ULP - INFORME ESPECIAL
Las lecciones detrás del tablero
Más de 35 mil chicos aprendieron a jugar ajedrez por medio de la Universidad de La Punta. La disciplina los ayuda a organizarse, desarrollar el pensamiento lógico y a valorar las capacidades propias y de los otros. Por qué lo eligen y qué beneficios trae a su vida cotidiana.
Vivimos en un mundo donde la abundancia de información genera pobreza de atención. Donde la falta de motivación y respeto por las reglas entorpecen cualquier proceso de aprendizaje. Donde los chicos pierden de vista el horizonte y se refugian en la virtualidad. Frente a este panorama, el ajedrez se presenta como una solución. Sus beneficios son comprobados diariamente en la provincia de San Luis, donde más de 35 mil alumnos de primaria y secundaria lo practican.
Pero, ¿por qué eligen los chicos sanluiseños jugar al ajedrez? Para Claudia Amura, quíntuple campeona argentina y jefa del programa Ajedrez de la Universidad de La Punta (ULP), una de las claves está en el entusiasmo de los docentes que lo enseñan desde 2006 en cada rincón del territorio provincial. “Detrás de cada chico que juega al ajedrez hay un instructor que recorre muchos kilómetros para dictar clases —ya sea presenciales como virtuales- y contener a sus alumnos. Creo que el éxito está en el trabajo en equipo, el entusiasmo y el compromiso de cada uno de ellos”, resalta.
La principal impulsora del ajedrez en la provincia destaca, por otra parte, la tarea que realizan los referentes deportivos de la Escuela de Talentos, entre ellos: Guadalupe Besso, Ayelén Martínez, Pablo Acosta, Andrés Palú y el reciente subcampeón nacional SUB 18, Gilberto Hernández Amura. “Todos estos chicos se consagraron campeones nacionales y son un ejemplo para el resto. De alguna manera, les demuestran que pueden crecer, llegar alto, y que, si eligen este camino, recibirán apoyo en cada instancia y serán reconocidos”, subraya Amura.
Los beneficios de un deporte que da sus frutos
No es casualidad que los chicos que practican ajedrez estén entre los mejores promedios o lleguen a ser abanderados y/o escoltas de la bandera nacional. “El ajedrez les ayuda a organizarse y a encontrar un equilibrio entre lo racional y lo emocional. En este deporte es importante tener metas y pensar más allá de lo inmediato”, explica la jefa del programa Ajedrez. Y añade: “Esto implica meterse en la cabeza del otro, analizar múltiples alternativas de respuestas, tomar decisiones y resolver problemas. Si uno traslada esta enseñanza a la vida diaria, se organiza mucho mejor”.
Si de beneficios se trata, los informes anuales de las escuelas de San Luis destacan el desarrollo del pensamiento lógico, la memoria, la creatividad, la concentración y el respeto por las normas logrado por el ajedrez escolar. “Es una disciplina que los mantiene concentrados en una actividad durante varios minutos, con la misma intensidad. Lograr esto en la era del control remoto, es muy importante”, subraya Amura.
Otra de las ventajas de practicar ajedrez está relacionada con el incremento de la autoestima: “Una directora nos llamó para agradecernos porque uno de los equipos de su escuela había clasificado a la final provincial de los Intercolegiales. En este triunfo jugó un rol fundamental un alumno de un grado especial. De no haber sido por el ajedrez, ese chico no se habría convertido en líder de su equipo ni en un referente de su institución”, ejemplifica.
A todos estos se suman la reducción de la violencia dentro del aula. Al respecto, la quíntuple campeona argentina reconoce: “El ajedrez es un juego de guerra, no podemos negarlo. Pero es muy positivo que toda esa violencia contenida pueda ser descargada a través del tablero. Es un muro de contención”.
Al mismo tiempo, el ajedrez favorece la integración y brinda la posibilidad de hacer nuevos amigos, sin importar la edad, el origen o las capacidades. “Marcos Ortiz, uno de los alumnos del Servicio N° 10 ‘Jean Piaget’, ganó cinco partidas en la final de la Región I. Demostró que nada es imposible y que puede ser un ejemplo para otros”, ejemplifica Amura.
Los inicios de un proyecto que llega a miles de sanluiseños
Todo comenzó en 2005 cuando se realizó en San Luis el Campeonato Mundial de Ajedrez. Por aquel entonces, la disciplina estaba vedada a los clubes y algunos pocos aficionados. Esta experiencia derivó en un ambicioso proyecto: Ajedrez Escolar Inicial, una iniciativa que se proponía acercar el ajedrez a todos los sanluiseños.
En 2006, el Gobierno provincial, a través de la ULP, llegó con esta experiencia piloto a 5 mil chicos. ¿El objetivo? Conocer el impacto del ajedrez en las escuelas. “Por aquel entonces, enseñábamos con tiza y pizarrón. Los chicos no tenían contacto con las piezas porque no teníamos siquiera tableros. Los que habíamos encargado para el Mundial, estaban varados en la Aduana”, recuerda Amura. De esta manera, con vocación y a fuerza de pulmón, el ajedrez empezó a conquistar a los más pequeños.
Después de algunos meses, los tableros y los relojes desembarcaron en tierra puntana. La voluntad de los instructores jugó un rol clave. De esta manera, se pudo llegar a más y más chicos: los 5 mil se convirtieron en 12 mil y, más tarde, en 25 mil.
La progresión fue geométrica y el ajedrez logró conquistar a 45 mil alumnos sanluiseños en 2008. Pero la disciplina fue más allá del aula. Por tal motivo, se estima que hoy más de 200 mil personas practican el juego ciencia en toda la provincia gracias al esfuerzo del equipo de la ULP.
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Nota y Foto: Prensa Universidad de La Punta