MUNDIAL DE BÁSQUET: ANÁLISIS DEL DEBUT ANTE PUERTO RICO
Con el Alma de siempre
Argentina dejó atrás las dudas de los amistosos y tuvo un debut soñado en España. Partido perfecto y paliza histórica a Puerto Rico por 98-75. Agencia San Luis te cuenta las claves del triunfo y te adelanta el duelo de mañana, a las 13.30, contra Croacia, rival de temer.
“Los amistosos son amistosos”, repetían los jugadores como un mantra en las horas previas. En pocos días, la Selección tuvo la misión de “limpiar la cabeza” y llegar con otra fe al debut. Si bien esta Selección ya lo había hecho en el pasado (recuperarse de malas preparaciones en término de juego y resultado), ahora había muchas dudas, con un equipo más nuevo y joven, ya sin consagrados como Manu o Delfino. Pero está claro que el plus que tiene este equipo no es sanata. Por los porotos estos muchachos se crecen. El liderazgo de Scola, Nocioni y Prigioni marca el camino y el resto lo sigue. Así el equipo aparece y todos, incluso los que venían peor, rinden al compás de los cracks. Este concepto sirve para empezar a explicar este baile, desde lo estratégico y la ejecución, que Argentina logró ante Puerto Rico (98-75). Un rendimiento de alto vuelo que se une a un triunfo clave, por ser un rival directo en la zona -había superado a Argentina en amistosos- y por generar un clima de confianza para lo que viene.
Argentina desplegó un juego perfecto, lucido, que dejó sorprendido incluso al más optimista. La defensa, que había dejado más de una incógnita en la previa, dio un salto de calidad. La determinación fue tal que todos se comprometieron en frenar a Barea y Arroyo (las figuras, con su juego de pick and roll), la concentración resultó top y, como nunca, se cuidó el rebote, otro de los grandes déficits de nuestro conjunto (ganó la lucha por 41-35 con épicas tareas de Nocioni y Herrmann, quienes sumaron 21 recobres). Puerto Rico tuvo apenas un 39% de cancha y Argentina lo sacó de quicio. Los boricuas, que con Paco Olmos habían ganado en orden y disciplina, enloquecieron cuando se dieron cuenta de que el equipo de Lamas les habían tomado la mano.
El ataque también progresó mucho. Controló el ritmo del juego -item siempre clave ante los rivales caribeños-, tuvo orden, disciplina, fluidez e inteligencia. Scola jugó como señuelo, aglutinando atenciones y marcas. Del otro costado, por el lado débil, llegó el daño. Primero con Herrmann y Nocioni, quienes aportaron 30 puntos. Luego con Safar, el tirador del equipo (18 tantos, con 4-8 triples) y también con Campazzo, el caradura base revulsivo que hasta se bancó ser escolta (ocho asistencias). Después, con el juego encaminado (la máxima diferencia fue 29), Scola volvió a ser la pesadilla de siempre desde el goleo (con 20 puntos acumula 476 y saltó al sexto lugar histórico al superar al griego Giannakis).
Fue una paliza histórica, que saca nervios y suma confianza, pero no hay tiempo para festejar. Ni siquiera descansar. Apenas 18 horas después del triunfo, este domingo a las 8.30 de Argentina, se viene Croacia, una potencia europea que en su presentación sufrió con Filipinas (apenas ganó en suplementario por 81-78) pero que estará más concentrada contra Argentina. Bogdanovic, escolta que acaba de fichar en la NBA (hizo 26 ante Filipinas), Dario Saric, ala pivote que está llamado a ser la revelación del mundial (19 años), y Ante Tomic, pivote de 2m17, son sus estrellas. Pero claro, con el Alma de siempre todo es posible.
