CONCRETAR NUEVOS SUEÑOS
Futuras adjudicatarias de una vivienda social planifican grandes proyectos
Gabriela y Petrona se encuentran en etapas de sus vidas muy diferentes, pero las une el mismo anhelo de recibir su casa el año próximo. Son parte del grupo de las 250 familias de Villa Mercedes que fueron preadjudicadas el pasado sábado.
Una es madre de tres varones adolescentes, la otra acaba de celebrar sus 70 jóvenes años y piensa compartir su vivienda con su hija Norma con capacidades diferentes.
Ambas se quedaron absolutamente felices y muy sorprendidas cuando recibieron el llamado de parte del Ministerio de la Vivienda con la novedad que el sábado22 recibirían su certificado de preadjudicación, momento en el que además, se comenzaría con la gestión de la construcción de 250 viviendas en la zona este de la ciudad de Villa Mercedes.
“En más de una oportunidad tuve que preguntar si era cierto – contó Gabriela – porque me parecía increíble recibir el llamado. No puedo explicar con palabras lo que siento en este momento… es tan importante tener nuestra casa, saber que es nuestra, que todo lo que le hagamos, será con ese amor que se le pone a lo tuyo”.
El día del llamado no pudo ir a dormir hasta las 3 de la madrugada. No paraba de hablar con sus familiares y amigos más cercanos para contarles la novedad que recibirá su casa el año que viene.
Ella es consciente de lo afortunada que ha sido al estar viviendo en la casa de su padre, donde paga un mínimo de alquiler, “sé que hay familias que están en condiciones mucho más difíciles, por eso me siento muy agradecida. Tenemos tantos proyectos que queremos concretar, es tal la emoción que tenemos todos, porque mis hijos también están súper entusiasmados con la idea. Vamos a empezar a contar los días hasta que nos llegue el momento de recibir las llaves”.
La forma en la que Petrona recibió la comunicación que le darían su casa el año próximo, le llegó a través de su hija Raquel, “me puse tan feliz por ella y por mi hermana Normita, porque si bien están conmigo en mi casita de barrio, no cuentan con las comodidades que necesitan, especialmente mi hermanita que por su manera tan especial de ser, en ocasiones necesita un lugar para estar tranquila, sola, sin que nadie la interrumpa para descansar”.
Petrona por su parte se siente bendecida a pesar de todas las adversidades que ha debido superar en los últimos años, tiene ese empuje de las personas luchadoras que nunca piensan en bajar los brazos: “Mi salud no me ha ayudado mucho. Tengo varias cirugías complicadas en la cadera y en la pierna estoy llena de ‘clavos’, pero cuando pensaron que ya no iba a caminar, despacito, despacito comencé a moverme y acá ando”.
Un dato que la pinta de cuerpo entero es que hace pocos años que terminó la primaria. De una familia muy humilde y trabajadora, aprovechó el momento justo y sueña con seguir estudiando, “como ahora hay tantas oportunidades, voy a terminar el secundario y si puedo, voy a seguir la universidad”. A sus jóvenes 70 años tiene ese y otros proyectos igual de ambiciosos por concretar.
“Ahora que sé que voy a tener mi casita, voy a hacer un saloncito para trabajar por los chicos especiales. Ahí Normita me va a poder ayudar, porque sabe hacer muchas cosas y además le gusta mucho. Ella está más ansiosa que yo por recibir la casa, aunque debo confesar que tengo muchas de mis cosas ya embaladas listas para la mudanza” comentó entre risas.
Es envidiable su espíritu emprendedor y un ejemplo de vida maravilloso para imitar sin pensarlo dos veces.
Nota y fotos: María José Barroso, Prensa y Comunicación del Ministerio de la Vivienda.
