UN PRÓCER DE LAS LETRAS
Un nuevo aniversario de la muerte de Lafinur
Cada 13 de agosto se conmemora un aniversario más del fallecimiento de Juan Crisóstomo Lafinur quien con apenas 27 años murió con una vida ceñida de ideales, marcada por aulas, libros y un pensamiento poético revolucionario.
Sus restos descansan en el pueblo que lo vio nacer; La Carolina, lugar donde se encuentra el museo de la poesía Manuscrita, donde este miércoles se desarrollará el acto central recordando al escritor puntano.
La ministra de Turismo y las Culturas, Celeste Sosa, junto a los vecinos de la localidad, alumnos y funcionarios, formarán parte de la ceremonia.
El museo, dedicado a las letras parece encastrado entre el cerro Tomolasta, paisajes que Borges supo recorrer cuando visitó La Carolina, buscando quizás aquel patio ajedrezado que se desprende de su poesía, dedicada a su tío abuelo, Lafinur.
“Mañana es un día especial, un día donde el homenaje se hace reconocimiento y nos permite impregnarnos de cultura y de emoción, es el día donde el Museo de la Poesía manuscrita comparte su vivencia. Es el día donde Córdoba y San Luis superponen sus caminos en la figura del mito en común: Juan Crisóstomo Lafinur”, expresó la ministra Celeste Sosa.
Su historia estuvo enmarcada de silencios. Fue un soldado de los nuevos pensamientos, en 1814, Lafinur se une al Ejército del Norte, tres años después se retira con el grado de teniente. 1818 lo encuentra en Buenos Aires, se dedica a escribir obras de teatro y musicales. En 1819 vuelve a las aulas como profesor, enseña filosofía en castellano y no en latín, y separada de la teología, por esto es expulsado. “Las ciencias no han corrompido las costumbres, ni al hombre”. Con estas palabras, Lafinur se retira. Se va vivir a Chile, allí se recibe de abogado. El 13 de agosto de 1824 muere, al caerse de un caballo. Tenía apenas 27 años.
Sus restos fueron repatriados por el exmandatario, Alberto Rodríguez Saá, desde su exilio en Chile. Hoy descansan en el museo de la Poesía Manuscrita al pie del cerro Tomolasta, amadrinada por María Kodama.
Nota y foto: Lucas Ojeda, Prensa Ministerio de Turismo y las Culturas