Por primera vez
San Lorenzo derrotó al Nacional de Paraguay y consiguió la Copa Libertadores
Con un gol de Néstor Ortigoza, de penal, el conjunto de Edgardo Bauza se impuso por la mínima diferencia en el Nuevo Gasómetro. El “Ciclón” quebró su maleficio con en el título más importante de América.
La eterna espera llegó a su final cuando el brasileño Sandro Ricci levantó el telón del espectáculo que entregó la revancha de la final de la Copa Libertadores. En 90 minutos, Nacional y SanLorenzo se jugaron un partido histórico, dado que ninguno de los aspirantes al título contaba con el cetro más importante de América.
Tras el emotivo recibimiento que recibió el dueño de casa, los protagonistas saltaron al Pedro Bidegain para convertirse en héroes. La expectativa, los nervios y las incógnitas se esfumaron cuando la pelota comenzó a rodar en el Nuevo Gasómetro.
A pesar de intentar adueñarse del encuentro, un error de Juan Mercier expuso a la defensa del “Ciclón”, y a los 60 segundos, el representante paraguayo generó los primeros suspiros de la noche. Después de varios rebotes, Marcos Riveros estrelló un remate contra el poste izquierdo deSebastián Torrico y amenazó con la hazaña. El aspecto anímico fue un aspecto fundamental en los primeros movimientos del cotejo.
Otra advertencia que presentó la “Academia” fue la que interpretó Silvio Torales. Una gran combinación con Freddy Bareiro, le permitió al volante de Asunción probar de larga distancia. A pesar del desvío, el disparo hizo temblar a todo Boedo.
Prácticamente sin merecerlo, el “Cuervo” se encontró con la chance para quebrar el invicto. Un incómodo tiro de Martín Cauterucció y una infantil reacción de Ramón Coronel, obligó a Ricci a sancionar la pena máxima. Desde los doce pasos, la precisión de Néstor Ortigoza fue suficiente para llevar calma en el mundo “azulgrana” y celebrar el 1 a 0. Con el resultado a su favor, los del “Patón” empezaron a sacarse la presión.
En el complemento, la confianza local creció considerablemente. Con Leandro Romagnoli como principal armador, los porteños hicieron méritos para estirar la diferencia. Un córner ejecutado por el “Pipi” encontró a Santiago Gentiletti, quien falló en dos ocasiones consecutivas. Un cabezazo defectuoso y un remate por encima del travesaño mantuvieron con vida a Nacional.
Así, los de Gustavo Morínigo exigieron a la última línea de San Lorenzo mediante balones detenidos. Cada centro que cayó en el área de Torrico, complicó al ex arquero de Argentinos y Godoy Cruz.
Las desinteligencias en la zaga central pudieron arruinar una fiesta, que tenía de por sí, una carga emotiva muy intensa. Dos fallos adentro del área posicionaron a Freddy Bareiro con la oportunidad para igualar, pero el atacante no optó por la mejor opción y su intento se desvaneció por una imprecisión en su zurdazo.
Sin embargo, la locura se desató cuando el árbitro brasileño confirmó la consagración de San Lorenzo. El delirio se expandió por todas las calles porteñas, y se concentró en San Juan y Boedo, la histórica esquina que representa la esencia de los fanáticos del “Cuervo”. El “Ciclón” se sumó a la lista de los conquistadores de América y se quitó un maleficio que lo tuvo a maltraer desde que se inició el certamen más importante del continente. Las damajuanas están listas para el esperado brindis, que se establecerá con la Copa recientemente adquirida.
Fuente y foto: Infobae.