PLAN 20/30
Un ejemplo de maternidad, estudio y trabajo
Victoria Aballayz, madre de tres hijos, es otra de las puntanas que consiguió culminar sus estudios secundarios con el Plan Educativo. Recibirá su título para dar un nuevo paso en su vida, la universidad.
Victoria retomó sus estudios luego de 11 años. “Siempre dije que terminaría el secundario y cuando apareció el Plan 20/30 no dudé. Tuve el gran apoyo de mi mamá; se emocionó muchísimo cuando le dije que había terminado”.
En relación al paso por la iniciativa que lleva adelante el Gobierno provincial, asegura que le despertó el entusiasmo por el estudio y que el año próximo emprenderá el camino universitario: probablemente, una carrera de la Universidad de La Punta (ULP).
Me gusta lo administrativo, lo contable. Mi sueño es ser abogada, pero por ahora no dispongo del tiempo ni los recursos. Primero voy a estudiar otra carrera y, después, Abogacía”, explica. En cuanto a su objetivo a largo plazo, afirma: “Si tardé 11 años en cumplir con el secundario, sé que voy a lograr recibirme de abogada”.
La familia y el trabajo
Victoria tiene tres hijos –de 2, 5 y 8 años-, que son el centro de su vida. Por eso destaca la metodología digital del 20/30, que le permitió acomodar horarios y elegir el mejor momento del día para estudiar: “Si tenés una compu en tu casa, podés entrar y estudiar en el tiempo que tengas libre. Yo, por ejemplo, lo hacía de noche, que es cuando estaba desocupada”.
La joven resalta, además, el apoyo de sus hijos en este camino de formación. “El más grande estudiaba conmigo y los más chicos sabían que en esos momentos estaba ocupada. Además, tuve el apoyo de mi mamá y de mi pareja”.
Pero Victoria no sólo se preocupaba por estudiar, también debía hacerse cargo de su despensa, la fuente de ingresos familiar. En ese sentido, subrayó que los contenidos del trabajo final del Plan 20/30, que apunta a constituir un emprendimiento empresarial, le sirvieron para mejorar la gestión de su negocio.
Ansiedad y nuevas perspectivas
Ahora, ya con el título secundario, la egresada recuerda que volver a estudiar le produjo ‘miedo’, porque no sabía si iba a poder. “Mis hijos, la casa, la despensa, el estudio… Pero, cuando aprobé el segundo examen, Computación I, me di cuenta que era posible”.
Después de una década lejos de las aulas, Victoria se dio cuenta de que “las cosas habían cambiado bastante”, sobre todo, teniendo en cuenta la adaptación al método de la escuela digital. “Era distinto a lo que estaba acostumbra en la escuela. Acá, tenías que ir abriendo sola las unidades. Ahora veo que es muy útil estudiar en forma virtual, porque te hacés más independiente”, consideró.
Nota y foto: Prensa ULP