Ave Negra

Una banda que pisa fuerte por las rutas del rock


Caminos que se bifurcan, ruido de motores y de fondo un blues que se convierte de a poco en un country y podemos imaginar a John Fogerty tocando un riff con su Rickenbacker. Un viaje a las entrañas de los ‘70. Todo eso está conjugado en un quinteto mercedino que tiene vuelo propio: Ave Negra.

La banda nació en el 2006 en Villa Mercedes con el destino de ser fieles al sonido vintage, al swamp rock que caracterizó a las décadas de los ‘60 y ‘70 y definió la música de Creedence Clearwater Revival. Esa es la banda que marcó a fuego a Ave Negra. “Nosotros comenzamos como un tributo a ellos”, confiesa Félix “Fito” Páez (voz y guitarra) y una de las columnas vertebrales del grupo junto a Miguel “Pulpo” Ruiz (batería).

Son un rompecabezas cuyas piezas están unidas con un denominador común: hacer música con un estilo definido. A través de sus melodías, la banda nos permite embarcarnos en una travesía por el tiempo de la mano de ZZ TOP, Lynyrd Skynyrd, Stevie Ray Voughan, Steppenwolf, Hollies, Stones, Led Zeppelin y Neil Young.

Ave Negra es una banda de Villa Mercedes.
Ave Negra es una banda de Villa Mercedes.
Ave Negra es una banda de Villa Mercedes. <em>Foto Web</em>

-¿Quiénes fueron los pioneros y cómo se armó el quinteto?

Félix Fito Páez -La génesis de Ave fue impulsada en principio por mí. Hacía un tiempo que maquinaba la idea, me faltaba encontrar un “cómplice”, y así fue que nos encontramos con Miguel “Pulpo” Ruiz, quien ya había tocado en varias bandas. En una de ellas hacia  algunos covers de Creedence. Me contacte con él y nos pusimos de acuerdo en comenzar este rollo.

A partir de ese momento nos contactamos con el primer violero y bajista, Gustavo Giachero y Claudio “Piojo” Pérez, respectivamente; luego, por intermedio de Gustavo, nos acercamos a Adrián Cervino, quien se sumó al proyecto en coros y teclado y en ocasiones tomaba la  guitarra rítmica.

Por esos movimientos propios de toda banda, Gustavo y el “Piojo” se bajaron del proyecto por diferencias musicales, y eso hizo que ingresara a la banda Diego “Lennon” Delgado en la primera viola y se sumó al bajo Mónica Leguizamón. Al cabo de un tiempo de rodaje con esta formación,  se bajó Mónica y se incorporó al bajo Marcos “Látigo” Aguilera, hasta que este último se hizo cargo de la primer viola de Ave, y entró Cesar “Tanguito” Giménez, que toca el bajo.

En el  2012 se fue “Tanguito” y llegó en su lugar Nico Palmero, quien es el bajista actual de la banda.

Y así quedo definida la formación actual con la que Ave sale a la cancha: Félix “Fito” Páez (voz y guitarra); Miguel “Pulpo” Ruiz (batería y percusión); Marcos “Látigo” Aguilera (primera guitarra y coros); Nico Palmero (bajo); y se incorporó Gustavo Barzanti en la segunda viola.

-¿Qué significa Creedence para Ave Negra? Aunque también tienen influencia de otros grupos, pero siempre de la misma línea, se podría decir…

-Obviamente la influencia de Creedence está muy presente en Ave Negra en la actualidad, sobre todo a nivel compositivo y de estética. Pero Ave es como una coctelera de muchos sonidos y estilos de los setenta.

El quinteto nació en el 2006
El quinteto nació en el 2006
El quinteto nació en el 2006. <em><strong>Foto web</strong></em>

Pulir la experiencia

Pasaron ocho años desde aquel comienzo y la banda demostró que ese tiempo arriba de las tablas nunca es en vano. Lograron independizarse de tanta influencia. Ellos confiesan que esto es fruto de muchos ensayos y toques en vivo. “Podemos decir que hoy Ave ha logrado tener un sonido característico y una impronta arriba de los escenarios, producto de esa madurez que te da la experiencia y la interacción de todos nosotros”, destacó el cantante.

-¿Cómo definen el sonido de Ave Negra? ¿Se puede decir que es una mezcla de country blues con una pizca de rock?

Esencialmente somos una banda de rock, que tiene ingredientes del country del blues, canciones folk, el gospel y el soul. También coqueteamos con algo de funk, y por ahí también tenemos nuestro lado “violento”, con algo de hard rock. La característica performance de Ave te lleva a un viaje de sonidos, porque podes escuchar un dulce country y de pronto poner la distorsión al palo y salir con un rock furioso.

Rock, asado y fierros

Los encuentros motoqueros son un ritual único, que incluye carne asada, ruedas, música y caravanas. Una ceremonia  que los muchachos de Ave Negra conocen muy bien.

“En primer lugar, los motoencuentros nos ha servido de plataforma para mostrar lo que hacemos a un público que generalmente no nos vería si no fuera por estos encuentros, y en segundo lugar nos sirve de experiencia de vida, porque conocimos muchos “personajes” que hacen al folclore romántico que existe entre un motociclista y  la ruta, y lo bueno es que generas muchos amigos y conocidos que van pasando la bola de Ave Negra. Lo que se vive en un motoencuentro es difícil de resumir en pocas palabras,pero son tres días al palo, de rock, asado, cerveza, buena compañía y mucha camaradería, no sólo con los tipos que andan en dos ruedas, sino con las otras bandas que se prenden en la movida. Cada encuentro es distinto y se vive de distintas maneras, algunos son más de corte familiar y otros son para un  público más hardcore”, explicó Félix.

Son las ceremonias que comienzan al mediodía y terminan cuando baja el sol, cuando las últimas parrillas agotan su humo. Allí, las anécdotas están a la orden.

“A nosotros nos paso algo muy raro y muy copado en un motoencuentro en Carcaraña (Santa Fe). El organizador, un amigo nuestro, nos ofreció hacer un show en vivo de Ave Negra pero arriba de un acoplado en movimiento y en plena caravana de motos, obviamente fue toda una aventura, porque al acoplado le faltaban algunas tablas del piso con lo cual era una tarea jodida a la hora de tocar, de sonar bien y encima evitar meter la pata en uno de estos buracos. La parte más jodida me la llevé yo, por tocar la guitarra y cantar, ya que hubo un momento en que tuve que dejar de tocar la guitarra para sostener el micrófono de la voz, porque los baches del camino hacían que el micro azotara mi boca y empezaba a trizar todo mi comedor (léase dentadura). Pero fue increíble tocar en esa situación, una experiencia que no nos olvidamos, toda una aventura”, recordó Félix con un poco de nostalgia.

-En ese andar por los escenarios fueron teloneros de bandas con los que muchos se han forjado en la música, tales como Almafuerte, la Misisippi. ¿Qué recuerdan de esa experiencia?

-Compartimos escenarios con algunas bandas y artistas de trayectoria, entre ellos por supuesto Almafuerte, La Misisippi, Jaf, La Chevy Rockets; pero con los que pegamos más afinidad fueron los muchachos de la Mississippi, quizás por una cuestión de proximidad de géneros tal vez. Con ellos compartimos camerino y nos contaron un poco de sus vidas y su experiencia en los escenarios e intercambiamos números de teléfono. Uno trata de aprender no sólo como músico,sino también como persona. Esos encuentros nos sirvieron mucho para entender un poco más cómo es moverse como banda, que dicho sea de paso, no es una tarea fácil.

-A la hora de componer ¿cómo lo encaran?

-No hay una formula exacta, es más bien algo anárquico dentro de un sistema organizado, pero lo cierto es que la idea o el concepto inicial surge por mi iniciativa. Mis momentos de inspiración por ahí comienzan de forma casual, tocando la guitarra acústica, a veces surge la idea de tres notas con la eléctrica, o por ahí estoy viendo algo  y de pronto se me ocurre una melodía que empiezo a tararear, y después voy a la guitarra para ver en qué notas está y ahí empieza el rollo. A veces se me ocurre una letra primero con una temática determinada y a eso le sumo las notas que me llevan a esa letra, pero la hora de darle la pincelada final es cuando llevo la idea al ensayo. Si gusta, los muchachos automáticamente se prenden y logran entender el concepto y en un ensayo quizás lo dejamos medianamente terminado, y al terminar es un producto elaborado por toda la banda. Esto se debe en gran parte a la sinergia que tenemos entre nosotros, sumado a que ya tenemos una madurez para poder decir las cosas por su nombre, y cuando algo no gusta, simplemente se desecha por decisión de la mayoría.

-¿Dónde ensayan y cuántas veces a la semana?

-Ensayamos en Underground, una escuela de música de un amigo nuestro. Lo hacemos una vez a la semana, porque entendemos que menos es más. Las diferentes ocupaciones que tenemos nos llevan a ensayar una vez a la semana. Pero en ese ensayo tratamos de pulir el sonido de la banda, que es nuestro tesoro. Porque cuando toca Ave, se nota que es Ave, producto de esa sinergia de la que hablaba. Por decisión política de la banda nos pusimos de acuerdo en esa frecuencia de ensayo, además, notamos por experiencia que tener muchos ensayos no te llevan a la perfección, sino que lleva al desgaste de las relaciones entre los miembros, y no queremos convertirnos en un matrimonio lleno de frustraciones y monotonía del día a día. Por eso preferimos ser amantes salvajes e insaciables que se ven una vez a la semana, si se permite la comparación.

El primer disco de la banda "Gitano del Camino" es un tributo a Pappo.
El primer disco de la banda "Gitano del Camino" es un tributo a Pappo.
El primer disco de la banda “Gitano del Camino” es un tributo a Pappo.<em> Foto web</em>

-El primer disco que sacaron, “Gitano del Camino”, fue un tributo al Carpo. ¿Cómo surgió la idea y dónde y cómo se gestó el disco?

-“Gitano del camino” nació allá entre mediados de 2009 y 2010 como una composición individual. Lo fuimos trabajando y de entrada sabíamos que el tema tenía una impronta country, y de hecho fue el primer tema country de la banda. La letra fue compuesta por mí, pero en el ensayo terminamos de redondear la idea del riff de intro del tema, que surgió de Diego “Lennon” Delgado, tal y como suena en la actualidad. La letra está inspirada en la vida del gran Carpo. Toda una rareza, porque el country no tiene mucho que ver con el Carpo, pero decidimos dedicárselo igual, porque nos pareció original la propuesta. Tuve la suerte de poder ver a Pappo en su último recital en vivo acá en mi ciudad natal, Villa Mercedes, en la Fiesta de los Pueblos, y ese toque me marcó a fuego. “Gitano” nos sirvió de disparador el disco que grabamos en 2011, un disco conceptual, en el que parimos trece temas de rock, folk, country, blues y funk. El disco fue grabado de manera muy artesanal, en mi barrio, con todas las carencias técnicas posibles. Pero pusimos todo el corazón y salió nuestro primer hijo, el predilecto.

-¿Cómo fue la elección de las canciones de ese primer material?

-Había más de 20 canciones sobre la mesa pero tuvimos que votar qué temas debían entrar y cuáles no. No dimos muchas vueltas, vimos cuales eran las que estaban mejor arregladas y las que sonaban medianamente bien y esas fueron las que quedaron en el disco. Conclusión final: fue un disco conceptual, pero con una versatilidad de canciones interesantes a la hora de escuchar variedad de estilos.

-¿Ese disco respeta, en cuánto al sonido, la premisa con la que la banda se formó?

-En realidad creo que gran parte de los músicos nunca quedamos conformes con el sonido conseguido en el disco. Al menos en nuestro caso particular, por todas las limitaciones de carácter técnico, no nos conformó el sonido, pero si sirvió de base para saber qué teníamos que mejorar. Creo que en el próximo disco se va a notar la madurez de la banda en cuanto al sonido propiamente dicho.

-¿Cómo ven la escena del rock local?

-Por la experiencia de recorrer varias provincias, notamos que en la escena local tenemos muy buenos músicos, con mucha variedad de estilos y géneros musicales. Podemos decir, y con mucha convicción, que hoy por hoy Villa Mercedes es un polo cultural muy rico en lo que se refiere al rock. El rock local tiene su historia y su trayectoria, como en pocos lugares en el país. Muchas veces hemos escuchado decir que  Rosario es una de las fuentes del rock nacional. Quizás en su momento fue así, pero en la actualidad, en mi ciudad, el rock tiene muy buen semblante, un futuro más que promisorio y es una usina de buenos talentos. El rock local está bien parado en Villa Mercedes.


-¿Qué bandas de Villa Mercedes fueron las primeras que escucharon cuando decidieron empezar a tocar, quiénes los inspiraron?

-Particularmente, antes de que existiera Ave Negra, escuché a Zero y Coda la Cátedra,  entre otras tantas. Al momento de surgir Ave, a Dynamo. Si bien a nivel local no me inspiraron directamente, me sirvió para saber de qué se trata tocar en vivo.

-¿En qué trabaja Ave Negra?

-Estamos abocados de cabeza al nuevo disco, seleccionamos las nuevas canciones para grabar. Trataremos de tener listo el nuevo material quizás para fin de año. En 2015 estarán rodando las nuevas canciones de Ave, si no se interpone algo en el camino.

-Si tienen que definir en palabras o en una frase a la banda, ¿cuál sería?

-Sacrificio y perseverancia.

Nota: Noelia Domínguez


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