Educación con identidad
“El maestro tiene que llegar al aula con semillas de puntanidad y sanluisismo”
María Teresa Carreras de Migliozzi hacía folclore mientras enseñaba química. Con 35 años de oficio, señala que las escuelas son los puntales de la tradición puntana, que debe valorarse desde la formación docente.
Para “Cholita” Carreras la tradición, que hermana a la puntanidad y el sanluisismo, es símbolo de igualdad, “no matemática, sino en términos que nos llega al alma y pondría tradición igual a identidad, igual a dignidad, igual a pertenencia, igual a transcendencia, igual a eternidad”
La tradición, explica, es la memoria de un pueblo, el vínculo más fuerte que une a sus habitantes. Y es dinámica. “Es un río que nos viene del pasado trayéndonos mensajes. Viene del latín traere, es decir traer, la tradición nos trae mensajes del pasado, lo vemos pasar por aquí por el presente y se va dirigiendo al porvenir, en tanto y en cuanto nosotros sepamos rescatar aquello del pasado vivir y acrecentar el presente, es lo que nos va permitir edificar todo aquello con un buen cimiento nuestro porvenir”, asegura la maestra nacional con 35 años de docencia, autora de 9 publicaciones.
No es lo mismo tradición que folclore. “La primera es la memoria, el alma, la vida íntima; en cambio el folclore es la puesta en escena de esa tradición, es decir que la tradición es el folclore que está esperando tal vez en los archivos, en la memoria de la gente añosa que alguien venga, la reavive, y la ponga en acción para que sea folclore”, explica Carreras quien destaca la importancia de proteger ese patrimonio cultural.
Vocación docente
Carreras subraya que nadie ama lo que no conoce. Por eso, en su visión, “el maestro tiene que llegar al aula con un puñado de semillas de puntanidad y sanluisismo”. Los alumnos perciben cuando un docente está convencido de lo que transmite, apunta.
Además sostiene que si en la tarea diaria de enseñar hay amor por la tradición, se pueden transmitir los múltiples aspectos de la puntanidad en diversas materias. “Son vasos comunicantes.” Y ejemplifica: “Tenemos danzas puntanas, la tonada que es nuestra bandera musical, el encanto de las leyendas, el recitado de una poesía nativa, el arte del tejido en telar, el sabor y los secretos de la cocina criolla, la medicina popular, llevando todo eso a las materias, cualquier sea la asignatura, vamos a contribuir, y enaltecer la puntanidad”.
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Las ciencias también están atravesadas por una identidad. “Porqué el profesor de matemáticas no se pone a hurgar un poquito y no les cuenta a sus alumnos cómo pesaban nuestros aborígenes, cómo median sus tierras, que además eran sagradas. Yo fui profesora de Química y traté de hacer folclore ahí. Cuando llegábamos a los alcoholes hacíamos licores con recetas caseras, y además entrevistando a gente añosa, la abuela o la tía. Lo hacíamos para ofrecerlo al día del Padre, a veces llegaba a las manos de los padres, pero tenía que estar yo rezando para que no se lo estuvieran tomando en clases,” compartió con humor la profesora durante la institucionalización de la semana de la puntanidad y el sanluisismo, este miércoles, en Terrazas del Portezuelo.
“El docente al volver la vista al pasado no está cerrando los ojos al futuro, ni está negándose al avance de la ciencia y ni a la técnica, por el contrario, haciendo uso de la moderna tecnología logrará acercarse más a sus alumnos y cautivarlos con medios atractivos y eficaces que le facilitarán alcanzar sus objetivos: el de difundir las tradiciones y de brindarle un soporte que les permita avanzar seguros hacia el porvenir”, reflexiona.
Conocer la identidad ayuda a redefinir el contexto. “Estamos diariamente ametrallados con culturas foráneas. Ya las guerras no se hacen cuerpo a cuerpo con cuchillo y a caballo, ahora vienen otros tipos de guerras, subliminalmente, la música, las costumbres, todo lo demás. Tenemos que estar fuertes para poder ser dignos para tener nuestra dignidad y debemos defender la identidad”, asevera la profesora y propone agregar la materia folclore en todas las carreras de formación docente.
“Para mi la docencia era un apostolado. Era una prolongación de mi maternidad”, revela. “Hay bibliotecas enormes que antes no teníamos. Las escuelas están preparadas para fomentar los valores del Sanluisimo.”.
_ ¿Cómo transmitirlos?
_ El docente tiene que abrir el corazón y los libros.
Nota: Matías Gómez
Foto: Jésica Flandes
Video: Luciano Grangetto