Nuevas Empresas
Steve Jobs y reformular para avanzar, entre las estrategias de los jóvenes emprendedores
El resultado de la capacitación bajo el programa no sólo se palpa en cada decreto que posibilita iniciar los proyectos, sino que también resulta notorio en las palabras hilvanadas por los socios para definir su empresa.
“Surgió luego de detectar un intersticio, vinculado a la necesidad de un laboratorio de análisis de agua, alimentos y efluentes industriales certificado, que pudiera cubrir la demanda existente en el parque industrial de Villa Mercedes y sus alrededores. Además, su génesis está asociada a cuestiones internas del equipo, quienes nos encontrábamos en búsqueda de nuevos desafíos profesionales y personales”, explica Federico Canciani (37), quien junto a las hermanas Constanzo, Magdalena (21) y Mercedes (19), crearon “Sinergia”, una empresa de gestión ambiental, que “va –dicen- en la misma sintonía con la política pública provincial, y es hacia donde deben orientarse las sociedades actuales”.
[youtube id=”NszFZBulODI” titulo=”Sinergia”]
“Pixelar”, otro de los 35 proyectos correspondientes a la tercera edición que fueron aprobados el sábado 12 por el gobernador, CPN Claudio Poggi, maneja glosario comercial: “Es aconsejable evaluar los condicionantes positivos y negativos que pueden desencadenar en un éxito o un fracaso, para atribuir los próximos logros a una estrategia planificada y no al azar”. El sueño, cada semana más real, de los amigos Juan Martín Barile (29) Javier Ortellao (29) y Luciano Narvais (34) es ofrecer digitalizaciones de documentos para organizaciones públicas y privadas en la provincia. Además del fin innovador, ambas empresas, Sinergia y Pixelar, le prenden velas al mismo gurú: Steve Jobs. “Es un referente ya que comenzó a muy temprana edad y en condiciones totalmente desfavorables, alcanzando a muy corto plazo la excelencia”, aporta Federico Canciani.
También, si la inspiración no llega desde afuera, los emprendedores saben cómo avivar su objetivo. “Somos soñadores por naturaleza, eso nos facilita mantener la chispa del éxito día a día”, describe Noelia Ortiz (32), quien con Martín Barraco y Martín Fabi proporcionarán un servicio de recreación y turismo en Villa Mercedes, mediante el alquiler de carpas para eventos institucionales o reuniones sociales.
“El solo hecho de pensar que vamos a tener nuestro propio local, hace que día a día estemos más entusiasmados y con más ganas de inaugurar”, dicen los socios Patricia Luna (25), Rodolfo Rodríguez (32) y José Rodríguez (29), quienes antes de abrazar la carpeta con el proyecto 2713 “La taberna de Maus”, desempleados, tras ver una publicidad por TV, apostaron a Nuevas Empresas.
Apenas comienza con el programa, cada joven emprendedor debe demostrar si su proyecto puede hilvanarse al tejido productivo sanluiseño. Para lograrlo es fundamental el apoyo de los guías y la formación. “Siempre en las capacitaciones nos recalcaban que la actitud positiva y el diálogo eran fundamentales para no decaer. Consultar con la psicóloga del programa fue muy útil y siempre hablamos mucho los tres socios, diciéndonos con honestidad todo lo que sentíamos. Además, pedíamos consejos a nuestras familias y amigos que siempre tenían una palabra de aliento”, cuenta María Natalia Domínguez (32) de “Casa de Chicos…Cosa de Chicos” en Villa Mercedes. Para ellos, las nuevas condiciones de la tercera edición les permitieron diseñar su empresa de entretenimiento ya que, con 38 años, pudo ingresar Gabriel Mastropasqua, esposo de María Belén Domínguez (35).
[youtube id=”yDlXWGAvQPo” titulo=”Casa de Chicos… Cosa de Chicos”]
Otra de las claves que destacan los empresarios para perseverar con una propuesta viable es la claridad. “Una idea vaga de lo que se quiere hacer lleva a una pérdida de tiempo importante en la formulación del proyecto”, advierten los integrantes de “A Puro Sabor”, Diana Solange Torres, Débora Gisela Torres y Jonatan Cristian Aranda.
Sin embargo, una eficiente estrategia comercial a largo plazo implica, a veces, reformular el empuje. “En todo el proceso fuimos y volvimos veinte veces para ver si estábamos bien parados o si algo no encajaba. No sirve en este caso avanzar sin ver qué has hecho anteriormente, hay que asegurarse de que estás yendo por buen camino para reforzar tu idea, que se vea que es viable y que la aprueben como vos la soñaste. Si querés lograr eso, tenés que retroceder las veces que sean necesarias”, revela Gisela, estudiante de Ciencias Económicas, cuya finalidad empresarial apunta hasta la cúspide de la cultura gastronómica mercedina.
“Para los jóvenes que piensan en algún proyecto, nuestro consejo es que aprovechen esta posibilidad que brinda el programa, el cual no sólo facilita la parte monetaria, sino también el conocimiento en el área legal, administrativa, de marketing, etc.”, sugieren Andrés Rigo (31) Victoria Castro (21) y Pamela Vergara (31), asociados de “Clickme”, una empresa que, acorde a la tendencia social, alquilará cabinas fotográficas instantáneas para eventos en la ciudad de San Luis con cotillón e impresiones ilimitadas.
Además, cada proyecto tiene su especialidad. Aunque no es excluyente, en algunos casos la experiencia o preparación previa marca diferencia, sobre todo si se busca innovar.
Gisela Natalia Borgatello (33), María Victoria García Heredia (26) Gustavo Andrés García Heredia (25) mientras estudiaban desearon vivir de lo que aprendieron en la universidad, hoy, entre piedras y polvillo, crearon una consultoría geología para San Luis capital. “Nos pareció un interesante campo para desarrollarnos como futuros profesionales. Mediante el programa podremos financiar la puesta en marcha de nuestra propia empresa”, dicen los jóvenes, que proyectan estudios de impacto ambiental, topografía, más laboratorios de suelo y agua.
En Carpintería, tres visionarias, también ofrecerán un servicio único para su localidad y caseríos aledaños, al pie de la Sierra de los Comechingones. “Pretendemos prestar principal atención en la detección precoz de hipoacusia (establecida en la Ley nacional 25415), realizar detección, diagnósticos y tratamiento de las patologías”, expone Daniela Mora (26), que junto a Ivana Mora de (32) años y Antonella Mora (18), aún sin disponer del crédito, ya cuentan con espacio físico, equipamiento audiológico (otoemisor y audiómetro) y mobiliario. Incluso han realizado entrevistas a futuros pacientes. Y el costo dolarizado de la aparatología tampoco las detiene para construir, más adelante, un centro de rehabilitación. “Aspiramos a crecer en nuestra profesión, superarnos a nosotras mismas, concientizar a la población acerca de la importancia de la fonoaudiología”.
Con la confianza a flor de piel y los talones en el suelo, los empresarios aprobados de la tercera edición avanzan.
Nota: Matías Gómez
Entrevistas: Noelia Domínguez
Fotos: Luciano Grangetto
Video: Cristian Bastias
Edición: Esteban Castro
