Plan20/30
La esperanza se renueva y los jóvenes vuelven a proyectar
Las historias de vida de los alumnos que cursan en el plan educativo son conmovedoras, cada una es especial pero todas persiguen un mismo objetivo: terminar el secundario y progresar.
La nueva modalidad de las Escuelas Públicas Digitales permitió a muchos jóvenes de la provincia culminar sus estudios. Hoy el Plan 20/30 les da la oportunidad de concretar sus sueños.
Sonia Bustos tiene 29 años y es una de las alumnas que se esfuerza para conseguir su título. El nivel primario lo realizó en Zanjitas mientras vivió con sus abuelos, y parte del secundario en la Escuela EPET Nº14 de la ciudad de San Luis.
Digna de una voluntad admirable, Sonia es mamá soltera y trabaja 8 horas diarias con turnos rotativos en un casino de San Luis. “Curso tres veces a la semana de 18:00 a 22:00 y luego entro a trabajar toda la noche hasta las 7:00 del día siguiente”, indicó.
Sonia recuerda los dos motivos que la obligaron a interrumpir sus estudios: “Fui mamá a los 16 años y luego debí ocuparme, al separarse mis padres, del cuidado de mis hermanos ya que mi madre trabajaba”.
Para la joven es fundamental el apoyo de la docente Adriana Moreira. “Me aporta todas las herramientas necesarias para que culmine esta etapa”.
Sonia es una luchadora incansable y se visualiza como gestora empresarial.
Valeria Raichi se ubica en el pupitre del lado, es de San Luis, tiene 28 años y es otra de las alumnas que se interesó por la modalidad de estudio que ofrece el plan.
“Me motiva, es dinámico, entretenido, y por sobre todo accesible para quienes tenemos hijos y responsabilidades ya asumidas”, comentó Valeria que transmite su alegría por haber retomado la secundaria.
La joven rescató la posibilidad de elegir los horarios de acuerdo a las responsabilidades que tiene cada alumno, la dedicación de los docentes y el incentivo económico como un beneficio para cubrir sus principales gastos para continuar estudiando.
Valeria está en la segunda etapa del plan y cuando termine quiere seguir instrumentación quirúrgica. “Es lo que me apasiona”, reveló.
El clima que se vive en las aulas del Edificio Administrativo de la ex Casa de Gobierno es de compañerismo, se han establecido lazos de amistad y solidaridad entre ellos.
Leslie Rolon de 22 años y Nelson Guzmán de 28 se conocieron en clase y construyeron un vínculo de amistad. Intercambian apuntes y se ayudan en lo que sea necesario.
En el caso de Nelson Guzmán terminó de cursar el secundario en el año 2006, pero quedó adeudando materias. Realizó cursos de estilista y hace 7 años que hace domicilios en su tiempo libre.
“Apenas se dio a conocer como era la modalidad no dudé en inscribirme”, comentó.
Ya tiene definido que al finalizar el secundario quiere seguir apostando a su futuro, estudiará higiene y seguridad laboral. “Quiero progresar económicamente y como persona”, aseguró el peluquero.
A Diolinda Menéndez se le presentó la oportunidad en el momento justo, y la supo aprovechar, tiene 30 años y quiere insertarse en el campo laboral.
“Mi padre falleció cuando tenía 16 años, y todo se complicó, porque tuve que trabajar para colaborar con mi familia”, comentó Diolinda. Ya se encuentra cursando la última etapa del plan y se propone estudiar docencia.
Adriana Moreira es una de las facilitadoras del Plan 20/30 y desarrolla “una labor extraordinaria”, según coinciden sus alumnos.
La docente transmitió su satisfacción porque uno de sus alumnos, Dante Bravo, se dispone a terminar sus estudios. “Estoy orgullosa, solo le quedan dos materias, será el primero que se recibe en mi clase y lo mismo deseo con cada uno de los que asisten”, señaló optimista.
Dante busca convertirse en un profesional cuando egrese. A sus 21 años se plantea estudiar Psicología en la Universidad Nacional de San Luis.
Sonia, Valeria, Nelson, Leslie, Diolinda y Dante, aspiran a culminar todas las etapas del plan para obtener su analítico, ingresar a una carrera universitaria o poder insertarse en el campo laboral. El esfuerzo y la perseverancia los moviliza a proyectar su futuro.