OLIMPÍADAS DEL CONOCIMIENTO
Dos hermanos, un mismo aprendizaje
Las Olimpíadas Sanluiseñas del Conocimiento premian el esfuerzo, la dedicación y el compromiso de los alumnos puntanos con el estudio. Pero, también, significan una oportunidad de superación para muchos chicos que desean ir por más. Este es el caso de Ignacio (22) y Gonzalo (17) Fabre: dos campeones olímpicos que ganaron, viajaron y hoy se proyectan como profesionales.
Nacho, un olímpico que se forma en el Balseiro
El mayor de los hermanos Fabre participó del certamen que impulsa el Gobierno provincial, a través de la Universidad de La Punta (ULP), en cuatro oportunidades. La primera fue en 2006 y la última en 2009.
En 2007 llegó su primer triunfo con Informática y ganó un viaje a los Estados Unidos. “Fue mi primer viaje en avión y mi primera vez en el exterior”, cuenta el joven. Y recuerda: “En la NASA presenciamos el lanzamiento de un transbordador y participamos de un programa de entrenamiento de astronautas. Fue una experiencia alucinante”.
Al año siguiente, volvió a anotarse en Olimpíadas. En esta oportunidad, sumó Física a la disciplina en la que se había consagrado. El triunfo volvió a llegar pero por dos, tanto en Informática como en Física. “Me tocó viajar nuevamente a los Estados Unidos. En esa ocasión, aproveché muchísimo más la experiencia”, afirma.
La tercera no fue la vencida: Nacho, quien había vuelto a elegir Física, ganó un viaje a Italia. “Me cultivé con la cultura de Roma, Florencia y Asís. Pude conocer increíbles ejemplos de arquitectura medieval y renacentista, entre ellos, el Museo de Galileo Galilei”, recuerda.
Ni bien terminó el secundario, el mayor de los Fabre se radicó en Córdoba para estudiar la Licenciatura en Física. Actualmente, se perfecciona en el Instituto Balseiro de Bariloche: el único centro regional latinoamericano en ciencias y aplicaciones de tecnologías nucleares. Su próximo objetivo es hacer una maestría y dedicarse al estudio de la teoría cuántica.
Gonzalo, un músico que piensa en grande
Hace apenas unos días, Gonzalo llegó de la India, donde disfrutó de su merecido premio. En 2013, luego de haber participado cinco años seguidos en Matemáticas y Ajedrez, el joven olímpico logró la consagración en la disciplina Música.
“La India es un país con una diversidad cultural y religiosa increíble. Sus habitantes viven la espiritualidad a pleno. Todos los días fueron una gran aventura”, recuerda.
Entre los lugares más significativos de su viaje se encuentra el Hogar de la Madre Teresa de Calcuta. “Pasar tiempo con chicos huérfanos que no tienen hogar te llena de una energía única. Las religiosas nos atendieron con mucha amabilidad y con una sonrisa gratificante”, evoca.
Pero si existe un lugar que Gonzalo atesorará por siempre es el Taj Mahal: una de las grandes maravillas arquitectónicas de la historia. “Es el lugar más hermoso que visité en mi vida. Es una obra de arte y de arquitectura al mismo tiempo”, destaca.
Otro de los destinos fue Dubái. “Es la ciudad del futuro. Hay edificios impresionantes y tecnología de punta. No existe el narcotráfico, ni la delincuencia y existe una fuerte política para cuidar el medioambiente. Es perfecta”, describe el olímpico.
De vuelta en casa, Gonzalo retomó sus estudios como alumno de la Licenciatura en Música en la provincia de Córdoba. “Cuando lanzaron la disciplina Música, no dudé en inscribirme. Es mi gran pasión”, asegura Gonzalo, quien toca el violín y la guitarra. Y añade: “Mi madre nos inculcó de chiquitos la música. En un futuro me gustaría tocar el violín en una orquesta sinfónica”.
Las lecciones de las Olimpíadas
Con 22 años y un exitoso futuro profesional por delante, Ignacio considera que la competencia provincial cambió su vida. “Las Olimpíadas te ofrecen la oportunidad de destacarte en lo que más te apasiona”, cuenta.
Para Gonzalo, el menor, en tanto, le permitió confirmar su vocación por la música. “Los contenidos que estudié para el certamen me sirvieron en la vida académica. En el curso de ingreso a la carrera, por ejemplo, me tomaron todo lo que había visto en Olimpíadas. Fue genial llegar tan preparado”, subraya.
Nota y foto: Prensa ULP
