ULP
“En el Centro de Idiomas aprendí a desarrollar mi costado más creativo”
Jeremías Larramendi (28) estudió lengua de señas en la ULP. Su interés y compromiso hacia esta propuesta le permitieron integrarse al equipo docente del Centro de Idiomas.
El Centro de Idiomas de la Universidad de La Punta (ULP) ofrece oportunidades pero, también, desafíos. Este es el caso de Jeremías Larramendi (28), un joven puntano que descubrió en la lengua de señas su vocación por la educación.
“Siempre me interesó estudiar idiomas. Al llegar a la ULP, la lengua de señas fue la que más llamó mi atención. Es un idioma muy especial y, si bien está acotado a una comunidad de personas, uno aprende a explotar distintas aptitudes personales”, comentó Larramendi, quien conoció la propuesta de la casa de estudios por medio de un amigo.
De esta manera, comenzó a cursar y asimilar los contenidos en los sucesivos niveles. “Aprendés a utilizar las manos, el cuerpo y a gesticular sin usar la voz”, indica el actual docente.
Tras culminar el sexto nivel, Jeremías tuvo la oportunidad de dar sus primeros pasos en la docencia de lengua de señas en el Centro de Idiomas de la ULP. “Era una experiencia nueva y fue todo un desafío para mí. Me entrené e instruí en la parte pedagógica para dictar clases más completas”, asegura el joven profesor.
Una vocación que engrandece
Para Jeremías estudiar lengua de señas y enseñarla a chicos sordos cambió su vida por completo. “En el Centro de Idiomas aprendí a desarrollar mi costado más creativo. Es algo que me llena de satisfacciones”, afirma.
Y destaca: “Las clases se caracterizan por la buena predisposición de los alumnos. Se genera un espacio de aprendizaje sobre problemáticas sociales con una connotación de enseñanza humanitaria”.
Nota y foto: Prensa ULP