ULP
El idioma como una herramienta para el futuro
Más de 100 chicos de entre 6 y 14 años estudian inglés y francés en la casa de estudios provincial. Mediante una propuesta lúdica y entretenida, los alumnos asimilan el idioma en forma natural.
El Centro de Idiomas de la Universidad de La Punta (ULP) ofrece propuestas para adultos -como los cursos para viajeros y los talleres de conversación- y, también, para niños. Este año, más de 100 chicos de entre 6 y 14 años eligieron estudiar inglés y francés en la casa de estudios provincial.
Los beneficios de aprender un idioma a temprana edad son numerosos: el niño adquiere una mayor agilidad cerebral, ya que el nuevo aprendizaje mejora su concentración, favorece su capacidad y aumenta sus habilidades comunicativas. Esto le asegurará una rápida inserción en el mundo profesional y laboral.
Lecto-escritura, gramática, fonética, construcción de oraciones y expresiones propias de la lengua son algunas de las habilidades que los alumnos adquieren en su paso por el Centro de Idiomas de la ULP.
Pero no sólo eso: también aprenden sobre la cultura, costumbres y tradiciones de los países, donde se habla inglés y francés, de una manera lúdica, divertida y familiar. Esto les permite asimilar el idioma en forma natural.
La experiencia dentro del aula
Martín Luco, profesor de Inglés, tiene a su cargo dos grupos: uno de niños de entre 7 y 8 años y uno intermedio de 11 a 13 años. Cada semana, llega al CI de la ULP para acercar el idioma a sus pequeños alumnos.
“Los más chicos aprenden por medio de títeres, cuentos, juegos y canciones. El objetivo es que incorporen el idioma en un contexto real y significativo”, explica el docente.
La modalidad cambia en el caso del grupo intermedio. “Nos centramos en la enseñanza del idioma desde otra perspectiva. Si bien seguimos la currícula escolar, la reforzamos con actividades orales, donde los chicos puedan desarrollar el aspecto comunicativo”, añade.
Mariana Popovich, por su parte, dicta francés en tres niveles. La mayor parte de sus alumnas son bailarinas en la Academia Etude L´ Art Ballet.
Las más pequeñas, de 6 y 7 años, aprenden por medio de juegos y canciones; mientras que las de 8 a 10 años lo hacen por medio de actividades escritas. En ambos casos, se hace hincapié en la comprensión oral con apoyo de material multimedia y lúdico. El grupo de alumnos de entre 11 y 13 años, en tanto, trabajan la gramática y la comprensión de mensajes para asimilar y profundizar los conocimientos de la lengua.
“Para que los alumnos tengan una actitud positiva frente al idioma, tenemos que inculcarles ganas y curiosidad por aprender”, destaca Popovich.
Nota: Prensa ULP