaba desgarrado, anoche subí al techo del colectivo para saltar con los hinchas. Joaquín me miraba. Apenas bajé nos abrazamos fuerte. Qué loco. Anoche nos abrazamos más que en Navidad, que en Año Nuevo, que en los cumpleaños.

Nota: Matías Gómez